martes, 29 de marzo de 2011

EL DOBLE

El concejal del Ayuntamiento de Granada
José Mª Rueda con su presunto doble 

El doble

El concejal Chema Rueda ha salido del armario para confesar lo que nunca confesaron Franco ni Stalin ni Ceaucescu: que tiene un doble. Mira por dónde el chico se queda repantigado en casa y le deja hacer al gemelo.
Antes, lo del doble les estaba reservado a los grandes. Franco tenía un doble que hasta navegaba en el Azor. Se dice que Stalin tenía otro doble que lo libraba de actos engorrosos. ¡Pero que un simple concejal tenga un doble! Una conquista de la democracia, vamos.
Ahora, que el doble se lo han buscado con la típica eficacia de los políticos hispanos, y, por tanto, no se parece mucho al original, razón por la que han echado de menos al sr. Rueda en varios sitios. ¡Por eso ha debido confesar que tiene un suplente, para demostrar que ha estado donde no ha estado!
El doble de Rueda se le parece como una pella a la Piedad de Miguel Ángel. ¿Pero qué más da? La democracia española también se parece a la democracia europea como un botón a un diamante. Y la corrupción de los políticos españoles se parece a la corrupción de los políticos europeos como el Mulhacén a una china. Y la oposición que realiza el sr. Rueda se parece a la oposición de otros países como un mondadientes a un obús. ¿Y qué?
Lo importante es que el concejal se puede comparar con figuras de la talla de Franco, Stalin o Ceaucescu. Aunque sólo se parezca a ellos como un recluta a un general. Los émulos de Rueda eran temibles y caprichosos e imponían sus leyes a toda costa. Rueda es obediente, y no impone nada, sino que se lo imponen. Sus jefes, claro.
 Qué maravilla eso de tener a alguien que nos reemplace. “Chaval, hoy te toca aguantar a los coñazos de la asociación de vecinos”. Y nada, tú a irte tan feliz de inauguraciones, banquetes y saraos, y a hacerte esas fotos en las que todos, con sonrisa de oreja a oreja, aplauden al líder.
En los sueños, siempre nos acompaña un doble. Está claro que Chema Rueda vive en un sueño. Lo que no sabemos es si él sueña al doble o el doble lo sueña a él. Para mí, lo segundo. Por eso el chico tiene tan poca capacidad de maniobra.
Seguro que se generaliza lo de tener un doble. ¡Esto sí que es paridad! Cada concejal, con su gemelo. Dos por uno, ni más ni menos. ¡Me apunto! Hoy, por ejemplo, no soy yo quien escribe la columna, sino mi doble. Por lo que pido a los lectores que perdonen su pequeña malicia. ¡Todo sea por tumbarse plácidamente en el sofá! Ahora, que no me dormiré, vayamos a que se me aparezca el doble del sr. Rueda. ¡Y eso no, por los cielos, no!
Diario IDEAL, martes, 29 de marzo, 2011

sábado, 26 de marzo de 2011

LA ALHAMBRA DE GRANADA A LOS POETAS VIRTUALES

El IV Encuentro de Poesía en la Red ha tenido
lugar en Granada el 26 de marzo de 2011

El poema que sigue a continuación es la salutación dirigida a los poetas participantes en el IV Encuentro de Poesía en la Red, que ha tenido lugar en Granada el 26 de marzo de 2011

La Alhambra de Granada a los poetas virtuales 
 
Alzaron mis muros sólo
para que los poetas
cantaran mi belleza.

Mis paredes están construidas de poesía.
Mis torres, mis adarves y mis fuentes
están hechas de versos.
Mis ladrillos son poemas sobre poemas.

Soy una ciudad invisible,
cerrada para muchos y abierta para pocos.
Multitudes se estrellan en mis paredes.
Contados ven el espíritu tras mis adobes.

¡Gracias por venir, poetas virtuales!
Cada uno de vosotros es una torre.
Vuestros versos son una Alhambra paralela.

A mí vienen los poetas del cielo.
Los poetas de la tierra
acampan en las afueras.

Los poetas de la tierra son esclavos.
Tienen que franquear policías y fronteras
y nunca cantan cuando quieren.

Los poetas del cielo viven sin ataduras.
Cantan lo que aman
en el momento que aman.

Los poetas de la tierra, cuando quieren cantar,
van a un editor.
A los poetas del cielo les basta con hacer click.
Los poetas de la tierra,
cuando quieren ejercer de poetas,
se arrodillan ante un vate.
A los poetas del cielo les basta con entrar en la red.
Los poetas de la tierra se cierran en grupos
y se hieren en batallas.
Los poetas del cielo abominan de los ejércitos,
son solitarios, piensan, aman y duermen en paz.

