Portada del libro de Susana Moo
SUSANA MOO, PECADORA
La masculinidad regresa. Se lleva el hombre. Lo deduzco por los textos de Susano Moo, que acaba de publicar un delicioso librito, “Eva su manzana y el pecado” . En efecto, Susana habla lo que le gusta a Eva. O tal vez a ella. Tanto monta monta tanto. Hombres fornidos, sudorosos, parcos, adustos, audaces, itifálicos, salidos, mirones. Hombres que incluso roncan.
¿Qué ha sido de los machitos feminizados que nos trajeron los 70? ¿Esos que llevaban el cabello más largo que sus compañeras, que eran pasivos, que se desempalmaban por el más fútil contratiempo, cocinitas, bañados en desodorante y Varón Dandy? ¡Pues nada, que resulta que ya no gustan! Tal vez no han gustado nunca. Así que, por más iguales que quieran hacernos, Eva ama las diferencias: una buena nuca, un pecho fornido, unas manos toscas, una polla hinchada. Eva ama el abismo, lo inquietante, la conmoción, el umbral donde las convenciones caen hechas añicos. Al menos, la Eva moderna, la Eva de nuestros días.
Susana Moo es una Eva contemporánea. Amparada en su paraíso gallego, hay pocos que se precien de conocerla. Yo tampoco la conozco. No sé cuál es su nombre real ni su profesión ni su edad. Ni siquiera su sexo. Porque muy bien podría ser un hombre. ¿Qué más da? En todo hombre hay una mujer. Y al revés.
A través del correo electrónico o de Facebook, me llegan mensajes de Susana Moo. Conozco su blog erótico, fresco, atrevido, variado, original, insustituible en este mundo de anafrodisíacos sucedáneos. En cuanto a Susana, ¿para qué conocerla? El misterio es el misterio. El misterio es erótico. ¿Hay mayor erotismo que este libro que me llega de Galicia cuajado de sugerencias?
Susana habla del pecado, de las erecciones nocturnas, de la seducción negra, de los encuentros a ciegas, de la prudente libido de los hombres de la calle, para concluir con un musical, poético y entrañable relato en gallego. ¡Ay, cómo se remueve en uno Rosalía de Castro!
La feminidad de Eva. La ternura de Eva que anhela la dureza de Adán. El imán de Eva que atrae al hierro de Adán. Ni intelectualismos ni adornos ni pavoneo. Un hombre hombre. Los demodés lo tienen duro con Susana Moo. Su edulcorada suavidad sólo provocará risa en ella. Sus rodeos, desdén. Sus trampas, piedad. El hombre que quiera ligarse a Susana tiene que ser él mismo, dejarse de circunloquios woodyallenianos, callar para siempre eso de “¿subes a tomarte una copa?” y… simplemente let it be.
Para una mujer mujer, un hombre hombre. Para una mujer audaz, un hombre audaz. Así que, en realidad, Susana Moo ha escrito el vademécum del hombre moderno. ¿Quieres saber cómo tienes que ser? Chico, lee a Susana Moo. Su librito. O sumérgete de lleno en su blog . Lamento que no la vayas a conocer. Aunque tal vez un día se siente de incógnito ante ti en el taburete de un bar. ¿Tanto que alardeas de hombre, podrás demostrarlo entonces? Hazte adicto de su blog, porque puede que un día te veas retratado en él y te tires de los pelos. ¡Dios mío, era Susana Moo y reaccioné como el negrazo de su relato!
-Me largo, chica… Hasta la vista.
Y se fue el negrazo. ¡Se fue sin dar palo al agua!
No, no es éste el hombre que le gusta a Susana. El hombre que le gusta a Eva. A las Evas. ¿Quieres saberlo? La incógnita y misteriosa dona escribe un blog que es más útil que cuantas obscenidades puedas encontrarte aquí y allá. Éste sirve. Es provechoso. Sabes dónde comienza un hombre y se acaba una mujer.
Susana Moo, ¿mujer o varón? Ambas cosas. Todas. O sea, Eva, la manzana ¡y encima el pecado!
La misma idea ha pasado por mi mente jajaja!!
ResponderEliminarPero ¿Acaso importa su genero? --- Nop la verdad que igual nos divertimos hombres y mujeres que pasamos por su casa y nos quedamos acariciando , riendo, disfrutando con sus relatos...
Me uno a tu nota sobre Susana y su probado talento y virtuosismo al relatarnos, crearnos un mundo donde la mente y la carne navegan juntas.
Saludos!