«¡Ya
está bien de ser un paraíso abierto para pocos, cerrado para muchos!»
José Torres Hurtado, el peor alcalde que ha tenido Granada en 500 años, en una actitud típica de ordeno y mando, siempre contra los granadinos Foto: La columna de Miguel Ángel Vázquez |
¡Abrid las puertas!
Los granadinos les han quitado los galones a Torres
Hurtado y a Sebastián Pérez. Al segundo lo han enviado, de presidente de la
Diputación, a concejal raso, ya que resulta evidente que un pacto de izquierdas
dirigirá la institución provincial; y Hurtado tendrá que pactar, lo cual
significa pasar de general a sargento, y más en un caso como el que nos ocupa: alcalde
prepotente, intempestivo, que ha visto enemigos en los contrarios y ha hecho de
la confrontación la tinta de calamar con la que ocultar su errabunda política.
El soldado raso Sebastián Pérez
lo llevará fatal, pero al menos sigue siendo presidente del PP de Granada (¿por
cuánto tiempo?). Hurtado, sin embargo, no aguantará. Si un pacto con Ciudadanos
lo hace alcalde, lo cual está por ver, se dará calamones contra los límites,
manchará repetidamente el guion, salpicará con sus comentarios desentonados,
provocando la crispación en unos y otros. No tendrá más remedio que abandonar
la nave.
Así que
tanto Hurtado como Sebastián han descendido en el escalafón, y ello se lo deben
no sólo a la tendencia nacional de pérdida de votos del PP, sino a las acciones
del primero. Sebastián Pérez ha sido un buen presidente de la Diputación, ha
tomado decisiones acertadas, se nota que ama la provincia… pero ha sido hundido
por los despropósitos de Hurtado. Por eso la oposición debería imponerle una
medalla de honor a la concejal de Movilidad, señora Telesfora Ruiz, ya que, con
su nefasta actuación en la LAC y temas colaterales, ha contribuido como nadie a
la sangría de votos del PP. Ha sido la mejor vocera, a su pesar, de la campaña
del PSOE, aunque lamentablemente éste no la ha tenido propio y, en las actuales
circunstancias, mantener simplemente los concejales que ya tenía implica un
lamentable estancamiento. Mientras Telesfora Ruiz le ha hecho la campaña al
PSOE y al resto de partidos, Paco Cuenca, con su levedad de ser y falta de
carisma, se la ha hecho al PP, y no me cabe duda de que, si hubiera habido otro
candidato, el PSOE habría ganado estas elecciones. Así que los dos principales
partidos se han metido goles en su propia portería.
En
cualquier caso, es el fin de la época Hurtado. Granada ya no podrá ser
gobernada igual: con desprecio hacia los granadinos, colmándolos de multas,
arrasando servicios fundamentales, haciendo leyes de arbitrariedades,
oponiéndose al progreso, cortocircuitando las instituciones que no estaban en
manos del PP… Se ha acabado una larga Edad Media. Se han acabado el
oscurantismo, la prepotencia, el desdén, la vanidad. Torres Hurtado hace aguas.
La
ciudad tiene que despertar al presente, solapado y abducido, retomar la
modernidad, el tiempo dilapidado que la ha conducido de ser la capital de
Andalucía oriental a una triste ciudad de provincias más, de pensamiento corto,
de actuación ensimismada, de mirada ranciamente local. Ahora la llave está en Ciudadanos, que no debe
pactar sino con una idea universal de Granada que le dé la puntilla al
granadinismo, esa grasa que lo hace encoger todo. Es tiempo de destrozar
límites, de mirar lejos, de abrir las puertas para que circulen las diáfanas
aguas de la actualidad. Es tiempo de abrir la cancela mohosa que personifica el
propio Torres Hurtado. ¡Ya está bien de ser un paraíso abierto para pocos,
cerrado para muchos!
GREGORIO MORALES VILLENA
Diario IDEAL, martes, 26 de mayo, 2015