miércoles, 30 de junio de 2010

EL VIAJE ETERNO (Las Lecciones del Maestro VI)


Las lecciones del Maestro VI

ELVIAJE ETERNO
(el Maestro a sus alumnos)

Paloma, una mujer madura pero de joven vitalidad, inquieta, amante sin duda de la vida y del descubrimiento, asiste por primera vez al Taller del Maestro. Éste cuenta cómo la conoció, las cosas comunes que los unen, alguna anécdota divertida, y le pide que le formule una pregunta para comenzar el trabajo. Ella medita.

-No controles –le pide el Maestro-. Pregunta lo primero que se te ocurra. Eso será sin duda lo más importante para ti.

Paloma reflexiona y, finalmente, como dando por zanjadas sus elucubraciones, inquiere:

-Maestro, sé que me van a llamar para emprender un viaje dentro de unos meses. Quiero saber si mis hijos, mi nieta y mi padre me acompañarán.

Las pupilas del Maestro se dilatan con extrañeza. Su asombro resulta patente.

-¡Pero Paloma! ¿Crees que soy adivino? ¿Piensas que un Taller de Pensamiento tiene algo que ver con un oráculo?

-¡Esa es mi pregunta! –se justifica ella-. Me has dicho que preguntara lo primero que se me viniera a la mente…

El Maestro calla por unos instantes.

-Sin duda es así –asiente pensativo.

Vuelve a quedarse en silencio, como abismado en elucubraciones. Y de súbito, su respuesta se abre paso. Es como si le fuera dictada. Dice:

¿De qué viaje hablas, Paloma? Hace ya mucho, mucho tiempo que te llamaron a emprender un viaje. Estás viajando desde que naciste. O antes, desde el momento en que fuiste concebida… O mucho antes, porque tus genes ya existían en tus antepasados. Estás viajando desde el comienzo de los tiempos. Cuando tu padre viajaba, tú ya viajabas con él. Cuando tú viajabas, tus hijos ya viajaban contigo. Cuando tus hijos viajaban contigo, tu nieta ya viajaba con ellos… Has estado viajando desde hace millones de años.

Los cuerpos que has ocupado han sido sólo una nave para transitar por la Tierra. Tú has existido siempre, pero has venido al mundo en vehículos a los que muchos confunden con el ser. Pero no, Paloma, no somos el coche que conducimos. Somos el conductor.

Te has servido de miles de cuerpos para viajar. Y así tus padres y tus hijos y tu nieta… todos viajáis por la misma autopista, en la misma dirección, con el mismo propósito.

¿Me preguntas Paloma, si te van a acompañar en tu viaje? ¡Te han acompañado siempre! ¡Y te acompañarán siempre! Paloma, la separación no existe. Tú crees que estás separada de tu padre, de tus hijos, de tu nieta, pero eso es sólo una apariencia. Todo en el universo está conectado. Todo, desde lo ínfimo a lo enorme, desde lo cercano a lo remoto, desde lo visible a la materia oscura, desde las dimensiones conocidas a las ignotas, se haya imbricado. Todo está en todo. No se puede cortar una flor en la Tierra sin que repercuta en la más lejana galaxia. ¿Cómo no iban a estar permanentemente contigo tu padre, tus hijos, tu nieta?

Paloma, no hay un solo pensamiento que puedas tener, ni el más nimio, ni el más ligero, que no reverbere en los pensamientos de aquellos a quienes amas. Sois vasos comunicantes. Lo que hagas, lo harás, quieras o no, para ellos. Lo que ellos hagan, quieran o no, lo harán para ti. ¡Fíjate que ni siquiera la muerte podrá impedir que viajen contigo! Pues la muerte no arrebata nada, ya que, en todo caso, sólo se desprende de la vieja nave. Pero el conductor vive siempre. Y siempre vivirá a tu lado.

Si desarrolláramos nuestro don de ver en lo invisible, nos apercibiríamos de que en realidad viajamos en medio de una inmensa caravana. Cientos, miles, millones de personas avanzando conjuntamente, como los exiliados de una guerra. Salvo que nadie camina hacia el exilio, sino hacia sí mismo. Y no se trata de una guerra, sino de la paz. Pues cuanto más comprendemos que no viajamos solos, que nuestro viaje es también el viaje de otros, la dicha nos inunda. Sentimos una inmarcesible paz. Nos hallamos seguros y protegidos. Y el miedo cae hecho añicos a nuestros pies. ¡Cómo no iban a viajar contigo tus seres queridos!

