martes, 28 de junio de 2011

VIEJO RÉGIMEN

Políticos del viejo régimen: Rajoy, Rubalcaba, Cayo Lara

Viejo régimen

Sean del partido que sean, actúan igual. Ahí está el alcalde de Cájar, del PP. Lo primero que ha hecho es subirse el sueldo. En Armilla, Antonio Ayllón ha sido tan generoso liberando concejales, que sus sueldos importarán 24.000 euros más que cuando estaba el PSOE.
Aquí no hay ni buenos ni malos. Sólo políticos que atufan a “viejo régimen”. Un régimen es viejo cuando no puede desprenderse de sus vicios. Cuando la inercia pesa más que el movimiento, cuando lo manido es más importante que lo nuevo, cuando lo absurdo vale más que lo sensato. Los ciudadanos están indignados, claman otro tipo de proceder, pero estos políticos están pegados a la herrumbre.
La mayoría de los políticos españoles, sean del signo que sean, hieden a viejo régimen. Como Cayo Lara. Se va a las manifestaciones de los Indignados a decirles que coincide con sus reivindicaciones, y luego quiere doblegar a los diputados de Izquierda Unida en Extremadura. ¿No sabe Cayo Lara que la Constitución prohíbe expresamente el mandato imperativo? Los diputados son libres, pueden votar lo que deseen, es delito darles consignas. ¿Cómo pretende, por más secretario general que sea, imponerles sus dictados? ¡Pero si los elegidos son ellos, no él! ¿Qué es esto de tratar de avasallar la voluntad de unos diputados? Cierto que lo hacen todos. Por eso todos apestan a viejo régimen.
Es el régimen del que abominan los españoles. Un régimen es viejo cuando es incapaz de salirse de las movedizas sendas trazadas por sus abuelos. Un viejo régimen siempre te lleva al abismo. Al abismo va España con estos políticos anquilosados en putrefactas costumbres, calamitosos errores, cegatas perspectivas.
Se enquistan en la política como si fuera una madre nutricia, como ninis, y ya no quieren salir de ella, y, con este objetivo, hacen lo que se tercie. Como Miguel Castellano, ex alcalde de Loja, que en lugar de permanecer con su partido en la oposición, se ha evadido para ser director general de Museos de Andalucía. Y José Antonio Aparicio quien, por la misma razón, ha hecho la pirueta de saltar desde la Diputación, donde tenía los días contados, a la delegación de Hacienda. Hagan lo que hagan y pase lo que pase, el partido los amamanta.
¡Nefasta endogamia! ¡Estulto egoísmo! La endogamia y el egoísmo propios de los viejos regímenes. Mientras todos dicen simpatizar con los Indignados, sus prácticas los desmienten. En los viejos regímenes, nunca se hace lo que se debe hacer, sino lo que siempre se ha hecho.
España huele a viejo régimen. Sea en el País Vasco, en Madrid o en Andalucía, se trate de Rubalcaba, de Rajoy o de Cayo Lara, todos serán juzgados por igual. Como quienes, ateridos por cansinos y soñolientos usos, no supieron desperezarse y condujeron la democracia española al cataclismo.
¿Podrán las nuevas generaciones salir de este agujero negro?

Diario IDEAL, martes, 28 de junio, 2011

martes, 21 de junio de 2011

CENTRO DE ESPAÑA

Dos clamores frente a frente en el centro de Granada
el domingo 19 de junio: el de los indignados (izquierda)
y el de los celebrantes del ascenso del Granada C.F. a
Primera. Fotos de Pepe Torres y M.A. Molina.

