martes, 15 de noviembre de 2011

AGONÍA EN EL PRESIDIO

«En quince días, dos presos han muerto en la cárcel de Albolote (Granada) por causas no naturales»

Presidio de Albolote (Granada)
 Agonía en el presidio

¿Qué tragedia personal había tras estos dos hombres? ¿Por qué habían sido condenados? ¿Era la primera vez que los grillaban?
En quince días, dos presos han muerto en la cárcel de Albolote por causas no naturales. La información está envuelta en el misterio. “Todo apunta a que fue por una sobredosis de medicamentos”, explica. ¿Sobredosis de qué medicamentos? ¿Ha sido accidente o suicidio? Otro de los escuetos datos ofrecidos es más siniestro aún: ¡sólo se apercibieron de las muertes durante el recuento! Es decir, dos personas habían fallecido ante la indiferencia general.
            La noticia resulta inquietante. ¿Qué tipo de cárcel es ésta? Apesta a sombría trena, a cruel garigola de épocas pretéritas. ¿Pueden morir dos presos en circunstancias tan extrañas y que no haya una sola fuerza política que pida explicaciones ni periodistas que colapsen de llamadas la centralita del presidio? Debe de ser el ansia que tenemos los españoles de encarcelar a nuestros semejantes por la más mínima falta. Como comentaba un inhumano lector en la noticia digital de IDEAL: “Así hay dos bocas menos que chupan del bote”.
            Con las leyes zapateriles, que imponen cárcel por trivialidades, nadie está libre de la gayola. Ya no existe quien no tenga entre sus amigos o familiares a algún preso político por razón de género. Cientos de miles que están en la cárcel por denuncias falsas o por haber alzado un día más de la cuenta la voz, y resulta que se encuentran algo inconmensurablemente más atroz: la gelidez, el desdén, el relegamiento, el abandono y la crueldad. Lo mismo que la pena intenta paliar, pero elevado a la enésima potencia.
            La única explicación de la autoridad carcelaria es una pueril hipótesis: que “los internos pudieron acumular de manera ilegal alguna medicación que se les estuviera suministrando a causa de una patología o secuela psicológica”. ¡Por los cielos, no puede haber mayor vaguedad! Ni siquiera es seguro lo que se afirma. ¿Estaban tomando o no medicación? ¿De qué secuelas psicológicas hablan? Porque si las hay, ¡entonces puede muy posiblemente haber sido suicidio! El desconocimiento de lo sucedido es tan profundo que los responsables deberían ser fulminantemente cesados.
            Por lo demás, la información miente. En una cárcel saturada, con dos reos por celda, ¿nadie reparó en los moribundos?  En un alarde de inocencia, la nota resalta que uno de ellos estaba en el módulo de ingreso. ¡Pero resulta que en este módulo no se puede permanecer más de cinco días! ¿En tan corto espacio pudor reunir medicamentos suficientes para una sobredosis? La información suscita sombrías sospechas.
            Mañana puedes ser tú. O un familiar o amigo. ¿Es propio de una democracia que un reo pueda morir oscuramente mientras cumple su pena? ¿Y que los responsables se encojan de hombros? No sé las culpas de estos dos hombres, pero sé que eran dos hombres. Y me llega su dolor. Un inmenso dolor.

GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 15 de noviembre, 2011

18 comentarios:

  1. ¿Hacen realmente algo humano el equipo de trabajadores sociales y psicólogos en los centros penitenciarios?
    ¿Sirve de algo tanta evaluación y tantos peritajes psicológicos?
    ... Se habla de cárceles en donde nuevos programas como el cuidado de perros transmiten al preso sosiego y armonía. Se habla de integración social en términos generales, y lo que obtenemos siguen siendo fracasos.
    ¿Es necesaria alargar tanto las penas? ¿No sería mejor trabajar de forma más consciente?
    Yo creo en el sistema penitenciario puede cambiar, que no es algo inmóvil y que aún queda mucho trabajo por hacer.
    Se necesita razón, y no condenar a un pequeño traficante a largos años de sinsentido.
    Se necesita razón, y no estúpidas concesiones políticas a algunos presos. No es justo que algunas prisiones sean aunténticos hoteles y otras meros calabozos

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  2. Totalmente de acuerdo, Mario. Gracias por expresar tan fundadamente tu opinión.

