Confesiones
MIS MANDAMIENTOS, MI CRUZADA
Granadino, granadina, te habla José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno de España. Me he inmiscuido en la columna de Gregorio Morales porque reboso felicidad. ¡Al fin se han apercibido de que no soy ateo! ¡Soy creyente! Hasta tengo mis diez mandamientos. Helos aquí:
1º) Amarás a Zapatero por encima de todas las cosas. 2º) No tomarás el nombre de Zapatero en vano. 3º) Santificarás las fiestas de San Político Correcto. 4º) Honrarás a tu padre y a tu madre, es decir, a mí y a Mª Teresa Fernández de la Vega. 5º) No matarás a quien me adore. 6º) No pronunciarás jamás la impura palabra “sexo”, que sustituirás por “género”. 7º) Usarás a placer el dinero público, pues no roba quien usa el dinero de todos/as. 8º) No mentirás cuando afirmes que soy el salvador de España. 9º) No consentirás pensamientos ni deseos políticamente incorrectos. 10º) No codiciarás mis bienes ni los de Bono.
Estos diez mandamientos se resumen en dos: me amarás a mí sobre todas las cosas y a mí como a ti mismo/a.
¿Te das cuen? Por eso voy a ver al Papa el jueves. ¡Pero si hasta observo los cinco mandamientos de la Santa Madre! De la santa madre Fernández de la Vega, claro. Son éstos:
1º) Acompañarás a todo masculino de su correspondiente femenino. 2º) Confesarás las ofensas inferidas a san Correcto al menos una vez al año, en campaña electoral y si deseas trepar en el Partido. 3º) Inhibirás permanentemente tu apetito carnal y sexista. 4º) Rendirás culto a san Correcto al menos el Día de la Constitución. 5º) Sostendrás con tus impuestos las necesidades de la gloriosa cruzada a cuya cabeza estamos Mª Teresa y yo.
¿Quién dice pues que no soy religioso? Todas las noches le rezo a san Devoto. Todas las mañanas me confieso con Fernández de la Vega.
-Maite, ayer estuve en Granada, y cuando dije “andaluces”, se me olvidó añadir “andaluzas”.
-¡Qué horror, hijo! Como penitencia, saca un decreto para que los hombres se den quinientos latigazos.
¡Qué bueno soy! El Papa va a flipar. Nos entenderemos. Él también reza y se confiesa diariamente. Él tiene iglesias. Yo, sedes de Partido. Él tiene evangelios. Yo, estatutos de autonomía. Él habla de Dios. Yo hablo del Estado (que para mí es Dios). Él anhela que la Tierra sea católica. Yo, correcta.
Nos vamos a llevar como hermanos el Papa y yo. ¡Y tú, granadino/a, no seas tibio/a! La Inquisición fue abolida, pero yo, con la inestimable ayuda de De la Vega, he erigido otra. ¡Cuida de no darte de bruces con ella! Reza a San Correcto y a mí, su representante en la Tierra. Sé que lo comprendes. Mi misión es allanar los caminos de la Fe. ¡Hay que poner el mundo a los pies de san Ortodoxo!
Diario IDEAL, 8 de junio, 2010
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