Vosotros, poetas virtuales, poetas del cielo,
¡no emuléis a los poetas de la tierra!
Vosotros sois la Alhambra de la poesía.
La Alhambra no ama ser Nueva York.
Los poetas de la tierra van a Nueva York,
pero los poetas del cielo vienen a la Alhambra.

¿No veis que yo guardo celosamente mis secretos?
¿Qué soy áspera por fuera y sublime por dentro?
Los poetas de la tierra no se conocen a sí mismos.
Los poetas del cielo excavan para encontrarse.

Sólo se puede ser uno mismo
fuera del glamour y de la gloria.
¡Evitad los agujeros negros
y venid a mí!
En mis jardines aflora
la música secreta que os define.

¡Seguid como sois, poetas del cielo!
Lo tenéis todo.
Vuestros medios son invisibles
como el alma es invisible.

Los poetas de la tierra
se traicionan y se venden.
¿Cómo vais a traicionaros vosotros
si los milagros fluyen de vuestras manos?
¿Si estáis en todas las partes
y habéis vencido el tiempo?
A solas con vuestro ratón mágico
construís invisibles paredes,
con versos invisibles
que edifican torres invisibles
donde habita el duende.

No habéis venido a mí por casualidad.
Os pido que seáis
tan sólidos como mis cimientos;
tan inasequibles como mi historia;
tan fuertes como mis muros;
tan dulces como mis versos;
tan etéreos, tan misteriosos
como los príncipes que habitaron en mí.

Una multitud secreta vive en mis palacios.
Una multitud de almas
que se buscan, se aman y se abrazan
como vosotros en Internet.

¡Miraos al espejo, poetas virtuales!
Y me veréis a mí.
Y me veréis como soy.
Mi rostro es el vuestro.
¡Bienvenidos a mi reino!
¡Llevaos mi magia!
¡Dejadme la vuestra!

Gregorio Morales, Hotel Saray, Granada, 26 de marzo. 2011

martes, 22 de marzo de 2011

JUGAR A LAS CASITAS

El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, el consejero
delegado de Emasagra, Sebastián Pérez, y el gerente de
la compañía de aguas, Ramiro Angulo, en la presentación
de la nueva sede del organismo (Foto IDEAL, A. Aguilar).

Jugar a las casitas

¡Qué grandes son José Torres Hurtado y Sebastián Pérez, y qué ideas tan felices tienen! Ahora quieren llevarse Emasagra a las afueras de la ciudad y montarle una mansión digna de un jeque árabe. La megalomanía es una enfermedad que no distingue partidos. Han puesto a la venta el bello palacete de la calle Molinos para plasmar un sueño de nuevos ricos: un inmenso edificio de siete plantas cuyas fachadas simularán una cascada de agua. Originales que son, vamos.
Por una parte, les piden a los granadinos que no utilicen el automóvil. Por otra, les fuerzan a cogerlo para hacer las gestiones donde Cristo dio las tres voces. Claro que, de camino, si se equivocan en la ruta, serán acogotados por una cámara chivata y no tendrán más remedio que apoquinar la mordida correspondiente. ¿Si no, cómo van a nutrir Pepe y Sebas sus finos caprichos?
Seguro que Sebastián no jugó a las casitas de niño, y por eso le gusta hacerlo ahora. Y quiere que construyan un edificio con cascadas en las paredes, qué chuli. Sólo para divertirse con el agua igual que Nerón se divertía con las hogueras.
¿No va a ser el partido de Sebastián Pérez el que gane las municipales? ¡Pues eso! Si no, ¿para qué se presenta uno a las elecciones? ¡Para cumplir sus sueños, claro!
Anda que no va a quedar chachi un edificio con cataratas en los muros. Y como estará frente al parque de Bomberos, seguro que hasta sirve para llenar de agua las cisternas de los camiones. Ahorro añadido, sí.
Además, no son los únicos megalómanos. El alcalde de Armilla inauguró una fuente con la pepona más grande del mundo. El de Carataunas quiere abrir un polígono industrial en plena montaña. El de Almuñécar anhela reconducir el mar hasta los chirimoyos. ¡Pues ahora les toca a Torres Hurtado y a Sebastián Pérez! Recostado éste en su súper kilométrico despacho, podrá contemplar las cataratas del Niágara. ¡Ni Obama, señores!
Como estos chicos van a arrasar en las municipales, nos quedan maravillas por contemplar. Han puesto una calle patas arriba sólo para enardecerse viendo procesiones. Venderán el centro para jugar a los indios. En el desierto, lejos de los ciudadanos, porque, ¿qué pintan los ciudadanos en sus proyectos? Los ciudadanos, a pagar. Y ellos, con el dinero, a construir maravillosos Shángrilas.
La Granada íntima e histórica, para los millones; y los millones, para jugar ellos al Monopoly. Las antiguas sedes y palacios, para las manos privadas; y las manos públicas, para darles forma a sus ocurrencias sin par.
Lo que la fortuna no concede, la política lo presta. Como parece que no tienen dinero propio para construirse una mansión estilo Ciudadano Kane, echan mano del botín municipal. “¡Este edificio lo levanté yo, chicos!”. Y tan felices. ¡Qué divertido es jugar a las casitas!

