«Satisface
constatar que una vida como la de Antonina Rodrigo ha sido y es bella»
Antonina Rodrigo, nueva miembro correspondiente por Barcelona de la Academia de Buenas Letras de Granada (Imagen: montaje sobre una foto de Zapping TV) |
Antonina
Siempre que pienso en la escritora granadino-barcelonesa
Antonina Rodrigo, me la imagino como la heroína de Delacroix, la Libertad
guiando al pueblo, salvo que ella va envuelta en una bandera republicana a modo
de peplo, aunando su figura clásica a su mente inconformista. Por eso fue
elegida por Mariana Pineda para que le prestara su voz, ¡y anda que no nos ha
hablado y dicho cosas! A través de Antonina Rodrigo, Mariana se ha buscado a sí
misma y ha buscado a muchas de las Marianas de la Historia, en una larga
parábola que demuestra que, si lo subversivo es real, no puede ser acallado. La
subversión de ETA era falsa, el asesinato no es subversión sino crimen, y por
eso, conforme pasa el tiempo, los antiguos “héroes” son vistos por el pueblo
vasco como criminales. La subversión de Mariana Pineda era verdad y, por ello,
según ha transcurrido el tiempo, su hazaña se ha engrandecido y, con ella, la
libertad, y asimismo, el liderazgo de la mujer.
Antonina Rodrigo es lo que hoy
habría sido Mariana Pineda y es también lo que serán tantas mujeres brillantes,
sagaces, leales, heterodoxas, con las que convivimos. De ahí que su ingreso
ayer en la Academia de Buenas Letras de Granada como correspondiente por
Barcelona fuera uno de esos hitos que dignifican una institución, la hacen más
sólida y veraz.
¡Parece tan fácil! La verdad gana
siempre, aunque sea por largo y tortuoso camino, dejando derrengada la mentira.
¿Por qué no elegirla entonces? Porque para quienes se pierden en los espejismos
la verdad parece débil, y la mentira, poderosa, imbatible. Hay pues que ser
sabio para elegir la verdad invisible o desvalida a la mentira rotunda y
avasalladora. Ayer, en el salón de actos de la Facultad de Derecho, mientras la
laica Antonina leía su discurso desde un púlpito trocado de clerical en
republicano, ganó la verdad, ganaron la audacia y la valentía de Antonina/Mariana,
ganaron la perspicacia y el arte de Margarita Xirgu, la compasión y empatía de
García Lorca, las voces aguerridas de mujeres ignoradas, ganaron los académicos
y el público, ganó la Literatura, y, con ella, las letras granadinas, que ahora
tienen su conexión directa con la Ciudad de los Libros, una ciudad que, en su
bilingüismo, ha hecho portentos por el castellano, una Barcelona puerta de Europa
que no debe cerrarse nunca, pues perjudicaría a diestro y siniestro, ya que el
destino de la luz es ir y venir y, cuando queda tapiada, se vuelve oscuridad.
Antonina Rodrigo se ha convertido
en los goznes de esa puerta que se abre en ambos sentidos y cuyo objetivo es
que circule la energía de las ideas que son verdad y que, al serlo, representan
el ideal y la justicia. Eduardo Castro la respaldó con la elegancia y precisión
de un Rafael, dibujando armoniosamente ante los asistentes la larga trayectoria
vital de la nueva académica, su nacimiento albaicinero, su marcha a la ciudad
condal en los años 70, su unión sentimental con el anarquista Eduardo Pons
Prades, sus primeros libros…
Satisface constatar que una vida
como la de Antonina ha sido y es bella, lo que únicamente ocurre cuando se es
fiel a la verdad. Como dijo Keats: “La belleza es la verdad, la verdad es
belleza”. ¿Qué decir sino que el acto de ayer fue deslumbrantemente bello?
GREGORIO MORALES VILLENA
Diario IDEAL, martes, 2 de diciembre, 2014
Gracias, Gregorio. Tu columna le hace justicia a Antonina y la Academia. Si no hubiera sido por ella, el acto habría pasado desapercibido. Aparte de equivocar el nombre de la Academia y elegir una foto con el peor de mis rictus posibles, la colocan en el último rincón de la sección de Cultura, que para variar la abren con una entrevista de página y media a LGM por su "velero bergantín".
ResponderEliminarNo te preocupes por la fotillo, Eduardo. Estabas guapísimo y espléndido en el acto, a lo Humphrey Borgart con tu esmoquin, que deberías ponerte más, y encima todos sabemos que tú eras el motor del nombramiento, que ha sido todo un éxito. La Historia se escribe a más largo plazo que las hojas volanderas de los diarios...
EliminarAsistí al acto y te vi por allí, pero saliste "como una instalación" (Javier Coronas dixit).
ResponderEliminarEn efecto, Antonina es una mujer que a base de tesón ha conseguido un prestigio, un reconocimiento y un respeto difíciles de aunar en una ciudad como Granada.
Y hablando de otra cosa, creo que esto te indignará tanto como a mí: https://albertogranados.wordpress.com/2014/12/07/otro-desproposito/
Saludos,
AG
Querido Alberto, salí como una "instalación" porque debía escribir justo este artículo para que apareciera al día siguiente... ¡Y claro que me indigna lo que denuncias! Coincido contigo y lo he dicho repetidamente que tenemos el peor alcalde en la historia de la ciudad, desde que Granada existe como municipio. Miedo me da asomarme al Cuarto Real. Menos mal que hay testigos como tú que hablan en voz alta...
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