Sebastián Pérez muestra, en la sesión de control del Senado
del 26 de abril de 2011, la carta del presidente de
Caja Granada en que confirma que ésta contrató
con una empresa del hijo de Manuel Chaves
Enemigo del pueblo
Han declarado enemigo del pueblo a Sebastián Pérez por reafirmarse en que Caja Granada pagó comisiones al hijo de Chaves. Yo también pensé al principio que sus acusaciones eran gratuitas. Pero tras las revelaciones periodísticas que se han venido sucediendo, parece que lo afirmado por el presidente del PP no es ningún despropósito.
Recuerdo la obra de Ibsen “Un enemigo del pueblo”, cuando el doctor Stockmann descubre que las aguas del balneario del que vive la ciudad están infestadas, y, lejos de reconocer su trabajo y actuar en consecuencia, sus conciudadanos lo declaran “enemigo del pueblo”. Prefieren que enfermen los clientes a que merme su economía.
Sebastián Pérez ha sido acusado de llevar la política a Caja Granada; de jugar con el dinero de los granadinos; de poner en peligro lo que nos da de comer. ¡Y, sin embargo, ahora más que nunca, lo que dice parece verosímil!
Hay un extraño juego de complicidades en los negocios del hijo de Chaves, que ha hecho de puente entre la Junta y empresas secretamente ligadas a él. Entre ellas, Publicaciones del Sur, que durante la presidencia de Antonio María Claret obtuvo de Caja Granada un sustancioso contrato publicitario. Sebastián Pérez no se ha inventado nada.
Caja Granada es una empresa muy importante para esta ciudad. Su salubridad económica es en gran parte la salud no sólo económica, sino también cultural de Granada. ¡Pero la verdad es igual de importante! Y el deber legítimo de la oposición es desvelar las imposturas, señalar los errores, combatir la corrupción. Para eso se la elige. Para eso se la paga. Sebastián Pérez está cumpliendo con su deber.
Cierto que cuando se dan conclusiones sin los testimonios que han conducido a ellas, éstas parecen subjetivas, caprichosas y oportunistas. Y se alzan lógicas e indignadas voces. Pero las pruebas que están aportando otros medios son cada día más irrefutables. Y producen escalofríos.
El presidente del PP no se ha arredrado como el funambulista que es. Y los funambulistas a veces tropiezan y caen, pero, otras, llegan a su destino. Y contra todo pronóstico, Sebastián Pérez está llegando a su destino sano y salvo. Cuando las voces airadas se aquietan, la verdad emerge real y contundente.
Siento admiración por aquellos a quienes las fuerzas vivas declaran “enemigos del pueblo”. Por aquellos que, convencidos de la verdad, no temen los insultos ni las descalificaciones. No se puede rendir un mejor servicio a los ciudadanos que oponerse a la mendacidad. Pues la mentira, aunque en un principio parezca salvarnos, nos conduce indefectiblemente a la podredumbre y al desastre.
En la obra de Ibsen, Stockmann sigue hasta el final, a pesar de la excomunión generalizada. ¿Lo hará Sebastián Pérez? ¡Por el bien del pueblo, confío en que siga siendo “enemigo del pueblo”! Como afirma Stockmann, “el hombre más poderoso del mundo es el que está más solo”.
Diario IDEAL, martes, 3 de mayo de 2011
Para mi lo peor de todo es que este vocinglero que hoy alagas y alabas es tan corrupto como aquellos a los que acusa, por eso se lo llevaron al senado, para protegerlo por si no conseguían enterrar sus "adquisiciones y futuras urbanizaciones" en La Alpujarra. Solo está devolviendo favores.
ResponderEliminarEs tan indecente todo esto.
No lo alabo a él, Anónimo, alabo su actitud en la búsqueda de la verdad. Pero también alabaría la de cualquier otra persona o político de cualquier signo que la buscara también, incluyendo lo que presuntamente denuncias. La verdad tiene que conocerse, sea la que sea y duela a quien duela. Que los motivos de Sebastián Pérez para buscar la verdad sean espurios o no, no me compete saberlo. Lo que me interesa es que corra el velo. También me interesa que lo corras tú, Anónimo, porque pareces saber muchas cosas, y el mismo apoyo que le doy a él, te lo doy a ti si me presentas pruebas de cuanto afirmas. La verdad es la verdad. No tiene colores ni partidos.
ResponderEliminarNo es una búsqueda de la verdad, como quieres hacernos pensar, es todo lo contrarío, una cortina de humo.
ResponderEliminarLa verdad solo la puede buscar aquel que no tiene nada que ocultar, el que vive verdad en sí mismo, independientemente de lo que opinemos los demás sobre él.
Esto que hoy relatas, porque conviene a tu partido político, (quizás te hayan pedido cuentas a ti también y necesiten una reparación a tu desaire funambulista), es exactamente lo mismo que vivimos a diario, tu malo no tu mas.
Aberración política al máximo e indefendible intelectualmente en cualquiera que tenga algo de dignidad.
El pueblo
"Mi partido político", me hace gracia. Desde luego, no es el PP... Mire usted: Soy libre. Y me expreso libremente. Cuando hablo de uno, piensan que soy del otro partido. Cuando hablo del otro, que soy del uno. A mí nadie me exige nada ni yo escribo para pagar nada. Es todo mucho más fácil: pienso realmente lo que digo. En fin, creo que no debo dar más explicaciones sobre esto y menos a quien se muestra Anónimo. Por mi parte, punto y final. Eso sí, el blog sigue a su entera disposición.
ResponderEliminarYo no estoy muy segura de que un representante de la propia podredumbre, pueda alzarse como portavoz y altavoz y tras ello ser elevado a la categoría de grandioso, como parece querer decir éste artículo.
ResponderEliminarEste señor como senador que es y como senador que habla, lo hace en representación de un partido, como parte inseparable de ese partido. Y su partido tiene tantas tramas de corrupción económica como la que vocinglea.
Para mi es como si cogiéramos un discurso cualquiera del líder del grupo ese del terrorismo, lo aisláramos de todo su entorno y escogemos solo las partes que nos puedan interesar para darle categoría y publicidad, ajeno a toda las acciones de su propio grupo. Seguro que encontramos datos suficientes en cualquier discurso puntual de Laden, Pinochet, o Hitler, que nos parezcan sensatos y totalmente loables, separados de la organización de la que formaban parte. Seguro que denuncian alguna corrupción de sus opositores o enemigos en la cual tienen toda la razón.
Pero no los podemos separar de su grupo, son parte del grupo.
Y su grupo es tan corrupto como aquello que denuncia.
Y no parece que sea un luchador que propugna la anticorrupción sea cual sea el color del interés.
Para mi sería un héroe si antes de ayudar a cubrir su propia corrupción, la del partido que representa, luchara contra ella, si ayudara a barrer la casa propia antes que la ajena.
Ese es el héroe que necesitamos. Si tuviéramos ese tipo de “enemigos del pueblo”, capaces de plantarse y sacar a la luz sus propias tramoyas, otro gallo nos cantaría
Sr. Morales por lo que se ve, aquí todos estamos podridos. Me ha gustado su artículo y lo veo totalmente objetivo y realista, y estoy seguro que el día que tenga que decir otra verdad, que duela, la dirá. (Tabarrico)
ResponderEliminarLos látigos anónimos son de celulosa mojada. Saludos y gracias.
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