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  3. 1/3

    Buenas tardes, amigos.

    Ante todo quiero dejar constancia que para mí la vida es lo más preciado que tengo después de mi familia, y que el dolor que me causa siempre la noticia de una muerte es grande. Dicho ésto, continúo.

    Hasta ahora no he podido entrar para responder a tus palabras, Gregorio, y por alusión, aunque yo no soy funcionaria de prisiones, sí tengo amigos muy cercanos que trabajan en ellas. Por este motivo, de primera mano tengo noticias a las que otros no tienen acceso y por eso mismo, no puedo dejar de contestarte, porque creo que no llevas razón en tu artículo. La crudeza de tu artículo me duele porque en cierta medida he vivido lo que los funcionarios viven dentro, el cuido y el buen talante que tienen para acon ellos. No llevas razón, Gregorio, no al menos en el groso de tu texto. Consiero cuando menos injusto lo que dices sobre el interior de las prisiones, del personal de prisiones, porque al fin y al cabo, ellos son los que las conforman.

    Hará 3 ó 4 años fui invitada a hacer en la prisión de Granada un taller de poesía y quedé maravillada de todo lo que pude vivir dentro. El respeto hacia el interno que se vivía entre sus paredes, y también en algunos casos concretos, el cariño. El taller rodó solo y hasta terminamos haciendo un poema común, los presos, una amiga poeta argentina y yo que la acompañaba. Una gozada. Mientras el taller avanzaba los funcionarios estaban vigilando, alerta, pero sosegados, no viví tensión alguna ni en presos ni en personal de la prisión, muy al contrario, era, salvadas las lógicas distancias que separan a unos y a otros, camaradería lo que allí había. Me impactó una sola cosa y es que al preguntar a todos qué era lo que echaban de menos y si volverían a delinquir, uno de ellos, un crío de unos 22 años aprox, me dijo que no volvería a hacer la tontería que hizo y que lo que más echaba de menos era no poder ir a comprar churros los domingos por la mañana. Me emocionó.

    Un año más tarde acudí a la misma prisión como actriz con el grupo de teatro que yo trabajaba entonces, representábamos una obra de mi amigo Pepe Moreno, teatro del absurdo, divertidísima y de lenguaje llano, fácilmente entendible por cualquier tipo de público. La experiencia... nefasta. El teatro estaba a tope pero sólo atendían a la función dos de los internos, el resto, hablaban, se tocaban, se besaban, hacían de todo menos atender a los que allí habíamos ido para que disfrutaran un rato. Yo me cogí un cabreo del 15 porque había pedido incluso asuntos propios con tal de llevarles un poco de alegría y me mosqueé al ver que no le interesaba lo más mínimo.

    Con ésto no pretendo nada más que trasladarte que la prisión está adaptada tan bien que ya quisieran muchos tenerlo en casa.

    Las instalaciones son increíbles, amplias y muy limpias; tienen talleres bien dotados de todo tipo de materiales sin escatimar lo más mínimo, biblioteca a su disposición... instalaciones que a menudo los presos las usan y valoran. Se les limpia, se les cuida, se les dan talleres de pintura, de poesía, de teatro, terapia... y encima (si no estoy equivocada) por si fuera poco, se les concede un subsidio por desempleo. No me extraña que suceda lo que a veces cuentan, que alguno de los presos que se han pasado media vida entre rejas, no quiera salir porque la vida que les espera afuera es mucho peor de lo que viven dentro. Gregorio, lo que cuentas es de película de miedo, no es la realidad.

