sábado, 29 de diciembre de 2012

MENSAJE DE AÑO NUEVO

«No seas esclavo del tiempo. Es el tiempo el que debe ser tu esclavo»

Ve el mensaje en YouTube 
 
Mensaje de año nuevo
 
Los políticos dan siempre su mensaje de año nuevo, ¿por qué no los demás? Gracias a YouTube, ahora todos podemos hacerlo y es lo que yo voy a hacer. ¿Pero qué es lo que realmente te voy a felicitar? La verdad es que lo de “año nuevo” es una ficción. Cierto que la Tierra ha dado una vuelta más alrededor del Sol, pero, para los chinos, el año nuevo no comienza hasta el 10 de febrero, y no será el 2013, sino el 4711. Los musulmanes, sin embargo, lo celebraron el 15 de noviembre pasado, y se encuentran en el año 1434. Los judíos se anticiparon aún más, y celebraron el año nuevo el 16 de septiembre. Ahora se encuentran en el año 5773.
Te digo todo esto para que te des cuenta de que cualquier período de tiempo es convencional, depende de la cultura, y por tanto no hay objetividad en los años medidos, no es algo real, y, en consecuencia, nada irreal puede traerte algo real. Este período irreal que comenzamos hoy y al que llamamos 2013 no te traerá nada especial, ni bueno ni malo, que no provoques tú, que no esté en ti o en quienes te rodean. No hay por tanto números mágicos, fechas encantadas, períodos faustos o infaustos. Todo es más duro y, a la par, más emocionante: los únicos períodos reales son los que están en ti, de modo que puedes comenzar un nuevo período siempre y cuando lo desees. Con ocasión del año nuevo, sí, pero también con ocasión de una idea original, una nueva amistad, unos estudios que inicias, un amor que te envuelve, o simplemente porque sí. No eres tú el que está en los años, no son los años los que te llevan y te traen a su merced como un corcho sobre las aguas, sino tú quien los lleva a ellos, quien los tiene a tu antojo, quien puede manipularlos a capricho, troncharlos, dilatarlos o reducirlos.
¡No seas esclavo del tiempo! Es el tiempo el que debe ser su esclavo, el que debe estar permanentemente a tu servicio. No vuelvas a decir: “No tengo tiempo”. Tienes el que tú quieras, una legión de tiempo, una eternidad de tiempo, porque la cuenta del tiempo es infinita, y tú eres más infinito aún. Cuando dejamos de adorar al tiempo y éste se halla a nuestro servicio, se agranda de forma incalculable y todo se hace permanente, las cosas cobran un perfil inusual y se llena de plenitud.
Jamás como en la montaña he tenido esta sensación. En las ciudades somos esclavos del tiempo, pero, en la montaña, somos sus señores. ¡Extraño que ocurra así! Aunque tal vez hay una explicación: los humanos, como los grandes cuerpos celestes, tenemos gravedad, y cuantos más humanos estamos viviendo juntos, mayor es la gravedad que proyectamos, y, de esta forma, las grandes aglomeraciones humanas nos abducen en la vorágine del tiempo, nos atrapan en su remolino y caemos agitados en el vórtice, y las horas, los minutos y los días pasan de forma vertiginosa ante nosotros, y, al final, el agujero negro nos abduce y entonces se acaba nuestro tiempo. Pero lejos de las grandes aglomeraciones, somos libres, estamos ligeros, no hay curvatura del espacio que nos precipite al vacío, y el tiempo se pone a nuestro servicio.
Por ello, quienes se van a residir a grandes ciudades pensando que allí palparán más su tiempo, que serán más actuales, más “modernos”, son paradójicamente sacrificados al tiempo, se sumergen en él, es decir, en lo consabido, en el tópico, en el espíritu del tiempo, que siempre es mostrenco y está manido. Pero quienes se retiran de las aglomeraciones, se liberan del tiempo y hacen así emerger su propio espíritu, dando a la luz cosas siempre nuevas, cosas que marcan su tiempo. He aquí la verdadera proeza: no ser marcado por el tiempo sino marcarlo a él. Es entonces cuando se alcanza la verdadera modernidad. Como dijo Nietzsche, todo lo realmente importante sucede siempre fuera de la plaza pública. Quienes han impuesto su sello a los tiempos son quienes previamente se han deshecho de ellos.
Yo te deseo que comiences un nuevo año en el que te liberes del tiempo. No son los años los que pasan por ti, no son los años esos caballos salvajes que te pisotean, sino tú el que debe ser Atila sobre ellos, quien no debe dejar que la hierba del tiempo corroa tus pies.
Alégrate por tanto de que puedas pasar a través del tiempo y no padecer achaque alguno, no ser mordido por los meses, no ser amilanado por los años. ¿No ves en el campo o en los pequeños pueblos a esos hombres y mujeres centenarios que siguen realizando sus actividades como si nada? Están lejos del agujero negro que formamos los hombres apelmazados. ¡Yo te deseo que para ti sea igual! Si no puedes apartarte de la urbe, no estás perdido, pues igual que los hombres reconstruyen en la tierra espacios ingrávidos, hay técnicas para no ser aplastado por el tiempo mientras nuestros semejantes caen consumidos a nuestro lado. Una de ellas es la meditación: meditar unos minutos al día. Con eso basta. El arte es otra alternativa: cuando te entregas a él con toda la pasión y la iconoclastia de tu espíritu, te alejas del tiempo. Eso sí, no esperes ser reconocido. Quienes son reconocidos inmediatamente son quienes caen hacia el agujero negro con los demás. Quienes están en la gravedad no pueden reconocer a quienes se han zafado de ella, o bien les molestan o incluso les agravian, y la postura es la indiferencia, el rechazo o la condena. No, quienes se han zafado de la gravedad y van a una velocidad superior a la de la luz, sólo son entendidos cuando el paso del tiempo hace que sus siervos alcancen al héroe que se liberó de él. Y entonces comienza la admiración, lo ven como un ejemplo a seguir. Y es que son aquellos que se han liberado del tiempo los que nos sirven de guía e iluminación. Los grandes hombres y mujeres de la humanidad siempre se zafaron de la gravedad y por eso todos los tiempos les pertenecen: Cervantes, Shakespeare, Bulgákov, Frida Kahlo, Virginia Woolf, Borges…
Yo te invito a que no adores el nuevo año. Ese es mi mensaje. Aléjate de los sitios donde sopla la gravedad, donde hay pendientes y abismos que te atraen hacia la trivialidad y el tópico. Halla el año nuevo en tu mente. Ten el valor de trazar tu propio calendario. De esta forma, ¡feliz año nuevo! El que quieras, el que desees.
 
