«Borradme de cualquier cosa oficial que lleve el
adjetivo andaluz»
El nazismo luchó con todas sus armas para amañar e imponer una pretendida "identidad aria" (foto procedente del la web Sala de Historia) |
Os devuelvo la identidad
Me tuve que frotar los ojos. ¡Una oficina en Granada para la
atención a las víctimas de la Guerra Civil! No para los parados, no para sus
problemas y dificultades, ¡sino para las “víctimas de la Guerra Civil”! Lo
anunció el pasado jueves el denominado director general de Memoria Democrática
de la Junta, cargo de inquietantes resonancias orwellianas. En el 76, habría
tenido algún sentido. ¡Hoy han pasado más de 70 años! Aunque no en las mentes
de estos políticos superfluos, que hablan y legislan para sus propios
fantasmas. ¿Cómo va a extrañarnos que el país haya caído al precipicio?
Al
desconcierto de una noticia que, de haberla conocido, los hermanos Marx habrían
llevado al cine, se unió la afirmación de que las administraciones públicas deben
velar por que los andaluces “reconozcan su propia identidad como pueblo”. ¡Esto
ya no es trivial demagogia y gasto inane! ¡Esto es simplemente nacionalsocialismo!
¿Qué es la
identidad andaluza? Ni idea. Claro que la afirmación prueba que no existe, y
que velar para que se reconozca no es sino pergeñarla e imponerla. ¿Y todo por
qué? Si hay una identidad andaluza, debe haber instituciones andaluzas. ¡La
pretendida “identidad andaluza” es la justificación para que estos políticos
sigan en pie, incrustados en la administración y viviendo del peculio público!
Y, en aras de satisfacer estos intereses, no dudan en invocar peligrosamente
las esencias, las mismas que han llevado a tantas divisiones, a tantas guerras,
a tantas luchas fratricidas, entre ellas, las de los Balcanes, o, yendo más
lejos, la misma que desgarró Europa con Hitler y sus secuaces, en aras de la identidad
aria.
¡Os
devuelvo esta identidad! Quedaos con ella. Quienes vivimos aquí no somos
distintos de ningún otro pueblo del mundo y mucho menos del resto de los
españoles. Lo del carácter andaluz es un topicazo hecho de chistes sevillanos,
alegría cañí, ocurrencias a lo Chiquito de la Calzada y coplas de Canal Sur.
¡Apesta a falsedad! Ni siquiera existe un acento andaluz uniforme, ¡porque se
habla de forma tan diferente en Granada, Córdoba, Málaga o Sevilla! Andalucía
no existe. Es sólo una demarcación territorial arbitraria.
En eso del “reconocimiento”
es donde se produce la impostura. Pues mientras sean generalizaciones vagas
sobre el ser andaluz, pase. Pero cuando se entra en acción, entra la ideología,
la imposición, la discriminación, los buenos que se adecúan al molde y los
malos que no. Y entonces vienen las condenas, la exclusión, el avasallamiento y
la injusticia.
¡Quitadme
de vuestra lista! ¡Borrad mi nombre de cualquier cosa oficial que lleve el
adjetivo andaluz! No tengo ninguna identidad andaluza. Mi única identidad soy
yo mismo. Y sería el mismo si hubiera nacido en Sabadell, en Vigo o en
Sarajevo. La tierra no confiere ningún poder milagroso ni ninguna diferencia
esencial. Si la identidad es la que os da de comer, encadenaos vosotros a ella.
¡Pero no grilléis a los demás!
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes24 de julio, 2012
Bueno... bueno... ¿Cómo que resonancias orwelianas? ¡¡Esto es 1984 en estado de durísimo aspirante!!
ResponderEliminarComparte tu artículo en twitter y facebook y donde pueda, porque el asunto es urgente...
Un fuerte abrazo.
Errata: Donde dice ""Comparte" debe decir "Comparto", porque ya he compartido. Saludos.
ResponderEliminar¡En efecto, Josevi, esto es 1984! Y bien que han trabajado para que sea así. Gracias de nuevo por compartir, que es también una forma de no plegarse al Gran Hermano. ¡Y felicidades, porque, al menos domésticamente, has formado un remanso! Ya que me gustaría estar el viernes para darte un abrazo. ¡Brindo por los dos! Chin, chin. ¡Y cuidado con el Gran Hermano! Ya sabéis que hasta recela del amor.
EliminarBravo Gregorio, ni andaluz, ni catalan, ni vasco.
ResponderEliminarEspaña es Una y es parte de la Tierra.
Es horrible como se desarrollan las discriminaciones.
Aunque el terruño tire, hay grandes diferencias que son insostenibles.