    (SIGUE MÁS ABAJO

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  4. (2/3. VIENE DE MÁS ARRIBA)

    Gregorio, dices textualmente:

    "¿Qué tipo de cárcel es ésta? Apesta a sombría trena, a cruel garigola de épocas pretéritas. ¿Pueden morir dos presos en circunstancias tan extrañas y que no haya una sola fuerza política que pida explicaciones ni periodistas que colapsen de llamadas la centralita del presidio? Debe de ser el ansia que tenemos los españoles de encarcelar a nuestros semejantes por la más mínima falta. Como comentaba un inhumano lector en la noticia digital de IDEAL: “Así hay dos bocas menos que chupan del bote”.

    Te voy a contestar con palabras de un funcionario de prisiones que surgen a raíz de tu comentario. Creo que es justo e interesante ver también esta otra cara de la moneda que son los que están viviendo minuto a minuto su encarcelamiento y sus vidas:

    "Ante todo me gustaría decirle, Sr. Morales que ya quisiera cualquier ciudadano "normal", que le prestasen la atención y el cuidado que se le presta a los señores delincuentes dentro de las prisiones.

    Por apuntar algo que tal vez ustedes desconozcan... podría decirle que el mantenimiento anual de un preso supera los 40.000 euros, si incluimos la seguridad externa, traslados, etc.... Ya quisieran los ancianos que han trabajado toda su vida, contar con la decima parte, para prestarle alguna asistencia...

    Si se mira el despliegue humano... los señores delincuentes, para un numero de aproximado de 1.000 internos como tienen en una prisión media, cuentan con una plantilla de unos 400 funcionarios, mas personal voluntario de distintas ordenes religiosas, ONGs, etc.... que vela por su seguridad y para que se cumplan sus derechos de "pé a pá"; una plantilla sanitaria de unos 30 médicos, A.T.S. o auxiliares, que ya la quisiera para sí el mejor geriátrico. Eso, por no hablar de las concesiones que tienen, tales como salidas diarias a hospital para atenderles cualquier problema que tengan por mínimo que sea -las 24 horas del día y sin listas de espera-. Educadores, monitores de todo tipo: deportivos, informáticos, ocupacionales, psicólogos, sociólogos, juristas... todos ellos a disposición de los señores cacos...

    ¿Me puede usted decir, Sr. Morales, qué residencia de ancianos o enfermos mentales lo tienen -a menudo asistidos por personas no cualificadas y "sufridos" por la propia familia(hablo desde el cariño y la admiración a estas familias, por eso lo entrecomillo)-?.



    Con respecto a la prevención de Suicidios, se cuenta con una normativa muy exigente para evitar riesgos de todo tipo, también con los de suicidio. Para ésto se cuenta con el "Protocolo de Prevención de Suicidios" (P.P.S.) por el que, al mas mínimo indicio que presente el reo, se le añade a este protocolo que, entre otras cosas, obliga a que esté con un seguimiento especial durante las 24 horas del día, y acompañado siempre por otro interno de confianza que colabora voluntariamente en este programa.

    Además, podría decirle que el numero de muertes por suicidio en España, es casi el doble que el de muertos por accidentes de circulación ( Accidentes Circulación 2010 -> 1.730 - Muertes por suicidio -> mas de 3.500 y 35.000 intentos ). Lógicamente algunos de estos tienen que producirse en las cárceles que siempre son ante todo un disgusto, un tremendo mal rato, un impacto emocional para los funcionarios que lo vivimos y que somos personas como ellos, con un consiguiente añadido a nivel administrativo y un desembolso importante para la administración, que en la mayoría de los casos debe indemnizar a la familia, teniendo que contemplar indignados cómo a veces se la familia busca la indemnización desesperadamente, sin importarles el fallecido.


