«Bastaría
con dar libertad a las provincias para evitar la amenaza de descomposición del
Estado»
Artículo 22 de la Constitución española de 1931 |
Su misma medicina
Sorprende la desidia del gobierno central para acometer la
reforma de las administraciones públicas, este cáncer que se zampa los elevadísimos
impuestos de los españoles y que, no contento con ello, está deglutiendo también
los de la quinta generación. Como han demostrado políticos de uno y otro signo
protestando ante las tímidas propuestas esgrimidas, esta desbocada metástasis
no se hará el haraquiri por sí misma, pues una célula cancerosa es egoísta
hasta la consunción. ¡Si hasta un prócer local dijo que la reforma haría perder
puestos de trabajo! Pues claro que sí, hombre: se trata de que haya menos
políticos. Tristemente significativo esto de identificar representación
política con “puesto de trabajo”.
Las
autonomías son un pesado fardo, pero no podrán ser neutralizadas mientras no se
les traslade el mismo problema que le están creando al país, concediéndole
libertad a las provincias para salirse de ellas, lo que era factible en la muy
alabada pero no leída Constitución republicana de 1931. Bastaría con restaurar
este artículo para que las regiones padecieran el mismo problema con el que
quebrantan al país.
Si hubiese
la posibilidad de salirse de una Autonomía, gran parte de estas saltarían
hechas pedazos, dado que, quitando las capitales regionales, el resto ha sufrido
el desdén y hasta el saqueo del centralismo autonómico. Sin ir más lejos, en
change.org* se acaba de lanzar una propuesta de reorganización de España para
que las provincias recuperen su importancia. Y no, no se trata de nostalgia “franquista”,
como pueden tildarlo fácilmente interesados políticos que vegetan del pesebre
público, sino de una meditada y democrática reflexión sobre el desastre al que
nos está conduciendo nuestra organización política, desastre que ahora intenta
reduplicar el PSOE mediante la federalización, es decir, haciendo del problema el
problema del problema.
La propuesta
de change.org está firmada por movimientos como la Asociación Rayya de Málaga,
la Plataforma Pro Autonomía de la Región de Málaga, la
Unión del Pueblo Salmantino, la Agrupación de Electores
Independientes Zamoranos, Ciudadanos de Burgos por Castilla La Vieja, el Partido
Regionalista de Guadalajara,
la Agrupación y Unión para el Progreso de Almería, Ciudadanos
por Granada, el Partido Regionalista por Andalucía Oriental y la Plataforma por
Andalucía Oriental, lo que demuestra que es una tendencia que crece. Hasta el
momento, la han firmado a título particular más de un centenar de personas, a
pesar del miedo que aún producen iniciativas así, las descalificaciones
desesperadas del establishment y la poca publicidad que se les presta. Pero las
grandes riadas comienzan con gotas de agua.
Bastaría
por tanto con dar libertad a las provincias para evitar la amenaza de
descomposición del Estado y poner coto a la ciega y egoísta clase política que lastra
el desarrollo del país. Que tomen su propia medicina y empleen en la curación
la misma energía que ahora emplean en crear déficit, abogar por la desigualdad
de los españoles y poner en solfa al Estado.
* Se puede leer la propuesta en change.org/es/peticiones/reorganizar-españa-para-que-las-provincias-recuperen-su-importancia
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 30 de abril, 2013
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