Lisa Abend, "Spain's Identiy Crisis". Artículo de la
revista TIME (1-8 agosto, 2011) centrado en Granada
La Granada de Battuta
Granada está en el mundo. La revista TIME, de vasta difusión y enorme influencia, centra en Granada uno de los artículos de su último número. ¿A qué se debe el privilegio? ¿Tal vez al buen hacer de Torres Hurtado? ¿A la maravillosa política cultural de la Junta? Frío frío. Se debe a la presencia del Islam en Granada. A la presencia ayer y hoy. Rememorando de forma magistral el viaje de 30 años del marroquí Ibn Battuta que, entre cientos de ciudades, visitó Granada en 1350, la revista acaba su larga y documentada actualización del periplo justo en nuestra ciudad.
Lisa Abend, la intrépida reportera, analiza sin prejuicios la comunidad musulmana granadina contemporánea, señalando que la hostilidad padecida en otros tiempos se está atemperando. “La comunidad musulmana granadina es una de las más desarrolladas de España”, asevera. Por su reportaje, me entero de que en Granada no hay una mezquita, sino tres, una de ellas en un céntrico bloque de edificios. Y que los musulmanes locales son españoles que abrazaron el Islam por las prédicas de un converso escocés que arribó a Granada en 1975.
Uno de estos musulmanes, el español Medhi Flores, afirma: “Nos reconocemos como miembros de una comunidad que ha dado al mundo una de las más bellas civilizaciones que ha conocido el hombre. Una civilización que, con sus luces y sus sombras, fue capaz de alcanzar cotas de humanidad que aún sirven de ejemplo en la búsqueda de cómo vivir y vivir juntos”.
Que Granada aparezca en la prensa internacional porque un ilustre nómada musulmán estuvo aquí hace 661 años; que Granada resplandezca en el mundo por las murallas, torres y palacios de una civilización musulmana; que se hable de Granada por la comunidad islámica que la habita actualmente; que los mismos granadinos impulsen la ciudad con la celebración del milenio de un reino musulmán; todo ello debe darnos que pensar. Las señas de identidad que nos marcan no son las de la civilización cristiana. No son el palacio de Carlos V, la Capilla Real, la Catedral… Nos guste o no nos guste, nuestro rostro es musulmán.
Esta es la realidad. Una realidad que hay que aceptar. Y que puestos a ser inteligentes, habría que potenciar. El otro no es nunca la amenaza. Es el enriquecimiento. Negar lo que se teme es un suicidio. Cuanto más se deshace la civilización occidental, más miedo producen aquellos que conservan valiosos valores y conductas que nosotros hemos tirado por la borda.
Granada ya no es la que era en 1975. Granada es ahora cristiana e islámica. ¡Y unos y otros son granadinos! Tenemos que aceptarlos sin ambages, con el corazón. Y, al aceptarlos, acabará esta terrible esquizofrenia de alardear en público de unas señas de identidad que nuestro comportamiento escamotea secretamente. Si Battuta viajó a Granada, Granada no puede viajar sin Battuta.
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 9 de agosto, 2011
Chapó!! De un granaino que vive en Ceuta con muchiiiiisimos musulmanes.
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