«Ya no
serán las moscas esas “amigas viejas” de las que hablaba Antonio Machado»
Una mosca a la búsqueda de su objetivo (foto: Sciencia y Technología) |
Las moscas
¡Cuidado, una mosca! No, no lo digo porque vaya a posársete en la nariz o hurgue en la comida… ¡es que se trata de un drone! Como sabes, los drones son esos pequeños artefactos de algunos ejércitos modernos que vuelan sin piloto y reconocen terrenos, espían donde les da la gana y estallan sobre los enemigos sorprendidos. Pues bien, ahora, según afirma la revista Scientific American, se van a hacer en versión comercial. Es decir, que dentro de un par de años, por menos de 50 euros podremos comprar en cualquier tienda una mosca teledirigida con cámara incorporada y desvelar cuantos secretos nos apetezcan: lo que hace Fulanito al salir del trabajo, lo que Pepita y Nieves hablan cuando van al servicio, cómo tiene puesta la casa el vecino, qué está haciendo de comer la peña, si nuestra pareja nos es fiel o nos la está dando… y cuanto anhele nuestra malsana curiosidad.
¡Y todo
porque a los señores Koh y Wich, que estaban hartos de patearse las selvas de
Sumatra para investigar a los orangutanes, se les ha ocurrido fabricar un
avioncito con cámara y GPS, y les ha salido tan barato y con tal éxito que
varios empresarios avispados han comprendido que los drones pueden ser también
patrimonio de la gente corriente!
Desgraciadamente
las moscas ya no serán esas “amigas viejas” de las que hablaba Antonio Machado
en su célebre poema. ¡Ahora habrá que recelar de ellas! Aunque, en realidad,
casi todos llevamos una mosca con nosotros, salvo que va en el bolsillo o en el
bolso: el smartphone. Con él, dejamos huella en todopoderosos ordenadores de
los lugares por donde pasamos, de modo que podemos ser inmediatamente localizados
aunque estemos en el fin del mundo, se sabe con quiénes nos reunimos, el tiempo
que invertimos, cuando entramos y salimos de casa…
Eso sí, con los smartphones, son
los gobiernos y las compañías los que nos controlan, pero, con la mosca-drone, ¡podemos
ser cada uno de nosotros los que controlamos a los demás! ¿Que no tengo ganas
de salir? Le digo a mi mosca que se dé un garbeo por Puerta Real y sacio mi
curiosidad en la pantalla de la tele. ¡Hasta puedo husmear en los periódicos
que leen los transeúntes y comprobar si están leyendo aterrados esta columna!
La
privacidad está obsoleta. Nuestra intimidad es ahora pública y lo será cada día
más. El mundo se va a convertir en un gigantesco estudio donde se representará
permanentemente Gran Hermano. Nada de secretos, nada de recogimiento, nada de
reserva, nada siquiera de ir a comprar tabaco y desaparecer. ¡Los nuevos ojos
de Dios lo ven todo!
Ahora es
cuando cobra sentido la expresión castellana “por si las moscas”. Así
viviremos, por si las moscas. ¡Y yo que creía que don Antonio Machado lo había
dicho todo sobre tan contumaces insectos!
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 4 de diciembre, 2012
Aqui se rompen todos los limites ... en lo malo sentido .
ResponderEliminarBeatriz Pereira
¡Así es, Beatriz! Esperemos que la opinión pública, las leyes o algún imponderable haga fracasarel proyecto, porque si no...
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