Diario IDEAL, martes, 22 de marzo, 2011

martes, 15 de marzo de 2011

DAME PAN Y DIME TONTO

Paulino Plata, consejero de Cultura de la Junta 
de Andalucía, en la terraza del auditorio
Manuel de Falla (foto IDEAL)

Dame pan y dime tonto 

“Granada es la capital cultural de Andalucía”, asevera Paulino Plata. ¡Pero qué bien habla este hombre! Poseído por los graciosos hermanos Álvarez Quintero, echa flores por su boca profiriendo inauditas lindezas.
“Dame pan y dime tonto”, reza el refrán castellano. Paulino Plata lo practica a la perfección, aunque le da seductoramente la vuelta: “Me das pan y te digo listo”. ¡Qué pillín! Así que con una mano les dice a los granadinos que su ciudad es la capital cultural de Andalucía. Y con la otra, les ratea el pan de la cultura.
Lo de halagar para inflar el ego es práctica ancestral de los dandis. Estos caballeretes cogen por banda a cualquier señora y la piropean mientras le birlan disimuladamente la pasta. Paulino Plata ve a Granada como una señora encopetada. Por eso se ha subido a sus miradores, para espetarle piropos y, de camino, afanarle el parné.
Ahora, que resulta que esta señora no es como las que él conoce, un poco tontitas y pagadas de sí mismas. Esta señora está harta de que la requiebren y, a cambio, la usen y la exhiban sin darle un maravedí. “¡A ver, Paulino, dame pan y dime tonta!”, emplaza la ciudad a este sibilino gentleman. Pero el embaucador agacha solapado la cabeza. “Paulino, ¿no soy la reina de Andalucía?”, le grita Granada mientras lo ve perderse en lontananza. “¡Consulta el espejo mágico!”, se excusa el artero. Y Granada se mira al espejo de Blanca Nieves. “Espejo, espejito mágico, ¿soy la más culta?”. Y el espejo responde con telúrica y apesadumbrada voz: “¡Fuiste la más culta! ¡Pero te dejaste seducir por tenorios como Paulino Plata!”.
¡Cómo llora la ciudad deshonrada!  Creía que el pretendiente haría honor a su nombre y que la llenaría de plata para refulgir singular  y creadora en el sur de España, pero la plata desaparece por arte de birlibirloque. ¡La plata es para don Paulino, no para Granada! Así que no habrá edad de plata en esta ciudad de la Alhambra. Hojalata, sí. ¿Pero qué más da? ¡Al menos están los encendidos piropos de don Paulino!
El don Juan les susurra en secreto a sus queridas: “El pan es para mi Antequera. Y para mi Sevilla. Y para mi Málaga. Y para mi Córdoba. ¡A Granada, le bastan mis galanterías!”. ¿De qué vamos a vivir sino de las palabras floridas que salen de la boca de don Paulino? Si Granada es espíritu, ¿para qué infraestructuras? ¡Vivamos en el espíritu!
Así que Granada es la capital cultural. Debe de serlo por la cantidad de eventos que patrocina el señor Plata. Tienen que ser muy importantes, porque se mantienen en secreto. Por eso no nos coscamos. ¡Pero existir, existen! Un día de estos hasta nos regala una diadema de quincalla y, con ella, nos corona miss Andalucía. ¡Qué alto honor, don Paulino!

Diario IDEAL, martes, 15 de marzo, 2011

lunes, 14 de marzo de 2011

¡QUE ME RECONOZCAN!

Portada del libro "Relatos cortos de Ideal",
presentado el 9 de marzo de 2011 

¡Que me reconozcan!

