«Una noticia tan buena como un exquisito bombón… de
chocolate envenenado»
Semillas de cacao y chocolate elaborado (foto: El Mercurio) Chocolate envenenado |
En
un estudio con 1458 jóvenes, un equipo de las facultades de Medicina y Deporte
ha comprobado que la ingesta regular de chocolate tanto en personas delgadas
como obesas reduce la grasa abdominal ¡independientemente de lo que se coma o
del ejercicio que se haga! Un verdadero milagro, tan milagro que la industria
chocolatera debe de estar frotándose las manos. ¡El negocio va a crecer más y
más y más!
En
otros tiempos hubo milagros semejantes cuando “rigurosos” estudios médicos
certificaron que el tabaco ayudaba a combatir el estrés e intensificaba la
concentración y la memoria. Mucho más cercano, el Congreso Internacional de
Nutrición celebrado en septiembre en Granada proclamó apoteósicamente que el
consumo de pan “favorece el adelgazamiento y reduce las posibilidades de
padecer enfermedades cardiovasculares”. En letra pequeña te enterabas de que se
refería al pan integral (que no es el que hacen pasar por integral en gran
parte de las panaderías) y, además, acompañado de ejercicio físico. ¡Así
cualquiera, vamos! He aquí el ejemplo de un titular interesado, más sospechoso
aún por cuanto la buena nueva fue anunciada en un simposio organizado por la
Unión Internacional de Panadería y Pastelería. ¿Pero qué van a decir los
panaderos? Les conviene que la noticia sea equívoca, conocedores como son de
que la mayoría de la gente sólo lee los titulares.
No
sé si detrás del estudio que proclama las maravillas adelgazantes del chocolate
se encuentra la industria chocolatera, pero el titular es tan nefasto como los
de sus hermanos siameses. Indudablemente un consumo moderado de chocolate puro
o casi puro es bueno para la salud, pero
el estudio habla de chocolate indiscriminado, en la forma que sea, tabletas,
onzas, barritas, bombones… obviando que el chocolate comercial viene mezclado
con azúcar, y que el consumo excesivo de ésta no es sólo una de las causas
principales de la pandemia de obesidad occidental, sino que es hasta tal punto
adictiva que en experimentos con ratas se la ha equiparado con la cocaína. El
consumo de azúcar, que hoy día está no sólo en los dulces sino en gran parte de
los alimentos salados industriales, lleva como en toda drogadicción a un
aumento progresivo de la ingesta para lograr el primigenio efecto de fruición,
aparte de producir un hambre voraz por la rapidez con que se procesan los
glúcidos, lo que intensifica el deseo de más y más comida, fundamentalmente hidratos
de carbono, es decir, puras inyecciones de grasa.
Luego
la noticia de la lenidad del chocolate tal como se ha comunicado y difundido es
una mina que socavará aún más la salud de la población. Aunque los
investigadores granadinos aconsejan que el producto se tome con moderación, saben
que esto no es posible y pecan de no prescribir la pureza en que debe ser
consumido ni de precaver de sus peligros adictivos. Su noticia es buena como un
exquisito bombón… de chocolate envenenado. Un paradisíaco placebo que envuelve
una amarga ponzoña.
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 29 de septiembre, 2013
SECUENCIA DE ARTÍCULOS
-"¿Quién ha envenenado el chocolate?" por M. CUENCA GARCÍA, J. R. RUIZ, F. B. ORTEGA Y M. J. CASTILLO
-"Chocolate sin cacao" por GREGORIO MORALES
-"Cacao... mental" por M. CUENCA GARCÍA, J. R. RUIZ, F. B. ORTEGA y M. J. CASTILLO
-"El chocolate del loro" por GREGORIO MORALES
-"'Al loro' con el chocolate" M. CUENCA GARCÍA, J. R. RUIZ, F. B. ORTEGA y M. J. CASTILLO
-"Cacao... mental" por M. CUENCA GARCÍA, J. R. RUIZ, F. B. ORTEGA y M. J. CASTILLO
-"El chocolate del loro" por GREGORIO MORALES
-"'Al loro' con el chocolate" M. CUENCA GARCÍA, J. R. RUIZ, F. B. ORTEGA y M. J. CASTILLO
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