De izquieda a derecha, Paco Cuenca (PSOE), Paco Puentedura (IU)
y Marifrán Carazo (PP), concejales del Ayuntamiento de Granada
Hechiceros
En las tribus primitivas, cuando un miembro no se sometía servilmente al clan, todos dejaban de hablarle y hacían como si no existiera, provocando su muerte por tristeza y soledad. Es lo que están haciendo en el Ayuntamiento de Granada con Mayte Olalla.
La concejal de UPyD afirmó hace días que “meterse en la memoria histórica sólo sirve para remover la mierda”. Y que los del PP son “mafiosos de guante blanco”. El pasado jueves, Marifrán Carazo anunció que el PP no debatirá con Olalla mientras no se retracte y pida disculpas. Anteriormente, Paco Cuenca (PSOE) y Paco Puentedura (IU) se negaron por las mismas razones a celebrar una rueda de prensa con ella. Un escrito de la concejal donde lamenta sus afirmaciones por coloquiales y desafortunadas no ha surtido efecto.
¿A qué Gran Manitú ha ofendido Olalla? Ha ofendido el buenismo y la hipocresía, ¡y esto merece la condena de los hechiceros, sacrosantos guardianes de la pureza! Sabía que algunos políticos eran primitivos, pero nunca había visto una demostración tan palmaria.
Mi abuelo fue uno de los primeros alcaldes fusilados por los insurgentes en 1936. Fue abatido en el cementerio de San José y sus restos echados a una fosa común. Pero las palabras de Mayte Olalla no me ofenden. Sé que sólo llama mierda al rancio victimismo que la era Zapatero ha instaurado en torno a la Guerra Civil. Y en cuanto a lo segundo, ¿acaso no estamos hartos de ver actuaciones mafiosas en los partidos? Unas, para financiarse; otras, para lucrarse sus dirigentes. ¿Qué es si no la trama Gurtel? ¿Qué son si no los EREs? ¿Qué es acaso la trama Nevada de Armilla? Mafia de guante blanco. No hay otras palabras para decirlo. Mayte ha utilizado magníficamente su libertad de expresión. ¡Es justo lo que no toleran las sociedades tribales! En ellas, la libertad está ciegamente sometida a las normas del grupo. Expresarla es ser enviado al destierro y a la muerte.
Mayte Olalla ha cometido un solo error: disculparse. ¿Qué necesidad había? Encima no ha aplacado la condena tribal, que la quiere servilmente postrada en la ceniza. Tan desproporcionado deseo solo patentiza el terror que les produce esta chica. ¡Una persona que dice en voz alta las verdades que todos reconocen en privado! ¡Terrible! El Gran Manitú sólo permite incensadas oraciones. Las críticas en lenguaje no sagrado forman parte del dominio del mal.
No hay nada que no escandalice que no lleve en sí algo de verdad. Mayte Olalla fue elegida para decir estas verdades. ¡Estaba en su programa! Que la tengan en el ostracismo es una prueba de que lo está cumpliendo. Por eso han lanzado contra ella un conjuro. Pero los conjuros no tienen fuerza contra quien no cree en ellos. Necesitamos heroínas como Olalla, que contengan el poder de los hechiceros y, en sonoro castellano, socaven sus infatuadas excomuniones.
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 2 de agosto, 2011
Hola, le escribo para felicitarle por este artículo. Está claro que PP y PSOE ahora se sienten amenazados por un partido que cada vez cuenta con más apoyos, así que han pasado de ignorar a UPyD a tratar de desprestigiarle haciendo uso de su maquinaria de partido y de sus medios afines. Pero esto no sólo está pasando en Granada si no en toda España. Esto es una señal más de que están haciendo las cosas bien, pues a seguir así.
ResponderEliminarLe dejo la dirección de un artículo del blog de Mayte Olalla, en el que le felicita. http://mayteolallaolmo.blogspot.com/2011/08/primeros-meses-de-una-concejala-de-upyd.html
Gracias
Muy de acuerdo con usted. Creo que la primera frase da en el clavo. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Gonsaulo y Anónimo por vuestra opinión e inestimables informaciones.
ResponderEliminarÁnimo, Mayte, y enhorabuena, Gregorio, por no someterse tampoco a los dictados de la tribu. ¡Viva la ciudadanía!
ResponderEliminarBuenísimo.
ResponderEliminarJuan Luis, la libertad es inversamente proporcional al espíritu de tribu. Yo no quiero tribus, sino libertad, diferencia, singularidad. Si aprendiéramos a vivir con ello, la vida sería comodísima para todos. Me alegro pues que pienses así.
ResponderEliminar* * *
Dionisio, gracias.