«Si todos
los caminos llevan a Roma, en el Parque de Huétor van a un funcionario de la
Junta»
Sierra Nevada desde el Majalijar, el pico más alto (1889 metros) del parque natural de la Sierra de Huétor, Granada (click en la foto para ampliar) |
Parque antinatural
En España, hay muchos parques naturales, pero el de la
Sierra de Huétor, en Granada, es un parque antinatural. Tanto que resulta
imposible ascender a su montaña más alta, el Majalijar, porque los caminos están
cerrados… por un particular.
El
Majalijar es un escarpado pico de casi 2000 metros que domina en 360º la Sierra
de Huétor, Sierra Arana, Sierra Nevada, Sierra Elvira y la vega del río
Cubillas. Desde su cima, tienes la sensación de planear en el aire.
Al
Majalijar se puede ascender desde Cogollos Vega, por el Camino de las Acequias,
o desde Pradonegro, en Huétor Santillán, por la Cañada del Moro. Pues bien, ambas
vías están cerradas por el mismo propietario, un funcionario de la consejería
de Agricultura de la Junta de Andalucía.
Antinatural que la dirección del
Parque no haga nada por recuperar unas sendas por donde se ha transitado desde
tiempos inmemoriales. ¡Aviados estaríamos si se decapitasen todos los caminos
que pasan por fincas privadas! Sin embargo, para la dirección del Parque, es
uno de los precarios argumentos con que justificar la arbitrariedad del
propietario, a los que añade otros igual de débiles, como que las cercas llevan
tiempo puestas, o que existen para proteger a los caminantes de las reses que pastan
en la dehesa… Sofismas, porque las fincas tienen sus propias vallas
independientes de las que cercenan el camino.
¿Cómo es posible que un parque se
alinee con quien le ha usurpado una arteria vital? Lo de “usurpación” no es una
palabra mía, sino del Ayuntamiento de Cogollos Vega que, en el 2009, instruyó
una providencia contra Bernardino García Sierra, el propietario de los
terrenos, por “cierre y usurpación del Camino de las Acequias”.
Desgraciadamente el requerimiento para “reponer a su primitivo estado el bien
usurpado, procediendo a la eliminación total de la cancela metálica que impide
el libre tránsito” no se ha llevado a cabo aún. En un acta de 2010, la
Corporación señala las maniobras dilatorias del propietario. Su Muro de Berlín
continúa, pues, en pie, como un símbolo del desprecio de las clases dirigentes
españolas por los bienes comunitarios.
No existe parque en el mundo que deje
guillotinar sus vías. Los senderistas que van al Majalijar deben emular a los
inmigrantes sin papeles. Tras saltar la verja, si deciden descender en
dirección a Cogollos Vega, vuelven a encontrarse encajonados por otra cerca aún
más sólida, la del Moralejo, una trampa que sólo puede haber concebido quien
confunde a la gente con ganado.
En el estado actual, si hubiera
un incendio en el corazón del Parque, los retenes tendrían cortado el paso. No,
no puede ser natural un enclave que no sólo se deja arrebatar la joya de su
corona, sino que se expone inerme al peligro de las llamas. Si todos los
caminos llevan a Roma, en el Parque de Huétor conducen al señor García Sierra.
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 5 de junio, 2012
Qué razón tienes, amigo. Lástima que ellos sean más fuertes que el sentido común.
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