Tú, Paloma, tal vez te has referido a un viaje concreto. Tú tal vez deseas hacer un viaje conmemorativo, un viaje ritual a alguna parte significativa del mundo, y amas que, en ese viaje, estén tu padre, tus hijos, tu nieta. Es un viaje que para ti es una encrucijada. Un viaje en el que confluyen y parten todos los caminos de vuestras vidas. Un viaje hacia un aleph, un punto que contiene todos los puntos. Y deseas saber si lo que más amas estará físicamente a tu lado. ¿Pero qué más da? ¡Si la separación no existe! Puedes hacer ese viaje sola y tus seres queridos estarán contigo. Si están a tu lado, bien. Si no, también están a tu lado. Puedes irte a la más inaccesible cumbre del Himalaya, buscar la soledad total, tomar incluso de la flor de loto que desvanece los recuerdos, y ellos seguirán contigo. El inmenso río que viaja contigo estará a tu lado. Ni una décima de segundo estarás sola, porque no hay nada en el universo que esté solo. La soledad no existe. Es un invento del ego que, para sentirse especial, necesita alejarse. Es un espejismo para inflar la ridícula vanidad.

Sólo los ciegos de espíritu ven la separación y creen que el ser se agota en el cuerpo. Confunden la nave con el piloto. ¡Pero ni siquiera el vehículo puede estar separado! Los modernos aparatos han descubierto que ni el cuerpo ni los objetos materiales se acaban donde parece que acaban, sino que se extienden ad infinitum. Se expanden de la misma forma que la luz. Al igual que la luz no puede ser contenida, nada en el universo puede ser contenido. Tu cuerpo no puede ser contenido. Tu mente no puede ser contenida. Viajas en multitud y con los seres queridos a tu lado. También viajan a tu lado a los que inútilmente odias. Pues el odio es una petición desesperada de amor.

Puede que ese viaje material para el que han de llamarte sea importante para ti, pero no olvides que será sólo un símbolo de tu viaje real, de tu verdadero viaje, y que los símbolos lo abarcan todo. Estén contigo o no tu padre, tus hijos y tu nieta, estarán de todas formas contigo.

Mi respuesta a tu pregunta, Paloma, es por tanto un rotundo sí. Los seres que amas viajarán contigo. Aunque trataran de eludirlo, aunque el azar se pusiera por medio para impedirlo, aunque te arrepintieras de tu deseo, tu padre, tus hijos y tu nieta viajarán contigo. Una y otra vez, siempre, eternamente, viajarán contigo.

martes, 29 de junio de 2010

PUERTA REAL 29 - VI - 2010


DOBLE LLAVE A GRANADA

¿Para qué sirve una Autonomía? Sin el corsé andaluz, Granada hablaba directamente con Madrid. Ahora tiene que pasar por Sevilla. Antes había un solo centralismo. Ahora, dos. La autonomía andaluza acogota Granada con un nudo corredizo.

¿Qué perderíamos si esta Autonomía dejara de existir? Nada. Por el contrario, una frontera sería deshecha. Seguiría habiendo centralismo, pero al menos sería un sólo centralismo.

¿Miran por los intereses de Andalucía los gobernantes de Andalucía? Eso significa mirar por los intereses de los andaluces. Pero Griñán y su gobierno sólo persiguen acrecentar el poder de su Administración. Poder de la Junta y poder de los andaluces no coinciden necesariamente y, a veces, divergen, como en el caso de la Caja única andaluza o la gestión de la Alhambra.

¿Para qué perseguir una gran Caja andaluza? Simplemente porque ésta caería de lleno bajo el control de Griñán. Si las cajas, no obstante, están aliadas a entidades de otras regiones, su poder queda mermado. ¡Espíritu de campanario de las comunidades autónomas, localismo, ceguera, patrioterismo huero y fútil! Si todos somos españoles, ¿qué más da que Caja Granada se sume a las cajas de otras regiones?

Salir de la Autonomía no representaría cataclismo alguno para Granada. Las competencias las ejercería el gobierno de España y no estaríamos peor que estamos ahora. Conocedores de su inutilidad, Griñán y los suyos se disfrazan bajo un centralismo codicioso y obsoleto. No persiguen una Andalucía más rica, sino más sometida a los órganos de gobierno que detentan.

Una doble frontera aísla Granada. Si hoy hubiera un referéndum, probablemente muchos miles de granadinos votarían por abandonar la Autonomía. Y es que el doble centralismo ha convertido a Granada en una ciudad de tercera.

Estos políticos desnortados quieren cargarse el patronato de la Alhambra y poner minas en el camino de fusión de Caja Granada. La chispa que prende la mecha. ¡Qué perfectamente han sabido sublevar a la opinión pública granadina! Pese a sus profesiones de bondad, de que nada va a cambiar, de que, si las cosas van mal, se revocarán las decisiones, todo apesta al vano deseo de acrecentar su poder.