Centro de España
El domingo se juntaron dos clamores en Granada. Miles de ciudadanos estallaban de felicidad, gritaban eufóricos, daban vivas, enarbolaban banderas rojiblancas. Otros hervían de indignación, reclamaban reformas, pedían democracia real, esgrimían reflexivas banderas. Los primeros se habían echado a la calle porque un equipo de fútbol, el Granada C.F., había ascendido a primera. Los segundos, porque los partidos han gripado la democracia. Los primeros no se alegraban de su propia victoria, sino de la victoria de 11 hombres; no se gloriaban de lo que habían conseguido por sí mismos, sino de lo que habían conseguido otros; no ponían el destino en sus propias manos, sino en los pies de otros. Los segundos perseguían alegrarse de sus propios triunfos y lograr que éstos les pertenecieran.
La dicha de los primeros ocultaba la gravedad del momento, el paro despiadado, los privilegios políticos, la enajenación democrática; era como si viviéramos en el mejor de los mundos posibles. La indignación de los segundos ponía al descubierto la oprimente realidad, la penuria de miles de familias, la prepotencia política, la dictadura de los partidos, el país de opereta.
La alegría de los primeros, grata a los políticos engolfados en sí mismos; la que le gustaba al franquismo, que en los días conflictivos como el 1 de mayo televisaba grandes partidos que mantenían a las masas en el hogar; la que les ha gustado a los tiranuelos, a los impostores. La indignación de los segundos, la que temía el franquismo y la que temen sus herederos sociológicos; la que hace temblar a los corruptos, a los paternalistas, a los apócrifos.
Durante un momento que pareció eterno, ambos clamores coincidieron en la plaza del Carmen. El pasado y el futuro mano a mano. Fue como un choque de épocas. Fue como un aleph que reunió en un tiempo todos los tiempos. Por una parte, quienes hacían señores de su alegría a 11 hombres. Por otra parte, quienes deseaban ser señores de su alegría.
Los primeros representaban un país donde el mérito es asentimiento, aclamación, espectáculo, masa. Los segundos, un país donde el mérito es personal y reside en el trabajo, en el estudio, en el pensamiento, en la excelencia. Los primeros eran una cansina desesperanza. Los segundos, la única esperanza posible.
Nunca como el domingo en Granada estuvieron representadas tan claramente las dos Españas: la de charanga y pandereta, y la de la rabia y de la idea, que dijo Machado. Puerta Real fue como muchas otras veces el centro de España.
El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, recibirá hoy a los jugadores del Granada. Pero no recibirá a ninguno de los miles de indignados que el domingo abarrotaron la ciudad. Resulta obvio: un clamor maquilla las miserias; el otro, las desvela. Quienes no aman a su pueblo relegan a Machado y ensalzan a la señorita Pepis.

Diario IDEAL, martes, 21 de junio, 2011

martes, 14 de junio de 2011

INDIGNADOS Y VAMPIROS

Vampiros buscan indignados

Indignados y vampiros

Políticos de todos los signos se ofrecen para liderar las reivindicaciones de los indignados. ¡Y, sin embargo, son los mismos que, por acción u omisión, con el silencio cómplice o la colaboración taimada, han llevado España a esta tercermundista postración!
            Quienes por su ineficacia han producido la indignación de miles de ciudadanos y les han obligado a tomar las calles, quieren ahora capitanearlos. ¡Hay que desconfiar de ellos! Son como el rey Midas, salvo que, en lugar de transformarlo todo en oro, anquilosan cuanto tocan. ¡Me imagino el movimiento en sus manos!
Antes de confiar en ellos, hay que probarlos. Lo primero es romper sus manidos esquemas. Hablar con ellos, por ejemplo, de la situación política. Si critican al contrario pero hacen la vista gorda sobre los suyos, lo mejor es mostrarles el trasero. ¿Cómo va a dirigir un movimiento quien sólo ve media realidad? Los que tienen vigas en los ojos no pueden guiar una caravana.
Hay que pedirles a los de derechas cosas consideradas de izquierdas, y a los de izquierdas, de derechas. Si se arredran, o se ofuscan, o se escandalizan, entonces tampoco sirven. En realidad, no existen ni las derechas ni las izquierdas, sino la coherencia, la sensatez, el talento y el amor a los otros, y nadie tiene la exclusiva. Si no son capaces de saltar por encima de los prototipos, ¿de qué van a ser capaces?
Hay que preguntarles qué les mueve a querer enarbolar las reivindicaciones de los indignados. Si dicen que es por el pueblo, o porque buscan la democracia real, o porque el país necesita una renovación, se recomienda estallar en estruendosas carcajadas. ¡Es mentira! ¡Es pura demagogia! Sólo los que han sentido en sus carnes la miseria de la política española, la promoción de los sumisos, el desprecio del talento, el imperio del dinero fácil, la penuria laboral, las caudinas leyes de igualdad, sólo esos tienen razones para que esto cambie ¡Pero estos políticos han visto cómo los españoles eran heridos y ninguno ha renunciado a su confortable observatorio! ¿Cómo van a cambiar las cosas quienes se sienten confortables? Bastará con insinuar que pueden perder su confort para verlos huir aturullados y despavoridos.
Hay que preguntarles para qué quieren cambiar España. Y cuando estén ampulosamente respondiendo, cortarlos. E inquirirles por sorpresa qué defectos propios han corregido a lo largo de su vida. Si no saben qué responder, si vacilan, si balbucean generalidades o tópicos, entonces hay que batibolearlos con una contundente coz. ¡Tampoco sirven! ¿Cómo va a cambiar un país quien no ha sabido cambiarse a sí mismo? Buscan fuera lo que no tienen dentro. ¡Éstos son los más peligrosos! Con ellos, la gangrena está asegurada.
¡Hay que examinarlos una y mil veces! Drácula siempre engaña para sorber sangre fresca. Si los indignados no quieren convertirse como ellos en adocenados vampiros, ¡que repelan sus letales besos!

