«¡Bendecid, Señor, a Cataluña!»
Ayuntamiento de Játar (Granada), sito en la plaza de Cataluña, tal y como puede leerse en la placa callejera que aparece en la parte superior izquierda de la imagen (click para ampliar). Foto: Lo Real Invisible. |
Cataluña al sur
Si quieres darte un paseo por la plaza de Cataluña, no
tienes que viajar al norte; puedes quedarte en Granada. Y lo mismo para ir a
Gerona o a Lérida o a Tarragona… Hay muchas cataluñas, pero todas están en el
pueblecito granadino de Játar, cuyo Ayuntamiento se halla en la plaza de
Cataluña, de la que parte la calle Barcelona, cruzada a su vez por las calles
Lérida, Gerona y Tarragona. ¡Es la Cataluña granadina! ¿A que resulta asombroso
encontrarla frente a la sierra de Tejeda y no ante la de Montserrat?
El devastador terremoto del día
de Navidad de 1884, cuyo epicentro estuvo en la cercana población de Arenas del
Rey, produjo tantos damnificados y suscitó tal ola de apoyo en toda España que,
lejos de confiar el amparo al Estado, fueron las fuerzas vivas quienes lo
asumieron sobre sus espaldas. Los funcionarios públicos renunciaron a parte del
sueldo de febrero de 1885 para solventar las necesidades más perentorias. Los
mineros de Linares reconstruyeron Agrón. La Asociación de la Prensa de
Barcelona lanzó una campaña a través de La Vanguardia que cuajó en la
construcción en Játar de un nuevo barrio con plaza, Ayuntamiento, escuelas y
viviendas. Todo fue trazado conscientemente como un trozo de Cataluña, hasta el
punto de que cuando el periodista Josep Ventalló i Vintró, que posteriormente
sería alcalde de Tarrassa, viajó meses después a la zona, tituló el libro en
que daba cuenta de sus impresiones “Viaje a la Nueva Cataluña”. ¡Játar era la
Nueva Cataluña!
Aquél fue un decidido proyecto al
que se quiso llevar la racionalidad y avances científicos del momento, contando
incluso con informes geológicos para que las construcciones estuvieran al abrigo
de futuros movimientos sísmicos. Hasta
los mínimos detalles debían recordar que se trataba de una nueva Cataluña, por
lo que la señera ondeó en las escuelas acompañando a la bandera española que pendía
del Ayuntamiento. Los llamadores de las puertas se diseñaron con el blasón de
armas de Cataluña. La fuente de la plaza, según nos relata Josep Ventalló,
llevaba “un pedestal con los escudos de Cataluña”, coronado por la “estatua de
un pescador catalán de tamaño casi natural con la típica barretina”. Lamentablemente
hoy ha desaparecido esta fuente, no están los tiradores o bien no acabaron de
ponerse, y ya no ondea en ninguna parte la bandera del Principado, aunque el
barrio, la plaza y las calles han conservado celosamente los nombres.
Este trozo catalán en un privilegiado
enclave del sur es para mí el símbolo de cómo Cataluña ha permeado España, haciéndola
idéntica en muchas cosas. Cuando simplistas visiones hablan de Cataluña como
ajena a España, olvidan hasta qué extremo la segunda está catalanizada. Las
raíces son tan inextricables que cortarlas supondrá un inmenso sufrimiento que
padecerán en primer lugar los catalanes, pues sus venas corren por el noventa
por ciento del cuerpo español. Si alguna vez la bandera de España no ondea en
Cataluña, será tan triste como que la bandera catalana no ondee en Játar, donde
debía seguir haciéndolo en algún lugar de ese barrio que la solidaridad de la
prensa barcelonesa erigió orgullosa y apasionadamente. Los vecinos estaban tan
agradecidos que la rudimentaria y provisoria capilla que levantaron en las eras
del pueblo ostentaba este cartel: “¡Bendecid, Señor, a Cataluña!”.
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 14 de enero, 2014
Pues deberían hacerme ciudadano honorífico. Ahora en serio: a uno de los innumerables terremotos de Turquía acudieron los bomberos de Israel (y lo que es peor, ¡con perros!) y salvaron un montón de gente. Los turcos se maravillaron de que los judíos no tenían rabo (me refiero, claro está, por detrás). Es cierto que viajando se aprende a ser ciudadano del mundo, pero tiene que ser con los ojos abiertos. Si uno los mantiene wide shut, la hemos cagado.
ResponderEliminarSo let's keep our eyes wide open!
EliminarNerja tendrá un turismo de invierno gracias a su sierra, sin necesidad de destruirla con las 1000 casas del campo de golf. Y a pesar de la ceguera de sus políticos.
ResponderEliminarSalvemos la belleza de Sierra Almijara
No al campo de golf con 1000 viviendas
Por favor firmar la protesta en change.org
http://chn.ge/19hXVqN
http://miguelbueno.blogspot.com/
Gracias Gregorio.