«Con
paso firme, el alcalde de Granada y sus concejales han conseguido conducir a
los granadinos a la Gambia de Yahya Jammeh»
"Desavolución"
Con paso firme, el alcalde de Granada y sus concejales
han conseguido conducirnos a la Gambia de Yahya Jammeh. La demagogia populista
con que se pavonean hace palidecer la de dictatorzuelos tercermundistas. Y es
que hay rayos de luz que viajan a una velocidad inferior a la de la luz;
animales que han evolucionado para ser más tontos, como el gato doméstico; y
ayuntamientos del siglo XXI con el espíritu de las repúblicas bananeras del XX.
Alguno de estos munícipes vio
un autobús «modelno» en alguna ciudad europea y se encaprichó de ponerlo en el
centro de Granada, y, en aras de su sueño, se ha cargado el transporte público
y el erario municipal, pero resulta que era para descontaminar y limpiar el
tráfico, vaya, y la culpa del despropósito monetario es de la compañía. Rajan
del tripartito de Moratalla, ¡y esto lo dice la peor corporación de que tenga
memoria la ciudad! Satanizan a Podemos, porque están aterrorizados de que se
rompa su cavernícola mayoría absoluta, pero ni siquiera con todas las
apocalípticas falsedades que le atribuyen, sería peor que estas tres
legislaturas al frente de un alcalde que lo ignora todo de Granada, al que los
ciudadanos se la traen al pairo, destructor de comodidades, de rústico y
nefasto victimismo, inútiles y desastrosas iniciativas, y de una arrogancia directamente
proporcional a su ilustración inope.
Con uno de sus concejales al
frente de la Diputación, para mayor inri, empeñado en una permanente campaña de
imagen, es decir, de culto a la personalidad, como en los terruños de opereta,
y que oculta de esta manera una pobre y arcaica gestión, como esa obsoleta página
web diputativa, mal construida, confusa, donde no puedes siquiera pagar un
impuesto si no tienes cuenta en los cuatro o cinco bancos con que se han
enchufado.
Todo se ha hecho rancio en
Granada, torpe, ineficaz, durante esta Edad Media de doce años, y las máximas
figuras han sido del tipo Telesfora Ruiz, experta en decir «Diego» donde dice «digo»,
que peatonalizó la Carrera del Darro para despeatonizarla después, que se cargó
los autobuses directos para después volver a instaurarlos por caminos oblicuos,
que ha hecho del centro un agujero negro del que es difícil salir, y que, al
modo de primera dama rumana en tiempos de Ceaucescu, ha escrito una novela
donde gloría su estirpe.
¡Y se dicen avanzados! Pena que
Eduardo Galeano no los conozca, porque formarían parte de su libro «Patas
arriba. La escuela del mundo al revés», donde «el plomo aprende a flotar y el
corcho, a hundirse. Las víboras aprenden a volar y las nubes aprenden a
arrastrarse por los caminos». En este tiempo, el peor enemigo de los granadinos
ha sido su alcalde; y quien los ha inmovilizado, su concejal de Movilidad; y
quien ha dilapidado sus caudales, concejal de Hacienda; y quien tiene como
oficio confundir en nombre de sus adictos, concejal de Cultura…
Y sin embargo, el PP tiene personas
que están en la vanguardia de las ideas, liberales que conocen de primera mano
la modernidad y que habrían llevado viento en popa esta nave granadina, pero
Dios los cría y ellos se juntan, y Torres Hurtado ha apiñado junto a sí a los
de su estatura. ¡Pobre PP! ¡Qué «desavolución»! Sí, hay fotones que caminan a
una velocidad inferior a la de la luz.
GREGORIO MORALES VILLENA
Diario IDEAL, martes, 27 de enero, 2015