GREGORIO MORALES
1 de enero 2013


miércoles, 19 de diciembre de 2012

CHIN CHIN CON ESCÁNDALO

«¡Brindo por que escandalices en 2013!»
 
Añade escándalo a tu brindis de 2013 (foto: Gastronomía Molecular)
 
Chin chin con escándalo
 
Te deseo un feliz 2013 presidido por el escándalo. Un 2013 donde alteres a tus semejantes, los sulfures y hagas que se mesen los cabellos. ¿Por qué? Porque todo lo que escandaliza lleva en sí algo de verdad, una verdad necesaria pero que no queremos reconocer, algo que se necesita perentoriamente pero que se teme. España se encuentra en un estado crítico, entre continuar junto a las naciones desarrolladas o hundirse en la sumisión y el adocenamiento. Y la única forma de salir del atolladero es nombrando las verdades innombrables, las que generan condena, victimismo, apasionado debate y lucha; las verdades que provocan escándalo entre los biempensantes, los mojigatos, los integristas, esos santurrones contrariados que impregnan la vida política española. España necesita llenarse de escándalo, convulsionarse desde Finisterre a Gata, sacudirse de su torpe inercia, de su sopor anclado en los tiempos del pelotazo, del urbanismo salvaje, de la inflación de políticos, que curiosamente siguen siendo los mismos. España está en coma y anhela que la revivan miles de electrocks.

