«Luis
Salvador ha representado una de esas pantomimas circenses típica de famosos
clowns»
Luis Salvador, clown de "El mayor espectáculo del mundo" |
El mayor espectáculo del mundo
El apoyo final de Luis Salvador a Torres Hurtado es más
que es un error, que lo es; es más que una traición a sus propias palabras y a
quienes confiaron en ellas, que lo es; es más que un jarro de agua fría a una
ciudad que había creído en él, que lo es. Es llana y simplemente el final de
Ciudadanos en Granada.
¿Quién mandó a Salvador poner
la dimisión de Hurtado como requisito para apoyar un gobierno del PP? Nadie.
Fue una sorpresa. Pero una sorpresa muy bien acogida entre los votantes del PP
que habían dado su papeleta a Ciudadanos precisamente porque no querían
escuchar hablar de Hurtado ni de Telesfora; y entre aquellos otros a quienes no
se les oculta que Hurtado ha sido un alcalde nefasto, el peor desde que Granada
existe como municipio. Después de generar esperanza en unos y otros, después de
aparecer como el héroe audaz que lucha por la población… Salvador va y se
desinfla y hace justo lo que había prometido no hacer. ¡Cómo nos ha “salvado”
Salvador!
Si el desprestigio no fuera
flagrante, lo sería el ridículo. O el harakiri que se ha hecho a sí mismo.
Ciudadanos no volverá a sacar en Granada los votos que obtuvo el 24 de mayo. Si
no, al tiempo. Salvador se ha difuminado como referente político. A partir de
ahora será el residuo de una aspiración cuyo listón puso muy alto, pero que no
fue capaz de mantener. Cuando ahora lo vemos reculado, haciendo gallitos con el
aria que había entonado tan altisonantemente, comprendemos que todo era un
ejercicio de débil política, de la peor y más quebradiza política, la política de
los sistemáticos en los momentos adocenados de una nación; comprendemos que fardaba,
que estábamos ante el perro ladrador poco mordedor, el “valiente” que se jacta
de haber matado siete… moscas o el halterofílico orgulloso de sus músculos pero
que se eclipsa cuando debe emplearlos.
Haga lo que haga, actúe como
actúe en el futuro, ya mantenga a Hurtado ya se vaya éste por su propio pie tras
alguna de las bicocas típicas de la politicastra, será tarde para Luis
Salvador. Le ha bastado una sola semana para agotar su crédito. Llegó tan alto
en esta semana y cayó tan bajo que la pirueta ya no podrá ser borrada, porque,
por su patético grafismo e histriónica comicidad, ha quedado impresa en la
memoria de los granadinos.
¿Quién volverá a confiar en él?
Ha representado una de esas pantomimas circenses típica de famosos clowns pero
impropia de un político que se considera a sí mismo renovador, para quien lo
primero debe ser cumplir la palabra, ser coherente con sus manifestaciones y no
socavar las expectativas generadas. Lo que parecía robustez era en realidad un
globito de colores que ha estallado dejando escapar aire y sólo aire. Cuando
pensábamos que habíamos visto lo más lábil de la política, resulta que aún
estaba por ver.
Hoy más que ayer pero menos que
mañana. Habrá que presenciar a dónde nos lleva el circo Price de Luis Salvador cuando
se aproximen las elecciones de noviembre. Una cosa es cierta: Granada ha
perdido y seguirá perdiendo. ¿Pero qué más da? La vocación de algunos sólo da
para hacer de saltimbanquis bajo la carpa del “mayor espectáculo del mundo”.
GREGORIO MORALES VILLENA
Diario IDEAL, martes, 16 de junio, 2015
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