«En marzo sabremos las consecuencias de la decisión de la hija de Nora»
Telesfora Ruiz (segunda por la izda.) presenta su novela "La decisión de Nora" (Almuzara) el pasado 19 de septiembre de 2013, entre (de izda. a dcha.) Pilar Sánchez, editora de Dauro; José Torres Hurtado, alcalde de Granada; Manuel Pimentel, editor de Almuzara; y Andrés Cárdenas, periodista y escritor. Foto: Granadaimedia |
La decisión de Nora
Telesfora Ruiz, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de
Granada, ha escrito una hagiografía de sus orígenes a la que ha titulado “La
decisión de Nora” (Almuzara), sólo que la denomina novela porque ha cambiado
los nombres de los seres reales, pero por lo demás resulta patente que Nora es
su madre y que ella misma aparece bajo el nombre de Eugenia. Es el típico canto
del escritor primerizo a las esencias, a sus antepasados, abuelos, padres y
propia niñez, para lo que no hay que inventar nada porque todo está dado y,
además, se siente, y resulta claro que lo que se siente, llega. La historia se
salva por la sinceridad, el desgarro de algunos pasajes, lo intenso y bien
contado de las experiencias paternas como legionario en Larache, y, sobre todo,
por la ausencia de moralismo, al mostrar los hechos con la aceptación
incondicional de los niños y sabios, lo que para un escritor vale puntos, pero,
para un político, un Potosí.
No parece por tanto que Telesfora
Ruiz sea una mujer sectaria ni que sea inconsciente de hasta dónde puede llevar
una decisión, máxime cuando ella misma existe por la “decisión de Nora” de evadirse
de la atosigante tutela familiar para fugarse con un jornalero y fundar un
hogar en Linares. Telesfora entonces debe de percatarse clarividentemente de la
grave decisión que ha tomado: la del “nuevo” sistema de transporte que, en
realidad, es la destrucción del sistema de transporte. Dice con la boca chica y
mirando a otra parte que los granadinos deberán “adoptar nuevos hábitos”,
eufemismo para esconder que simplemente van a tener un servicio infinitamente
peor.
Yo creía que la prudencia de sus
jefes había dejado disiparse en el olvido sus “geniales” ideas, pero no, ¡qué
va! las van a implantar en marzo. Con ellas, por ejemplo, un estudiante de
Artes Escénicas que viva en la Bola de Oro y que tenga que ir al único
instituto que imparte estas enseñanzas, el Severo Ochoa, en la Chana, y que
ahora toma un autobús… ¡tendrá que tomar tres! Nadie que no viva en pleno
centro se librará de coger al menos dos autobuses donde antes cogía uno.
La población permanece silenciosa porque no
sabe o no se cree lo que se avecina, pero el primer día que comience a
funcionar esta martingala las calles serán un clamor. La indignación flameará
de un lugar a otro de la ciudad como banderas en un ciclón. Será la gota que
colme el vaso. Si la oposición sabe ponerse al frente del descontento, supondrá
la puntilla para una corporación que parece estar en contra de sus propios ciudadanos.
¿Cómo puede la hija de un honrado
minero que, hasta comprarse una moto, dependía de los tranvías de Linares para
realizar sus múltiples trabajos, hacerles esto a los granadinos? La clave está
en el anhelo de ascenso social que muestra en su novela: Telesfora no ha tratado
de favorecer a los usuarios, sino a sus gerifaltes del PP, de los que depende
directamente, y así destruye sin vacilación un aceptable servicio para ahorrar
millones al consistorio. ¡Ignora que la decisión que ha tomado los dejará en la
calle! Sólo tendremos que aguardar a marzo para comprobar las nefastas
consecuencias de la decisión de la hija de Nora.
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 7 de enero, 2014
¡Esta concejala es una señorita de provincias! Parece salida del baúl del tiempo. Quiere dar la imagen de buena gestora y en realidad lo dejará todo con olor a naftalina. ¡Su rancia megalomanía tiene los días contados cuando no se mantenga ese sistema que ha montado quebrando por la parte que todo arribista quiebra: el pueblo!
ResponderEliminarEn Granada casi todos los autobuses pasan por Puerta Real, pero eso no es producto de la mala gestión de quienes han precedido a esta concejal metida a mala escritora, por el contrario, se debe a la que ciudad ha crecido en torno al este cuello de botella, y por eso se embovedó esta parte, porque resultaba imprescindible. Pero la listilla de pueblo se ha creído genial rompiendo este sistema en detrimento de los barrios y beneficio de los pudientes que viven en pleno centro. Pasaré a la historia por lo contrario de lo que ella piensa. Y se volverá al viejo sistema, no me cabe duda, porque no existe otro posible.
ResponderEliminar¡Ha traicionado a la clase trabajadora! Tanto a los conductores de la Rober, a los que ahora quiere reconvertir en "revisores", como a los trabajadores de Granada, que verán doblado el tiempo que invertían en sus trayectos. Su única obsesión es agradar a sus jefes para escalar en la política y por eso no duda en traicionar a su propia clase. ¡Tú también Brutus, hijo mío!
ResponderEliminar¡Pues escalar no sé si escalará algo, pues en el PP recelan cada vez más de ella! Piensan en efecto que se puede perder la alcaldía. Está con un pie dentro y otro fuera... Puede que sea la puntilla del PP, pero de lo que no cabe duda es que será la suya propia.
ResponderEliminarDenuncia campo de golf en Nerja. http://chn.ge/KaeQQo
ResponderEliminarPor favor Gregorio, firma mi denuncia y pasa el enlace a tus contactos.
Saludos
Miguel