    (SIGUE MÁS ABAJO EN 3/3)

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  5. (3/3 VIENE DE MÁS ARRIBA)

    Sr. Morales, las formas de quitarse la vida pueden ser muy variadas e imprevisibles, si se puede criticar algo al medio penitenciario, es porque haya sido a través de sobredosis por estupefacientes. Pero también en estos casos, todos los casos que he vivido de cerca, se los han proporcionado la misma familia (que después es tan solícita para recibir las indemnizaciones). ¿Cómo se permite que sea pasada la droga a los internos dentro de la prisión? tal vez por la misma finalidad que se busca en el cumplimiento de las penas que es la reeducación, el que no pierdan el contacto con sus seres queridos y tengan contacto físico a través de las comunicaciones vis-a-vis, íntimas y familiares, pudiendo pasar la droga o pastillas en el ano o vagina. Los escáneres y rayos x, están terminantemente prohibidos por la ley (sólo permitidos en casos muy contados y con una orden judicial previa), así como los cacheos porque atentan contra la "dignidad humana", motivos por los que es muy fácil introducir la droga. En resumen, se trataría de evitar un "mal menor" que sería el riesgo a que introduzcan la droga,(¡ojo! lo pongo entre comillas porque realmente no lo es), a cambio de evitar un "mal mayor", que sería el distanciamiento y desarraigo familiar y social.



    Y para finalizar, me gustaría añadir que el que surja este tipo de debates, esta defensa a ultranza de los delincuentes atacando a las personas de orden que los "cuidan", mientras desprecian y olvidan las condiciones de ancianos, enfermos mentales, casos de pobreza extrema... te demuestra la clase de sociedad perturbada, enferma, cretina, podrida, despreciable... entre la que nos movemos."

    Estoy de acuerdo con ella totalmente, por eso rubrico yo el texto sin miedo a afirmar la veracidad de su contenido, pues la persona que lo ha escrito es para mí desde hace mil años una de las personas más íntegras, más imparciales y más humanas que he conocido en mi vida.

    Desde aquí quiero transmitir mi admiración a todo el personal de prisiones, a la par que mi pesar a la familia de estos presos fallecidos, con la rabia que siempre me da el no haber podido hacer nada por salvarles. Siempre pienso en qué pudo pasar por sus cabezas, por sus corazones para irse sin más de la vida.

    Que tengáis un buen día.

    Feliz finde!!!

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  6. Bien magnifico, ¿entonces por qué la ambigüedad de la nota oficial? ¿Por qué no explicaba claramente lo que había pasado? ¡Al fin me entero de que se han suicidado? ¿Puedo confiar por tanto en esta información? Mi solidaridad con esta tragedia no es una crítica a los funcionarios (por cierto, lo de 400 oficiales por 1000 presos no se lo cree nadie. ¡Tengo un par de conocidos que acaban de salir de Albolote!). ¡Pero estaría bien que yo criticara a los oficiales de prisiones! De sobra sé el inmenso trabajo que gravita sobre ellos, la tensión y los magros emolumentos. Yo critico a los políticos. A los que han impuesto penas por actos baladíes. Y no me creo que todo el que está en prisión sea un delincuente, ¡para nada! Véanse estos dos conocidos míos. ¿Que no hablo de otros temas, de la tercera edad, de la salud, del paro...? ¿Cómo lo sabes? ¿Has leído todas mis columnas? Comienza y cuando veas que en ellas sólo hablo de presos y cárceles, entonces sí, achacame lo que dices. A fin de cuentas, lo que me preocupa es la tragedia humana de esos dos hombres que han muerto. Me gustaría saber de ellos: ¿Por qué habían sido condenados? ¿Qué edades tenían? ¿Cómo murieron?

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  7. No te enfades,Gregorio, no pretendo ofenderte. Sí, te leo a menudo, a la vista está. Y te conozco. Sé cómo eres, lo buena persona que eres, los altos valores que guian tu vida, lo fiel defensor de los débiles que eres, pero tu artículo daba un tinte bastante crudo hacia los que conviven con los internos y a menudo han de "sufrirlos" (gracias a Dios son pocos los conflictivos reales). Hay que vivirlo para saberlo. Efectivamente no todos son delincuentes, TODOS podemos vernos dentro en un momento sin darnos cuenta, un "no vi" al peatón en carretera por ejemplo, nos puede llevar a ella, es cierto, lo sé, pero también sé que los internos están cuidados y vigilados para que no les pase nada, y si sucede, ha debido ser un accidente. Tal vez haya secreto de sumario, no sé, tal vez por eso no se ha dicho nada concreto, pero lo sabremos seguro con el tiempo. Si tienes amigos en Albolote sabrás por ellos que se vive genial adentro; por tanto, dónde está esa..."sombría trena, cruel garigola de épocas pretéritas"? Y que conste que nada más lejos que defender las leyes zapateriles que imponen cárcel por trivialidades mientras que lo realmente grave delinquido queda impune. Hartos estamos de estas cosas, hartos de injusticias, es cierto, hartos. Que se lo pregunten a todos los que las sufren en primera persona.

