Protesta de funcionarios el domingo 21 de noviembre
en un acto de Griñán en Granada
Funcionarios coraje
Me admiran estos aguerridos funcionarios andaluces que defienden con uñas y dientes la función pública. En un país de hombres amilanados, mujeres confundidas por un machismo disfrazado de feminismo, población fatalmente resignada y políticos que apuñalan sin pestañear sus ideas, estos funcionarios están dando un ejemplo de coherencia y arrojo.
Envalentonados por el silencio ovejuno del país, los políticos de la Junta de Andalucía se han propuesto desmantelar la función pública. Los funcionarios les son incómodos. A pesar de lo poco que les pagan, de que sus derechos están anclados en el feudalismo, no son lo sumisos que desean. No quieren personas, sino kamikazes dispuestos a inmolarse a la menor orden. Abominan de la integridad, porque un funcionario íntegro puede decir que no, pero un kamikaze tiene que tragar, y, si no, se le hace el harakiri.
Se han propuesto extinguir a los funcionarios. Seguirán los que están, porque, a pesar de su prepotencia, no pueden cortarles la cabeza de cuajo, pero ya no habrá más. Dejarán que la edad y las jubilaciones los vayan quitando de en medio para llenar sus puestos con contratados. Y de camino, les harán la vida imposible para que se vayan “voluntariamente”.
No habían contado con que entre el miedo, la desidia y la aquiescencia generales, unos funcionarios iban a enarbolar la dignidad ante el poder arbitrario. Los funcionarios andaluces son la muestra palpable de que al poder no le está permitido arrasarlo todo. Los políticos, dejados a su antojo, tienen un hambre voraz de dominio, de control, de obediencia ciega. Si pudieran, se inmiscuirían en nuestras mentes y sus leyes determinarían hasta nuestros sueños. No pueden tolerar que un átomo escape a sus designios. ¡Cómo van a tolerar funcionarios independientes!
Esa creación estólida de las agencias públicas ha venido a darles patente de corso para sustituir al funcionario por el empleado. Los políticos de la Junta creen que son modernos, que sus acciones resultan pioneras, pero la verdad es que tienen mente de covachuelistas. Piensan que viven en el siglo XXI, pero se han anclado en la adocenada España de Galdós.
Con las agencias, el país se llenará de cesantes. Cuando un político llegue al poder, podrá quitar y poner empleados a discreción. He aquí la pobre España de hace dos siglos. Una organización que, por supuesto, no ahorrará nada de lo que dicen, sino que traerá nuevos gastos añadidos. Con el agravante de que Andalucía será un poco más tercermundista.
Pero tal vez lo impidan unos bravos funcionarios. Funcionarios a los que no sólo les deberíamos su dedicación por sueldos de risa, sino también un libertad menos mermada. Porque, sin funcionarios, el pueblo estará aún más a merced de los políticos. Estos funcionarios insumisos son un maná llovido en el desierto. Funcionarios coraje para una España sin coraje.
Diario IDEAL, martes 23 de noviembre, 2010
Genial, Gregorio. Uno de los problemas es que la gente confunde a los funcionarios con los enchufados de Ayuntamientos, Diputaciones, Delegaciones, etc., es decir con los designados a dedo por los políticos, y esos sí que no hacen nada o lo que hacen es para peor.
ResponderEliminarMe alegro, Miguel, que te guste el artículo. Creo que los funcionarios andaluces están haciendo algo muy importante y, con el tiempo, se reconocerá.
ResponderEliminarMagnífico artículo Gregorio, expone con claridad lo que está pasando en la función pública y al redil donde la quieren llevar.