“¡Escribo para que me reconozcan!”, clama uno de los asistentes en la entrega de los premios de relatos de IDEAL. Es la síntesis de lo que le preocupa al auditorio. Tienen frente a sí a dos curtidos narradores ‑Andrés Cárdenas y José Mª Pérez Zúñiga-, a un excelente columnista –José Morenodávila-, y a mí mismo, pero los aspectos vitales de la creación no les interesan. Se diría que el misterio de la escritura es pan comido para ellos. Así que sólo les preocupa dónde, cómo y cuándo publicar.
“¡Escribo para que me reconozcan!”, resuena en mis oídos. Pienso: si necesitas que te reconozcan, es que vives al albur de los demás. ¿Entonces qué vas a escribir? Un escritor no puede escribir para ser aplaudido. Un escritor escribe para iluminarse; para encontrarse; para decirse lo que no sabe que sabe. Cuanto más verídico, cuanto más profundo, cuanto más singular, más genera el rechazo de sus contemporáneos. Nada que no escandalice es verdadero.
El escritor que busca el reconocimiento está perdido. Pierde, primero, su propia expresión. Segundo, si no consigue el aplauso, lo corroen el rencor y la envidia. Se siente incomprendido, no por razón de lo que dice, que es más de lo mismo, sino por razón de lo que le falta: la fama.
He visto esta amargura en cientos de escritores. Una amargura que comienza desde el momento en que piensan antes en el éxito que en la verdad. Se diría que escribir es juntar líneas, y que el objetivo no es lo que éstas expresan, sino la publicidad que aportan. No es extraño que las librerías estén llenas de volúmenes prescindibles que buscan enloquecidamente el éxito con palabras de pega.
Estos escritores escriben; y luego dedican el resto de su vida a defender sus escritos. La escritura no les da paz, sino guerra; no los hace humanos, sino suspicaces; no los lleva a la verdad, sino a los espejismos.
Una persona dedica parte de su tiempo a escribir un libro y luego regresa a la vida. ¿Por qué tiene que escribir más? A menudo bastan unas páginas para mostrar nuestra música interior. Tal vez es que buscan esa música en una obra, en otra, en otra, como el que busca el amor en una mujer, en otra, en otra… sin encontrarlo jamás, porque, para encontrar algo, hay que encontrarse antes a uno mismo.
Estuve a punto de hacerle saber al interviniente la larga carrera de hastío y desesperación que le esperaba. Pero comprendí que no eran ni el lugar ni el momento. Y que de todas formas no lo entendería. Y que la vida, por sí misma, se encargaría de mostrarle la trampa. Y pedí a los dioses que, en el momento de la caída, se hiciera la luz en él. Sólo se es escritor cuando se deja de serlo.

martes, 8 de marzo de 2011

ESPAÑA ATERRADA

El miedo embarga España

España aterrada

Miedo es lo que veo allá a donde voy en Granada. No, no es la situación económica. Es algo más impalpable y sutil. Es miedo a los otros. Miedo de alzar la voz, de decir alguna verdad incómoda, de reconocer algo anodino, de mostrarse íntegramente. Aquí y allá los veo pensar qué opinarán antes de pensar qué dirán. Es un miedo inconsciente, subterráneo, intestino, que lo gangrena todo.
No debió de ser diferente en otros tiempos. La Inquisición, por ejemplo, fue fruto del miedo: miedo al pensamiento libre, a la disidencia, a la heterodoxia, a la originalidad. El mismo y terrible miedo de hoy. Y la misma inquisición asumida en los espíritus.
España está aterrada. Y por eso se ha convertido en una tirana cruel. Los españoles piden sangre ante la más nimia falta. Un pequeño error, un despiste, una metedura de pata… e inmediatamente comienzan justicieros ejércitos a rasgarse las vestiduras, a clamar riguroso castigo. El miedo los hace ávidos de sangre. Cuanto más miedo, más despiadados.
Los políticos tienen pavor. La justicia tiene pavor. Las organizaciones ciudadanas tienen pavor. Las instituciones del Estado tienen pavor. El pueblo tiene pavor. Todo es un guirigay que clama venganza. Piensan que siendo inmisericordes con los demás le pondrán coto al canguelo, pero lo único que consiguen es generar más miedo.
España ha sido siempre un país aterrado, pero ha tenido épocas de una cierta liberación. Desgraciadamente, desde el ascenso de Zapatero al poder, el miedo ha inundado los más inaccesibles rincones. En el haber de este gobernante engreído y corto de luces -el peor que ha tenido España en cinco siglos-, está la propulsión del miedo desde un espíritu mojigato y obtuso. Con él, se ha instalado entre nosotros la minucia que escandaliza, la equivocación que inflama, el desvío que acusa altisonante, la leve falta que lleva a la cárcel. Y consiguientemente, como no podía ser menos, la delación y la denuncia.
El miedo resuena en las esquinas, en los hogares, en las cafeterías, en los despachos, en las relaciones personales, y hasta en los sueños. El miedo se ha cernido sobre España como una noche implacable. Es tan universal, tan asumido, tan silencioso, que todo se derrumba cuando una persona sin temor traspone las negras paredes de la pesadilla. Entonces el sistema aúlla como si lo hubieran herido de muerte. Sangra. Y despliega sus más amenazadores fantasmas para intimidar al temerario y hacerlo volver al redil. Pero si éste prosigue en su resolución, las pavorosas barreras caen hechas añicos. El miedo se eclipsa ante quienes no se dejan avasallar por el espejismo. Su audacia es tan espantosa para el sistema, que éste esconde cagado la cabeza.
¡Si sólo hubiera diez personas sin miedo, esta inquisición se desharía como papel mojado! ¿Dónde hay diez personas sin miedo?