Brindo porque en 2013 sucedan cosas que subleven, que hagan alzar la voz, que agiten, que conmuevan. Si producen estos efectos, es que portan una realidad relegada, y en muchas de ellas está el único camino posible para superar la catatonia. Te deseo que tu vida se llene de Mas, de Werts, de Boadellas, de Guindos, de Gordillos, de Roucos. Quienes no escandalizan es porque están muertos, porque se acoplan a lo consabido, porque no intentan soluciones, porque quieren agradar y, de camino, aumentar su peculio. ¡Es a estos tibios de corazón a los que debes temer! Durante lustros te han estado regalando los oídos mientras se llenaban los bolsillos.

Que en 2013, pues, te rodeen tipos que generen resquemor, reticencia, desconfianza y canguelo. Ábreles la puerta para que digan todo lo que tienen que decir y se airee esta viciada nación. Brindo para que tú seas uno de ellos, para que te atrevas a decir lo que siempre has silenciado, lo que no es políticamente correcto, lo que crea verdugones, cuanto de verdad ves ante ti, porque, aunque siempre has callado, tú ojos no han podido dejar de ver. ¡Ahora debes nombrarlo! Apercíbete de que el poder utiliza la culpabilidad y el oprobio para contrarrestar la percepción. Atrévete a ser descalificado. Que al menos no lo seas a tú propios ojos. Si no das el paso, nadie a tu lado lo dará y todos nos iremos contigo al precipicio.

Allá donde veas una persona unánimemente condenada, repara en que porta algo ignorado y de alguna forma necesario. Puede que estés o no de acuerdo, pero el indicio de tu verdad será que tus opiniones generarán también escándalo. Dale un buche al cava y luego di unas palabras que escandalicen a tus comensales. Si lo logras, ¡feliz 2013! ¡Estás vivo! ¡España está viva!
 
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 18 de diciembre, 2012


miércoles, 12 de diciembre de 2012

LA BASCA

«Antes los enemigos de España eran Francia o Inglaterra. Ahora son las regiones»
 
 
Diego Valderas conversa con José Antonio Griñán, que se ha convertido en un adalid de la España federal (foto: ABC)
 
La basca
 
Proponer un estado federal como desde hace un mes plantea el PSOE es un error tan grande como lo fue la instauración de las Autonomías. Las primeras se formularon como un modo de neutralizar las reivindicaciones independentistas del País Vasco y Cataluña, y nos han conducido a esta situación enloquecida: inflación de políticos, brutal déficit, período electoral permanente…
Hubo un tiempo en que los enemigos de España eran Francia o Inglaterra. Ahora los enemigos de España son sus regiones. Si el gobierno central dice A, en una región dicen B, y en la otra C, y en la siguiente D… Todo es un guirigay de deslealtades, insultos, traiciones y puñaladas. España es un circo lleno de victimismo barato, de demagogia de la peor calaña. No hay país que pueda avanzar de esta forma.
¡Y para salir del culo de saco se propone otro culo de saco! Si las Autonomías ningunean las leyes del país, ¿qué garantiza que no suceda lo mismo en un estado federal? No podemos convertir a España en una federación porque a un señor Mas se le ocurra pedir la independencia. Estamos hartos de leyes circunstanciales, que surgen en el momento de la emoción y luego conducen a que nos encontremos peor que antes de promulgarlas.
Seamos sinceros: los nacionalismos hispanos, en aras de su excelsa labor mesiánica, no respetan leyes; se las saltan ahora y se las saltarán posteriormente aunque dimanen de un estado federal. Proponerlo, por tanto, no sólo constituye una letal ingenuidad sino también un riesgo mayor que la propia secesión de Mas. Es como si, para atajar una herida en la muñeca, nos cortáramos el brazo. ¡Solucionado, claro! Los españoles somos muy dados a estas amputaciones carniceras para restañar arañazos. ¿Acaso no fue la Guerra Civil algo de esto? Con la excusa de restaurar el orden, se llevó al matadero a medio millón de personas.
La propuesta patentiza el abismo que se ha abierto entre la clase política y los ciudadanos. Cuando la gran mayoría de los españoles desea que se dé carpetazo a las Autonomías, vienen estos políticos desnortados y se sacan de la chistera el estado federal. Claro que  tal vez luchan confusos por su supervivencia y huyen hacia delante. En lugar de revertir las Autonomías, que es lo que necesita el país, ahondan en ellas para conservar codiciosos su ración de poder. Resulta patético ver sus cortas miras, su egoísmo patológico, lo errado de sus presupuestos, sus palos de ciego, lo precario de sus decisiones y el abominable desdén por las consecuencias.
Es ya milenaria la tradición española de no tener suerte con los políticos y que nos conduzcan cíclicamente a un callejón sin salida. Mientras nos pierden en retorcidos laberintos, la solución es simple y está al alcance de cualquiera. Pero esa solución pasa por achicar los kiosquillos autonómicos. ¡Y ahí con la basca hemos topado!
 
