«¡Qué jugada maestra y qué trampa para IU, PSOE
y UPyD!»
Calle Joe Strummer en Níjar, Almería |
Jugar a los indios
En mi anterior columna,
daba por sentado que le dedicarían una calle a Joe Strummer por una única
referencia a Granada en una única canción. Y así va a ser, según el concejal de
Cultura Juan García Montero. Los vernáculos actúan siempre así. De hecho el
cantante de los Clash tiene ya una calle en Níjar, aunque allí se comprenda, porque
adquirió una casa en el cabo de Gata y rodó en Almería “Straight to Hell”. Esta
segunda calle en Granada no deja de ser un palurdo remedo.
El PP se opuso hace unos meses a la concesión. Al menos, IDEAL daba el 13
de enero la noticia de que IU la iba a solicitar a la Comisión de Honores y
Distinciones. ¿Qué pasó? El PP no debía estar muy por la labor, ya que el
concejal socialista Chema Rueda afirmó por las mismas fechas que no le daría
“el gusto al PP de que rechace una moción tan joven y rebelde”.
¿Qué ha ocurrido en un año para semejante cambio estando como están casi
los mismos concejales? La clave es la Biblioteca del Zaidín. Cerrarla ha sido
un craso error. En unos meses, el órgano de gobierno de la corporación se ha
desgastado hasta extremos inauditos. Su falta de sensibilidad no sólo ha puesto
a los vecinos en pie de guerra, sino a numerosos y significados intelectuales
de Granada y España. El alcalde y los concejales del PP han visto cómo su prestigio
menguaba de forma galopante, más aún el del responsable de Cultura, que se vio
obligado a rebatir con precarios argumentos las contundentes y nada tibias
razones de Muñoz Molina.
¡Había que hacer algo y rápido! Y he aquí que la desnortada oposición ha
venido a servírselo en bandeja: ¡Una calle para Strummer! Al acceder a tan discutible
iniciativa, el gobierno municipal se sacude la caspicia acumulada tras la
enajenación de una biblioteca pública. Por arte de birlibirloque, un ayuntamiento
autoritario, el que peor trata a sus ciudadanos de toda España, queda nimbado
por el halo de la modernidad. El gobierno que más fosas cava contra el
entendimiento con sus adversarios, ofrece de súbito una pía imagen de
concordia. Con tan inocua dádiva, se hace acreedor de alabanzas a diestro y
siniestro, pudiendo escamotear así los grandes temas que realmente importan. Si
no se llevan a cabo, ya no será responsabilidad suya, sino de la oposición,
¡porque mira que ellos son modernos y abiertos!
¡Qué faena maestra y qué trampa para IU, PSOE y UPyD! Pero no sólo pierde
la oposición. Pierden los granadinos, llevados a esta catetez déjà vu, y, sobre
todo, pierden los zaidineros: la solidaridad que necesitan para recuperar su
biblioteca trocada por una calle para Strummer. Es decir, el oro por cuentas de
colores. Mientras el kiosquillo se derrumba, los concejales juegan a los
indios.
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 20 de diciembre, 2011
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