Me gustan el cóctel de tus letras.
Un abrazo, yo también comparto.
¡Pues tomémos el cóctel, Marian! ¿Quién nos lo impide? Gracias de nuevo por compartir en tu Facebook, que es como la Tierra entera, sin límites, sin especialismos, abierto al mundo.
EliminarIndudablemente mantener tanta autonomía bajo el territorio español, ha supuesto y supone un gran despilfarro, hay que unificar intereses y reducir el despilfarro político en este país, ahora bien obvia la identidad de un pueblo, eso es otra cosa, es ignorar una cultura, ignorar el porque de unas costumbres, las características de un paisaje, la historia de nuestros antepasados... con todo mi respeto Gregorio, pues todos tenemos derecho a expresar lo que pensamos libremente, no estoy de acuerdo con lo que dice de que la identidad andaluza es una imposición política. La identidad andaluza existe y es mucho más seria y cultural que los chiste sevillanos que citas, y tiene muchos matices, tantos como regiones y pueblos la componen, que fuera de ella solo se identifican con Andalucía y adentrándonte en su territorio, significa riqueza cultural... En mi caso, por citar un ejemplo, crecí en la comarca rural; "Vereda Del Cerro Macho", que pertenece al termino municipal de Montilla, para las gentes nacidas en el pueblo, soy "serreña", con unas características culturales, que van dirigidas por nuestro medio de vida, nuestro paisaje... fuera de Montilla, en Córdoba, soy Montillana, para el resto de regiones andaluzas, soy cordobesa, para el territorio español, andaluza, y fuera de España, española... sentir eso, no implica en absoluto, ser nacionalista, puesto que no lo soy, significa amar tus orígenes, tu cultura y respetarlos...
ResponderEliminarCon todo mi respeto hacia tu persona..
Saludos...
Todo eso está bien, Antoñi, aunque todo lo que dices valdría de forma casi idéntica para cualquier otro pueblo y comunidad, incluso fuera de España. Todos tienen historia, todos tienen cultura, todos han nacido en un lugar que forma parte de una unidad más amplia... Pero es natural sentir orgullo por el enclave que nos ha visto nacer, donde hemos crecido, donde tenemos nuestra familia... Lo terrible es amañar una identidad, imponerla, blandirla como modo de separación. Éste es el nacionalismo nefasto, que no deberíamos jamás imitar. Gracias en cualquier caso por tus mesuradas palabras y por tu detallada explicación. Lo tuyo es lo correcto. Lo que exponía el llamado director general de la Memoria Democrática, incorrecto y, a la larga, funesto.
EliminarCuantas cosas hay mal en este viejo y tantas veces reciclado país que tienen un origen político, la situación económica actual,y otra que me parece mucho mas grave, la enseñanza que se le da a nuestros niños, manipulada, por uno u otro partido, de los dos que monopolizan el poder, la manipulación de los medios de comunicación que para saber si es objetiva o no esa información, tienes que buscar que ideales hay tras ella... ¿Donde está la democracia en este país?... el poder es el poder, un gran monstruo carente de sentimientos, con mucho necesidad de dominar a lo que de lugar.... Por eso, pienso que hay que separar, lo que sería la identidad de un pueblo, sentida y expresada por sus ciudadanos, de los desmanes políticos....
EliminarGracias Gregorio, ha sido un placer este intercambio de opiniones contigo...
Saludos
Llevo un tiempo sin leer su blog, por motivos que no vienen al caso, y he notado un cambio notable en su posicionamiento. Enhorabuena, lo seguiré leyendo. Saludos.
ResponderEliminar«Borradme de cualquier cosa oficial que lleve el adjetivo andaluz»
ResponderEliminarA mi me parece denigrante tu carta.
¿Denigrante hacia quién, Ángeles? No hacia quienes se consideran andaluces, pues si mañana tú organizaras un acto, pongamos por caso, sobre "poesía andaluza", yo asistiría, si no es algo oficial... Pero no lo haría si es promovido por quienes jalean la "identidad andaluza" como un modo de exclusión hacia otras "identidades" y para legitimar un poder que está destrozando el país y acabará hundiéndolo. No deseo ningún tipo de nacionalismo, ni siquiera el español. Así que mi negativa a colaborar con quienes levantan barreras es una defensa de la igualdad y de la libertad para ser quien se desee ser. Es precisamente por no denigrar a ningún ser humano por lo que desisto de colaborar con quienes parcelan y apartan. Pero siempre estaré junto a las personas concretas, que se alegran de su identidad (como tú), pero no piden a las intituciones que la impongan. Ése es el sentido de mi columna, que no carta. Gracias en cualquier caso por expresarme tu opinión.
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