ResponderEliminarHola Gregorio. Totalmente de acuerdo con tu reflexión acerca de lo que está ocurriendo actualmente en la Junta de Andalucia, con los que somos funcionarios, principalmente pero no podemos olvidar a los interinos, opositores y la ciudadanía en general. Estamos asistiendo a un ataque sin precedentes contra el empleado público, que ejercce su trabajo de forma eficaz (ya estamos cansados del tópico de que estamos cruzados de brazos) y sobre todo de manera imparcial. Una cuestión nada desdeñable de un Estado de derecho como es España es que sus propios empleados puedan ejercer sus potestades de manera que no se vean afectadas o supeditadas a las directrices de una opción política o simplemente un Director de una de las famosas agencias empresariales que quiere instaurar la Junta, como garantía de que las decisiones de aquéllos estén dirigidas al interés general y no al particular. Luchemos desde todos los frentes posibles para la derogación del famoso Decretazo. Todos los que estamos comprometidos con ésta causa tenemos una cita, mañana 27 de Noviembre a las 12 de la mañana en todas la provincias andaluzas para alzar nuestra voz contra ésta aberración que quieren disfrazarnos de legal y como medida de ahorro.
ResponderEliminarUn saludo.
Antonio y Juanma: En efecto, quieren llevarnos a a un redil. Comparto que hay que trabajar desde todos los frentes. Seguiré apasionadamente las concentraciones de hoy.
ResponderEliminarQue quieren llevarnos al redil es indudable, necesitan borregos sin cultura ni opinión, en eso están, pero... con la mano en el corazón ¿De verdad creeis sensato el sistema de 17 parlamentos autonómicos y toda la parafernalia que mueven?
ResponderEliminar¿De verdad?
Para mi es la mayor locura e insensatez de administración que puede darse en España.
¿No sería mejor distribuir los ministerios por diferentes regiones?
Con las comunicaciones de hoy no hay el mas mínimo problema, terminamos con la centralización y ahorramos un capital solo en puestos políticos.
Hace largo tiempo que muchas personas venimos diciendo lo mismo. Me alegro de que cada vez haya más. Las autonomías sólo han logrado un doble centralismo para todas aquellas provincias que no son capitales. Antes hablaban directamente con Madrid. Ahora tienen que pasar por la aduana de la capital autonómica. Hay ya miles y miles de ciudadanos que está abogando por la devolución de competencias al gobierno de España a cambio de menos políticos y consiguientemente reducción de impuestos.
ResponderEliminarMe da la impresión de que la postura sensata de deshacer este embrollo de las autonomias se utiliza como arma arrojadiza contra la llamada derecha, es decir es como si hubiera sido un logro de la izquierda, por lo que creo que muchos ciudadanos y supongo que políticos que ven en esta parafernalia autonómica un disparate insensato, además inviable economicamente, siendo un despilfarro total, no lo dicen por ir en contra de las ideas del partido al que pueden ser mas afines.
ResponderEliminar¿Qué podemos hacer?
Ana
Alguien dijo hace poco que España actualmente es una "confederación de estados semi-independientes". Otros, más escuetamente, le llaman "Ex-paña".
ResponderEliminarYo digo que los ciudadanos tenemos el poder para cambiar esto, si no estuviésemos tan acomodados, tan subvencionados con limosnas y pesebres, tan desinformados y adocenados por sistemas educativos partidistas y prensa amarilla y rosa, sin rigor ni sentido.
Todo se transforma en un suma y sigue elección tras elección, nada cambia y todo sigue igual por otros cuatro años. Por eso quieren eliminar a los funcionarios imparciales, es el único freno a sus desmanes, trapisondas y disparates, prefieren acomodaticios y garbanceros a los que dirigir desde las sedes del partido y que no alcen otra voz que la de propaganda del régimen que los coloca y ensalcen las siglas del sistema que le premia su estudiada incompetencia en un organigrama surrealista de tecnócratas pijos-progres.
No al decreto del enchufe. Por la dignidad, la legalidad y la justicia.
En efecto, creo que hay que ver las cosas y llamarlas por su nombre. Basta con eso. Lo demás vendrá por añadidura. Creo que, en estos momentos, gran parte del pueblo español -entre ella los funcionarios andaluces- están tomando el destino en sus manos. Por primera vez desde la Transición.
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