    Y lo de los 400 funcionarios es cierto, te lo digo con datos de primera mano. No en Granada, pero sí en otra prisión que ya te diré cuando te vea.

    Gregorio, yo no sé por qué fueron procesados, ni las edades que tenían, ni qué medicación tomaban o cuál era su patología (esos datos son datos protegidos por ley), ni de qué murieron, he puesto este título por las especulaciones, nada más. Yo no puedo saberlo.

    Gregorio, hablas de un cese fulminante sin saber qué ha pasado, por eso me pareció muy duro leer ésto con lo que, los que debieran tal vez ser cesados, viven dentro.

    Yo no creo en la justicia, pero confío en que algún día llegue a conseguirse. Ambos hablamos siempre de lo mismo, estamos totalmente en sintonía en lo que a la vida se refiere, por eso no entendía el porqué de tu afirmación sin tener los datos necesarios, no es tu uso. Nada más, Gregorio, mi texto no iba contra ti, sino que era meramente ilustrativo, con datos reales y fiables que pretendían aportarte información, nada más. Jamás ataco a un amigo porque comulgamos con la misma iglesia y si tuviera que aclarar algo, obviamente lo haría en privado, cara a cara, con un té o una cerveza delante, tranquilamente, y acabando con un abrazo, no por internet.

    Un beso, Gregorio.

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  8. Eva, ¿cómo me voy a molestar? Tus puntos de vista son un enriquecimiento. Pero debo decirte que ese trato de que hablas no se da en la cárcel de Granada, donde precisamente se han producido las dos muertes. Uno de mis conocidos presenció hace poco cómo un preso se cortaba las venas, tomaba una de ella y, a modo de surtidor, lo espurreaba todo de sangre, sin importarle morir desangrado. Este conocido ha sido castigado por nimiedades. Tienes toda la droga que desees ¡toda! que él ha debido repeler con gran esfuerzo. El mundo idílico que tú me pintas no existe en el presidio granadino. ¡Ojalá! De ahí mis sospechas. Si leyeras el comunicado, también suscitaría las tuyas. ¡Claro que no culpo a los funcionarios! Aunque no soy tan tonto de poner la mano en el fuego por que alguno de ellos no venda droga a través de presos de confianza. Si sólo entra en las vaginas, tendrían que llevar a un ejército de mujeres. No sé de qué trena me hablas, pero desde luego la de Granada tira a garigola.