Diario IDEAL, martes, 14 de junio, 2011

domingo, 12 de junio de 2011

EL RÍO DE LA VIDA

El río Níger desde la maravillosa cámara de Alicia Núñez

La vida en torno al río. Fotografías de Alicia Núñez
Casa-Molino Ángel Ganivet
Cuesta de los Molinos, 8
GRANADA
Hasta el 30 de junio
  
El río de la vida

Para demostrar que la vida es un río, Alicia Núñez se ha ido a Mali y se ha embarcado con una cámara fotográfica por las aguas del Níger. Ha hecho como Siddhartha, el personaje de Hesse: ver en el río a sus semejantes. Y así, mientras discurría sobre las aguas, ante ella discurrían otras vidas, vidas de hombres, de mujeres, de niños, y ella les daba cobijo en su corazón con forma de cámara fotográfica. Un gran corazón para que hayan cabido tantos entrañables personajes.
Del Níger a la acequia Gorda, porque las fotos de Alicia se cuelgan en la casa-molino de Ángel Ganivet, por donde se precipita un torrente de aguas de la sierra. Nada es gratuito y, si ella ha ido por el río de la vida escuchando agua, nosotros vamos por la vida de su río escuchando agua.
La vida es un río y lo mejor es entregarse, fluir con él. Como ha hecho Alicia. Por eso no juzga, no denuncia, no reprende. Navega con el río y mira sin prejuicios. Su visión es una bocanada de oxígeno. ¡Qué alivio ser simplemente, más allá de modelos y constricciones! Ése es el derecho que Alicia les concede a quienes se cruzan en su camino. Alguien tan libre que puede simplemente mirar, tan despojado que, cuando ve, no se ve a sí mismo, sino que ve lo que realmente tiene delante, es un regalo de la fortuna. Los dioses les han concedido a los pobladores del Níger los ojos sabiamente ingenuos y apasionados de esta mujer.
La maravilla de Alicia Núñez es que deja ser. ¡Esto es la plenitud! Alicia no se refleja en sus fotos, y justamente por ello, se refleja en nosotros. Podemos juzgarla porque no juzga. Mucho debe de amar quien tanto amor expresa. Sólo quien ama desbocadamente la vida puede permitirse el lujo de aceptarla sin palinodias.
En sus fotos, no hay una sola figura que no esté vista con amor: el viejo que sonríe sobriamente, las mujeres que se enjabonan en la orilla, la Venus que carga el hijo a sus espaldas, la canoa que navega por una superficie de oro… Amor por todas partes. Y, en consecuencia, una sublime belleza.
Alicia Núñez ha navegado por un mítico río, un río en el que pasado, presente y futuro son simultáneos. Por eso sus fotografías parecen a la vez intemporales y rabiosamente modernas. No son sólo un arte profundo y luminoso, sino sobre todo un mensaje que nos impele a ser nosotros mismos, que nos dice que no hay indignidad que pueda abatirnos, que nos recuerda que la verdadera belleza mana de dentro.
Alicia se ha perdido en el desierto y se ha ungido con sus aguas para traernos un mensaje de renovación y esperanza. No se trata de una exposición cualquiera. La vida está en ella. Está el río de la vida por el que navegamos.

