miércoles, 23 de enero de 2013

PUENTE DE PLATA

«A enemigos así, puente de plata para que se arrimen»

Pancartas contra la Toma en la celebración del 2 de enero de 2013 (foto Libertad Digital)
 Puente de plata

¡Yo quiero enemigos como los de la Toma de Granada! Son como la banda de tambores y cornetas de las procesiones. Sin su ruido, parecerían un triste cortejo. ¡Y este ruido está traspasando las fronteras y haciendo que la Toma se haga famosa en todo el mundo! También ha movido a la Diputación y al Ayuntamiento a proponerla como Bien de Interés Cultural. ¡Anda que no  están logrando nada!
Las adhesiones, los ditirambos, las loas, se las pasa la gente por el forro, pero el rasgarse de vestiduras chupa cámara, y los opositores de la Toma se rasgan mejor que nadie los hábitos talares, como clérigos que son, es decir, primero declaran un folclórico acto impío y luego espurrean culpabilidad sobre quienes lo protagonizan.
Han lanzado anatema contra la Toma, y la izquierda ortodoxa se apresura a secundarlos prosternándose a sus pies. Y es que el espíritu antañón de probidad y conciencia espercojada que embargó el Imperio de los Austrias se  ha refugiado en la siniestra española, que es la derecha de la derecha de la izquierda europea, y por eso es nacionalista y por eso se llena de mala conciencia ante las proscripciones de los monagos, y no le importa dislocar ni criminalizar la historia, inventándose en su lugar una mitología buenista que lógicamente debe conducirnos a la pureza civil.
¡Yo quiero tales enemigos, que me hagan esta grandiosa publicidad! Pongamos por caso que publico una novela y no les gusta y me recriminan y me excomulgan, ¡nunca podría estarles lo suficientemente agradecido! Que tan simpares prestes se peguen a tu conferencia, a tu acto, a tu trabajo, a tu libro, para denigrarlos, para reventarlos, para ponerlos en el candelero de las infamias, ¡así es como se potencian y marcan las cosas para que nadie en el futuro se olvide de ellas! Todo lo que hoy creemos imprescindible nació en el escándalo: “Madame Bovary”, la circulación de la sangre, la rotación de la Tierra, los pantalones en la mujer, el Cubismo, la Teoría de la Evolución… Las legiones de agraviados les imprimieron tal fuerza que los convirtieron en hitos de la humanidad.
Lo mismo pasará con la Toma de Granada. La ceremonia será cada vez más nombrada, seguida y estimada, hasta ser considerada una obra de arte y preservada para los siglos venideros. Lo que era una curiosa efeméride local, que languidecía y a la que asistían cuatro gatos, se ha robustecido y luego se ha internacionalizado y cada vez vienen más periodistas y televisiones para difundirla a los cuatro vientos. ¡Éxito de márketing!
A enemigos así, puente de plata para que se arrimen, para que cada año jaleen más, para que apesadumbren nuevas conciencias y aumenten el número de prosélitos escandalizados. La repercusión que no han conseguido ni instituciones ni políticos nos la traen los molinetes de esta insuflada clerigalla. ¡Larga vida a enemigos así! 

GREGORIO  MORALES
Diario IDEAL, martes, 22 de enero, 2013

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