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  9. Los errores judiciales se caracterizan y son posibles de identificar principalmente porque en la mayoría de los casos, sino en todos, son ricos en verborrea jurídica tendiente a personalizar de manera a priori el delito en los acusados, carecen de prueba fáctica y no logran responder los cómo, porqués, dónde, cuándo o quienes de las supuestas conductas antijurídicas.La mayoría de las veces el único argumento que sostiene al error judicial, es la versión moderna o solapada donde el acusado y por tanto su defensa, se ven incapacitados de probar lo que no se ha hecho, ni lo que no se es, sin pruebas o elementos irrefutables de culpabilidad.
    “No basta con decir, pensar, suponer u opinar. Hay que probar”.
    Partiendo de lo anterior. Pongámonos en situación e informémonos de cómo se realiza una venganza, manipulando a la justicia y sirviéndose de ella como instrumento ejecutor.
    Sería yo verdaderamente a quien acusan. Si Yo, soy inocente, pero temo que nadie va a creerme nunca, y a partir de ahora mi propia familia, y hasta mis mejores amigos, van a desconfiar de mí, sin que yo pueda hacer nada por evitarlo porque todo lo que intente alegar para defenderme de tan injusta acusación hará que me consideren más culpable aún". Y en muchas ocasiones, el inocente acusado tiene doblemente la razón, porque, más allá de la verdad de su presunta inocencia, no se equivoca al suponer que ni sus seres más queridos lo van a comprender este echo de terrorismo a mi persona o en el mejor de los casos, piensa "Sí, sí, tú dices que me comprendes y que crees en mi inocencia, pero a ti no te han acusado y yo soy tan inocente como tú, y aquí estoy aguantando las gravísimas sospechas aunque me digas que crees en mi inocencia, seria un insensato, seria un gran iluso, si no creyera que a cualquiera puede sucederle lo que sea. Sin embargo, estoy seguro de que si comparezco ante un tribunal con el riesgo de ser condenado a algo de lo que dice - mi acusador es seguro algún gran malvado y desequilibrado, pues ningún hombre honrado y cabal acusaría a un inocente-; incluso no sería nada increíble que se me condenara" sin prueba alguna, de lo que se me acusa. PLATÓN, Gorgias 521.
    Hay miles de denuncias falsas, que, al contrario de cualquier otra, crean efectos desoladores en víctimas que reciben medidas que los desamparan sin ninguna posibilidad de defensa, es más doloroso constatar y saber que personas inocentes son castigadas pero lo mas duro de las acusaciones sin pruebas es que obligan al acusado a demostrar su inocencia probando que no ha hecho algo, que no tiene algo, o que no es algo que de ser cierto, y aún así, mintiendo, falseando o fabulando, lo utiliza intencionadamente contra el acusado con consciente desprecio a la verdad, dentro o fuera de un juzgado de instrucción, o de una sala de audiencia o tribunal. El acusado que niega algo no tiene que probar lo que niega, pero el acusador que afirma algo, sí tiene la obligación y la carga de la prueba.Y no solo con la palabra del acusador.
    Desde el mismo momento en el que se formaliza una acusación, ha de aparecer la duda y más aún cuando hay error o falsedad en la acusación. Pero lo que no se debe de perdonar es la falsedad dolosa, deliberada y maliciosa.
    ¿Quién se responsabiliza del terrible sufrimiento de mi persona que está sin vivir? Después de ser acusado injustamente solo por venganza, envidia y revanchas de mi acusador sin prueba alguna del delito. ¿Quién me devolverá la fe en la justicia, en la humanidad, en la decencia y en la verdad?
    Por esperiencia propia. Quien no pierde el sentido y la cabeza ante una acusacion y condena falsa. ¿USTED NO?.

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  10. Olvidaba que esto, es el principio de muchos echos y consecuencias que despues disfrasamos.

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  11. Gracias, Anónimo, por esa maravillosa cita de Platón, y también por tus palabras, por la claridad de tus razonamientos, por la verdad que hay en ellos. En efecto, ¿quién no pierde el sentido? Y, sin embargo, perderlo es caer directamente en la trampa que quiere tenderte la acusación falsa. Pues si pierdes los estribos ahora, ¿qúe juzgador no pensaría que también los has perdido antes? La reacción legítima se convierte en la prueba de la acusación falsa. Por eso nunca hay que tener más temple que en un momento así. ¡Y por supuesto, quien ha sido acusado falsamente luego proyecta su dolor sobre lo cercano y lo lejano! Por eso hay que perdonar. El perdón libera. Y no existe otra forma de liberación. La venganza sólo conlleva, a la larga, más sufrimiento propio. Temple y perdón. De ahí que muchos de quienes han pasado por la prueba y eludido las trampas, salgan renacidos. Entonces se sienten solidarios con otros que sufren por lo mismo y lo señalan, pero sin rencor. Aquí radica la fuerza.

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  12. Si quiere saber de la prisión de Albolote vaya un día con la señora o señorita Velázquez, y documéntese sobre el terreno, hágase voluntario de una ONG y vaya todas las tardes a enseñar a los internos lo que usted quiera, y así conocerá a trabajadores y a internos, y verá que tenemos las prisiones más humanizadas del mundo. Tabarrico.

