Un ebook
¡MANUALES AL PAREDÓN!
¡Se acabaron los libros para un millar de escolares andaluces! Así lo ha anunciado el consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica. Los pioneros estudiarán este curso en un dispositivo electrónico o ebook.
Estamos a la vanguardia de la educación. Por arte de birlibirloque, se le va a dar la puntilla al fracaso en hincar los codos. Porque ¿a quién se le ocurre creer que todo consiste en estudiar? ¡No, para nada! Lo importante es con qué se estudia. Por eso, los ebooks son la panacea.
Los libros eran útiles en los tiempos de Mari Castaña. Hoy día molan tan poco que gran parte de los institutos no los utilizarán siquiera en formato digital. En su lugar, los profesores aportarán diversos materiales, algo así como un potpurrí docente cuya suma constituirá la asignatura en cuestión. Qué sabios son estos profesores. De “Quijotes”, nada. De manuales, menos. Donde se ponga un folio fotocopiado que se quiten los libros.
Antes, los escolares conservaban los manuales y, una vez acabados los estudios, podían volver a ellos si querían consultar algo. ¡Suma memez! ¿Acaso no tenemos Google hoy en día? Los mismos profesores sacan de él sus lecciones, ¿no? O sea, que los libros estorban. Antes podías hojearlos. Podías subrayarlos. La batería no se descargaba. Si se caían al suelo, podías recogerlos y, como no tenían pantalla, no estaban rotos. ¿Pero puede compararse esto con el gustazo de hacer click y pasar páginas? ¡Es tan arrobador, tan extasiante!
El ebook es milagroso. Basta con posar los ojos en él para adquirir sabiduría. El consejero ha atinado sagazmente. Él ha comprendido el problema: no se trata de estudiar ni de aprender ni de saber, sino del duende de la pantalla. No se trata de explicar ni de tener un texto de consulta, sino de ofrecer breves y hechizantes destellos, como las luces de una discoteca.
Los libros son un coñazo. ¡Anda que no es aburrido comenzar por la primera página y acabar por la última! ¿Y quién soporta el atracón de una hora estudiando? Picar es más digestivo. La Junta de Andalucía ha encontrado la piedra filosofal de la enseñanza: servir tapas de conocimiento en la hipnótica bandeja de un ebook. Entre esto y retribuir a los profesores por aprobar, estamos llevando la educación a sus más altas cotas.
El consejero debería exportar sus renovadores métodos a otros países. Seguro que Obama le consulta: “Paco, aquí han vuelto al latín y al papel. ¡Ven a socorrernos!”. A lo que Álvarez de la Chica puede responder orgulloso: “¡Lo que tienes que hacer es pedirles puntos a los profesores, no conocimientos! Verás cómo pasan de los manuales. Acabarán rematados contra el paredón y tendrán que reescribirlos con Google. ¡Entonces necesitarán ebooks!”.
Es el futuro de Andalucía. Aunque los chicos no sepan nada, al menos sabrán hacer click. ¡Albricias, señor consejero!
Diario IDEAL, martes 7 de septiembre de 2010
Gregorio: si puedes y todavía no lo has hecho, lee LA ELEGANCIA DEL ERIZO, de Muriel Barbery.
ResponderEliminarGart
José Luis, no, no lo he hecho. Creo que me hablaste de esta obra. ¿Cuál es la razón por la que me la recomendaste? ¿Simplemente porque es muy buena o hay algo más? Estos días devoro cuantos libros llegan a mis manos, así que buscaré la obra. Sin duda, si me la recomiendas tan especialmente, es porque merece la pena. Gracias... y ya te contaré.
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