Diario IDEAL, martes, 8 de marzo, 2011

martes, 1 de marzo de 2011

¡MÁSCARAS FUERA!

Mª José Sánchez Rubio, delegada del gobierno
 de la Junta de Andalucía en Granada 

¡Máscaras fuera!

Me quito la máscara ahora que viene el carnaval y es preceptivo ponérsela. Sigo así los consejos de María José Sánchez Rubio, delegada jefe de la Junta de Andalucía en Granada: que los que queremos volver al pasado, nos quitemos el antifaz. ¡Y bien, yo quiero volver al pasado!
            Aunque en verdad nunca se vuelve al pasado. En el siglo XV intentaron retornar a Grecia y les salió el Renacimiento. Si nos saltáramos las autonomías, iríamos directos al futuro. Pretérito es éste de ahora, donde, para tratar con Madrid, tenemos que pasar por Sevilla. Antes había un corsé. Ahora hay dos. Afortunadamente, al futuro no le gustan los corpiños. ¡Seguro que viene una nueva Coco Chanel!
¿No puede una provincia salirse de una autonomía y pedir ser gobernada directamente por Madrid? Si no puede, debería poder. Las leyes se hacen y deshacen, amplían o corrigen, según dicte el sentido común, única ley a la que debemos someternos.
La prosperidad de que hemos disfrutado la habría traído también un gobierno central. En España, hemos vivido una etapa de delirio económico, y las autonomías, como los ayuntamientos o las diputaciones, han vivido en medio de ese delirio. Y todos han contribuido a un endeudamiento tan inmenso que los hijos de nuestros nietos aún lo estarán pagando. Y con esa apócrifa prosperidad, se ha propiciado una corrupción letal, que supera con creces toda la corrupción española contemporánea hasta 1975.
Un gobierno central puede ser corrupto, pero es un solo gobierno. Atomizado en 17 semiestados, la fiscalización resulta dificilísima. No es extraño que la mugre lo haya gangrenado todo.
¿Es que el marchamo andaluz implica sello de calidad? Lo mismo piensan los catalanes y los valencianos y los gallegos... La calidad está en la eficiencia, no en el lugar desde donde ésta se ejerce. Igual que soy andaluz, soy español. ¿Por qué suponer que lo andaluz debe primar sobre lo español? Defender los corsés es cavernario. Desde Coco Chanel, los senos respiran al aire libre. Cuantos menos gobiernos, menos tributos. Menos proscripciones. Más libertad.
Si las provincias pudieran pronunciarse por salirse de las autonomías, las capitalidades se quedarían solas. La autonomía andaluza sería Sevilla y sólo Sevilla. El resto preferiría hablar directamente con Madrid.
Con la autonomía, Granada ha perdido. De ser cabeza de Andalucía oriental, ha pasado a ser provincia de Sevilla. ¿Pero qué va a decir una delegada del gobierno andaluz? Como están cada vez más solos, estos políticos tienen que incensarse desesperadamente.
Si mañana hubiera un referéndum para tener a Madrid como único interlocutor, yo votaría el primero. ¡Qué libertad para Granada quitarse el antifaz andaluz! Granada no es Andalucía, como demuestran los mapas hasta ayer mismo. Con su invitación a desprendernos de la careta, la señora Sánchez Rubio se erige en nuestra Coco Chanel a su pesar. Sigamos sus consejos. ¡Fuera máscaras! ¡Quemad los sujetadores!

GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 1 de marzo, 2011