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  13. ¡Pero si yo creo que es así! Mi artículo no es una crítica a los funcionarios. Lo es a la oscuridad de la nota informativa y a las graves dudas que se desprendían de ella. ¿Por qué no se ha explicado la muerte de estas dos personas? ¿Ha sido por sobredosis de droga o medicamentos? ¿Qué dicen las autopsias? ¿Se suicidó alguno de ellos? He aquí mi denuncia. ¡Pero los funcionarios! Mi respeto hacia ellos, hacia su duro trabajo, hacia el sacrificio que supone. ¡No, yo no intento romper por la parte más débil! Creo que la responsabilidad está en la Dirección y en los políticos. Por lo demás, seguimos esperando una nota que cuente la verdad de lo ocurrido.

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  14. Ante todo, Anónimo, leyéndole en su último párrafo, no acierto a comprender si el que yo acompañe a mi amigo Gregorio a la cárcel de Albolote es para que yo compruebe los humanizada que está la prisión. Debo haberlo entendido mal porque deduzco al leerle que si es esa su invitación creo que no ha leído nada de lo que he escrito hasta ahora en este apartado del blog de Morales, de lo contrario no me cursaría esta invitación, pues es justamente eso lo que yo defendía, pero no la de Albolote, sino todas las que conozco, y créame que son más de una y mucho más a fondo de lo que usted se puede creer, ya que, como digo, tengo amigos muy cercanos que trabajan no sólo en ésta, sino en otras que no voy a citar, pero sé lo que sucede allí dentro. Mi defensa hacia los funcionarios y al trato que reciben los internos es de corazón porqué he constatado que existe. Así que invíteme a pasar por allí que yo con mucho gusto iré para lo que puedan requerir de mí o aportar de lo poco que sé, pero no lo haga para convencerme de algo que ya soy consciente.

    Y del resto, Gregorio, te contaré cuando nos veamos. Vente mañana un ratico por la tarde a la tertulia si te apetece.

    Que descanséis ambos.
    Un beso.

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  15. Perdone Señora o señorita Velázquez, o yo no me expresado bien o usted no me ha entendido, si la he nombrado ha sido con la intención de darle a usted la calificación de buena conocedora del terreno. Le pido un favor que convenza al Sr. Morales para que haga una visita y compruebe que allí nadie se come a nadie y no pueda decir lo de "sombría trena" "cruel garigola de épocas remotas", "presidio", que allí solamente hay personas que mandan los jueces para que permanezcan el tiempo que ellos ordenen, conservando todos sus derechos como ciudadanos, y trabajadores para que se cumplan esos derechos y obligaciones que conlleva la vida en esos establecimientos, previstos en la Ley Orgánica y el Reglamento, y como nó, personas altruistas y generosas como usted, que cubren ciertas áreas beneficiosas para la formación de las personas,haciéndoles la estancia provechosa.

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  16. Mis disculpas por el malentendido, Anónimo. Que tenga un buen día.

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  17. En la prensa local ya se ha explicado el desgraciado caso con abundancia de detalles y todo ha quedado meridianamente claro. Creo que debieras decir algo Gregorio. ¿Se han disipado tus dudas?

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  18. No, lo siento, mis dudas no se han disipado. Siguen siendo las mismas. Estoy muy interesado en conocer el resultado de las autopsias. ¿Se harán públicas? Nada puede evitarme el pensamiento de que uno de los fallecidos se suicidó. ¡Y de medicamentos nada! Al menos en uno de los casos. Droga, droga pura. ¿Bolsos, vaginas, visitantes? La droga entra por otros conductos y hay la que quieras. El reportaje que aparecía en el IDEAL del domingo sólo generaba más inquietud y estaba lleno de contradicciones. No, no me lo creo. Lo siento. Esto no es acussar a los funcionarios. La mayoría es de una enorme honradez y entrega. Es una crítica al sistema y a sus mentiras. Hablaremos cuando se hagan públicas la autopsias. Por cierto, ya deberían estar hechas, ¿o no? ¿Por qué esta tardanza?

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