Diario IDEAL, miércoles, 15 de junio, 2011

jueves, 9 de junio de 2011

UN POEMA


Nací con un caballo
para recorrer el mundo
y conquistarme a mí mismo.
Me quitaron el mundo.
Asesinaron el caballo.
¡Y entonces llegué a mí mismo!
El caballo eran ellos.
Yo era el mundo.

Gregorio Morales

martes, 7 de junio de 2011

ALHAMBRA INDIGNADA

Indignados reunidos el domingo 5 de junio
junto a la puerta del Vino, en la Alhambra
(foto extraída del blog de Noelia Vera)

Alhambra indignada

¡Esto es mucho mejor! La indignación de la plaza del Carmen se escucha en Granada. Pero la de la Alhambra, en todo el país. Los indignados se han percatado de que si quieren resonar más allá de la urbe, el lugar de protesta es la Alhambra.
Los palacios nazaríes tienen gancho. Su música suena como un gong. Me lo dijo Mª del Mar Villafranca: “¡No te puedes imaginar el poder de convocatoria de la Alhambra!”. Ahora lo sé. No es que sea una vía. Es que es la Vía. Desde la Alhambra, todo se amplifica. Todo se escucha. Todo trasciende. Ante ella, la puerta del Sol es un juego de niños.
El domingo, la Alhambra se convirtió en la conciencia de España. Los indignados subieron a la colina como una mesnada democrática. Como los conquistadores de un nuevo orden. Y sacaron a Granada de su ominoso letargo para ponerla en vanguardia de la indignación.
Hasta el domingo, los medios nacionales habían concedido poca importancia a los acampados en la plaza del Carmen. Pero desde el domingo, los indignados granadinos marchan con la cabeza del movimiento. Cientos de medios se han hecho eco de su protesta. El mundo ha identificado la belleza de la Alhambra con la bella dignidad de los manifestantes sureños.
Hay lugares que son encrucijadas del tiempo. La Alhambra es la encrucijada de España. Desde ella, se gobernó la ciudad más populosa de Europa. En ella, se consumó la unidad nacional. En sus aposentos, nació la poesía renacentista española. A su vera, Juan de la Cruz escribió los versos más hermosos de nuestra literatura. En su corazón, el cante jondo fue rescatado para el Arte. Ahora, en ella, los indignados claman por que la Junta no destruya Andalucía ni a los andaluces. Parece una verdad de Pero Grullo. Lamentablemente no lo es.
Desde la Alhambra, al mundo. Lo que los políticos han hipotecado, la Alhambra lo deshipoteca. La voz de una ciudad abducida, estallando de pronto a la luz. ¡Qué inteligentes han sido los organizadores!
Las consignas resuenan. “Andalucía no es tu cortijo”, le estamparon al consejero Díaz Trillo, que trató de contemporizar, pero al que le salió el tiro por la culata. El catering con el que iba a agasajar a sus premiados, acabó en un comedor social. ¡Como debe ser! La plaza de los Aljibes se convirtió en un aleph que sumó todas las plazas indignadas de España.
Los lugares no son gratuitos. Lo importante es el entusiasmo, las propuestas singulares, la inteligencia, pero, si no se elige el lugar preciso, imposible levantar el vuelo. Desde la Alhambra, se gana el mundo. Si la Alhambra está indignada, cientos de diarios están indignados. ¡Sólo entonces los políticos comienzan a moverse!
            En la puerta del Sol o en la plaza del Carmen, los indignados son inofensivos. En la Alhambra, una revolución.

Diario IDEAL, martes, 7 de junio, 2011