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 11 de diciembre, 2012


martes, 4 de diciembre de 2012

LAS MOSCAS

«Ya no serán las moscas esas “amigas viejas” de las que hablaba Antonio Machado»
 
Una mosca a la búsqueda de su objetivo (foto: Sciencia y Technología)
 
Las moscas

¡Cuidado, una mosca! No, no lo digo porque vaya a posársete en la nariz o hurgue en la comida… ¡es que se trata de un drone! Como sabes, los drones son esos pequeños artefactos de algunos ejércitos modernos que vuelan sin piloto y reconocen terrenos, espían donde les da la gana y estallan sobre los enemigos sorprendidos. Pues bien, ahora, según afirma la revista Scientific American, se van a hacer en versión comercial. Es decir, que dentro de un par de años, por menos de 50 euros podremos comprar en cualquier tienda una mosca teledirigida con cámara incorporada y desvelar cuantos secretos nos apetezcan: lo que hace Fulanito al salir del trabajo, lo que Pepita y Nieves hablan cuando van al servicio, cómo tiene puesta la casa el vecino, qué está haciendo de comer la peña, si nuestra pareja nos es fiel o  nos la está dando… y cuanto anhele nuestra malsana curiosidad.

            ¡Y todo porque a los señores Koh y Wich, que estaban hartos de patearse las selvas de Sumatra para investigar a los orangutanes, se les ha ocurrido fabricar un avioncito con cámara y GPS, y les ha salido tan barato y con tal éxito que varios empresarios avispados han comprendido que los drones pueden ser también patrimonio de la gente corriente!

            Desgraciadamente las moscas ya no serán esas “amigas viejas” de las que hablaba Antonio Machado en su célebre poema. ¡Ahora habrá que recelar de ellas! Aunque, en realidad, casi todos llevamos una mosca con nosotros, salvo que va en el bolsillo o en el bolso: el smartphone. Con él, dejamos huella en todopoderosos ordenadores de los lugares por donde pasamos, de modo que podemos ser inmediatamente localizados aunque estemos en el fin del mundo, se sabe con quiénes nos reunimos, el tiempo que invertimos, cuando entramos y salimos de casa…

Eso sí, con los smartphones, son los gobiernos y las compañías los que nos controlan, pero, con la mosca-drone, ¡podemos ser cada uno de nosotros los que controlamos a los demás! ¿Que no tengo ganas de salir? Le digo a mi mosca que se dé un garbeo por Puerta Real y sacio mi curiosidad en la pantalla de la tele. ¡Hasta puedo husmear en los periódicos que leen los transeúntes y comprobar si están leyendo aterrados esta columna!

            La privacidad está obsoleta. Nuestra intimidad es ahora pública y lo será cada día más. El mundo se va a convertir en un gigantesco estudio donde se representará permanentemente Gran Hermano. Nada de secretos, nada de recogimiento, nada de reserva, nada siquiera de ir a comprar tabaco y desaparecer. ¡Los nuevos ojos de Dios lo ven todo!

            Ahora es cuando cobra sentido la expresión castellana “por si las moscas”. Así viviremos, por si las moscas. ¡Y yo que creía que don Antonio Machado lo había dicho todo sobre tan contumaces insectos!
 
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 4 de diciembre, 2012