miércoles, 11 de abril de 2012

CIEGA EN GRANADA

«La periodista ciega Sophie Massieu nos muestra una Granada en la que todo se invierte»

Sophie Massieu (a la izquierda en primer plano y, en el centro, en moto) en el banner con que se publicita la serie "Dans tes yeux", emitida por la cadena franco-alemana ARTE entre el 5 de marzo y el 27 de abril de 2012

Ciega en Granada

Sophie Massieu es una periodista ciega de nacimiento que acaba de viajar por el mundo para grabar la serie “Dans tes yeux”. Con un rostro que trasluce hondura y bondad, es una joven osada que ama retos como éste de mostrar los más variopintos paisajes de la Tierra desde la perspectiva de las sombras. ¡Llega a volar incluso en ala delta!
            Sophie Massieu estuvo en Granada en abril del año pasado y rodó un hermoso documental que acaba de dar la mejor televisión del mundo, ARTE, una cadena que emite en francés y alemán, con millones de espectadores en toda Europa.
            Es Domingo de Gloria y Sophie se va a la procesión del Resucitado. Como periodista inquieta junto a su fiel dálmata Pongo, se cuela por donde quiere y se agencia siempre el  mejor acompañante, en este caso, Curro Carrasco, capataz del Resucitado, que la lleva al centro mismo de la vorágine. Sophie palpa el paso, levanta las faldas de las andas, habla con los costaleros, que avanzan también a ciegas, como ella.
            Sophie sube a la Alhambra, que se le antoja un vergel colgado a la montaña. El silencio le parece tan profundo que afirma palparlo. Paladea suave y dulce el sonido del agua, y expresa que jamás podrá olvidar este rumor. Se siente tan confortada que llega incluso a hablar de “balneoterapia”. En la dehesa del Generalife, aspira extasiada el aroma del azahar, que no conocía. Se le concede el privilegio de tocar los mocárabes de los palacios nazaríes, y sus manos creen estar acariciando encaje. Más tarde se encarama al Sacromonte, al que describe como “ciudad troglodita”. Envuelta por el cante de Fali Cabello y sus amigos, es poseída por el duende, llegándole tan hondo que, por consejo del primero, parte hacia Jerez, la cuna del jondo…
Sophie Massieu nos muestra una Granada en la que todo se invierte. Los costaleros, como los ciegos, no se mueven por los ojos, sino por la fe. Lo sutil como el silencio se hace sólido, y lo sólido como los mocárabes se hace sutil. La Alhambra no es un palacio, sino un spa. El azahar, la fragancia de las flores, el frescor del agua, descollan sobre los monumentos. En el Sacromonte, encuentra la edad de piedra y el sobrecogimiento primordial.
¡Qué Granada tan distinta! Uno se pregunta si no seremos los videntes quienes estamos ciegos, pues muy a menudo renunciamos a un mundo de sonidos, formas, olores y sensaciones que Sophie, sin embargo, “ve”. Hemos crecido con los versos de Icaza: “Dale limosna, mujer, / que no hay en la vida nada/ como la pena de ser/ ciego en Granada”. Sin embargo, Sophie, con su mágica perspectiva, desautoriza al poeta. ¡Tópicos fuera! Y el poema se metamorfosea: “No le des limosna, mujer, / que no hay en la vida nada/ como la dicha de ser/ ciego en Granada”.

GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 10 de abril, 2012 

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