Quieren una Andalucía con una capital fuerte, de la que todo dependa. ¿Pero para esto no teníamos ya Madrid? Reproducen en pequeño lo que ya teníamos en grande. Entre una cosa y otra, me quedo con lo segundo.

Ese magnífico orador y regeneracionista que fue Joaquín Costa anhelaba una España moderna, y clamó por que se pusiera doble llave a la tumba del Cid. La Junta, por el contrario, anhela que Granada sea la tumba del Cid y que los granadinos no puedan trasponer las puertas del cementerio. Por eso, Griñán y su consejero de Cultura vienen con ajadas cadenas y herrumbrosos candados. ¡Doble llave a la ciudad de Granada!


Diario IDEAL, martes 20 de junio, 2010

martes, 22 de junio de 2010

EQUINOCCIO DE ESPAÑA


EQUINOCCIO DE ESPAÑA

Ayer fue el solsticio de verano, el día más largo del año, uno de los más hermosos en Granada. Ahora iremos en descenso progresivo hasta tener casi ocho horas menos de luz. Pasa lo mismo con España. Llegamos a un máximo, y ahora todo serán reducciones. “Hoy ganarás menos que ayer, pero más que mañana”.

Otros países europeos están saliendo de la crisis de manera diferente, pero cuando todo se hincha hasta la extenuación, en algún momento tiene que estallar. No es que los sueldos estuvieran inflados. Al menos los de los funcionarios y pensionistas. Es que el país estaba inflado. Inflado por este hombre vacuo, ambicioso y sin norte que es Zapatero. Y el globo siempre se pincha por la parte más débil.

Todo se irá reduciendo ahora, como los días. Disfrazada bajo el manto de la crisis, nunca se ha lanzado una ofensiva más brutal contra los españoles. Cuando en un país ocurren cosas de este jaez, es que los gobernantes han subyugado al pueblo. Lo desdeñan. Lo extorsionan.

Los españoles de a pie han sido generalmente explotados por sus políticos, pero esto no ha sido nunca tan claro como ahora. Zapatero ha tenido que quitarse la máscara. Lo extraño es que la mayoría calla. Está resignada a su destino. Tiene pavor de que las cosas sean aún peores.

El pueblo español es un pueblo aterrado y sumiso. Aquí, los demócratas, los librepensadores, no han tenido nada que hacer. Los dictatorzuelos han campado por sus respetos. España está llena de dictatorzuelos, de mixtificadores, de engañabobos, de comisarios políticos, de acusicas, de fundamentalistas de San Correcto. Cuanto más malvado el gobernante, más respeto del pueblo. Cuando más tonto o más retrasado, más veneración.

Zapatero es una mezcla de ambas cosas. Por eso ha podido hacer lo que ha hecho: una infausta política con la que ha despedazado el país, dejado inerme a la mitad de la población, dilapidado los recursos y devorado los ingresos. Con Zapatero, los días han comenzado a acortarse drásticamente, y las sombras se adivinan más cercanas que nunca. Como todos los gobernantes impopulares, él y sus adláteres han echado mano de la Historia que, según ellos, será la que los juzgue en toda su grandeza. Pero la Historia será con ellos tan inmisericorde como lo ha sido con los pelagatos de otros tiempos.

Zapatero no es el solsticio de verano. Zapatero es el más negro equinoccio de invierno. Es el día más corto, más frío del año. Con Zapatero, habrá que preparar las mantas, el brasero de picón, el pan y la cebolla. La memoria histórica de Zapatero es real. La posguerra se nos echa de nuevo encima, con sus injusticias y, sobre todo, con su pobreza y con su miedo. Allá donde Zapatero pisa, el sol comienza a ocultarse.

GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes 22 de junio de 2010

martes, 15 de junio de 2010

PUERTA REAL 15 - VI - 2010


Javier Plazas, líder de la secta del Zaidín (Granada)

INTELIGENCIA ESPIRITUAL

Criticáis al santón del Zaidín y, sin embargo, no sois diferentes. El gurú vive del hambre de vuestras hijas. Las habéis hecho ayunar con los vacuos alimentos de Occidente. ¡Alimentos que no calman el apetito! Mientras sus corazones clamaban por un sentido, vosotros les habéis dado el inane sentido de nuestros días. Consideráis que esto es la normalidad. Las habéis nutrido con “normalidad”, y estaban famélicas de espíritu. Y allá donde hay vacío, algo viene a llenarlo. Este sectario envanecido les ofrece un sucedáneo de alma. Y lo han absorbido con la voracidad de la tierra seca.

¿De qué os quejáis? ¿No sabéis que vuestras hijas necesitan vitaminas? Habéis cocinado para ellas una mendaz religión: la religión del consumo. Vuestra aspiración ha sido el modo de vida norteamericano; vuestros evangelios, las vanas palabras de los políticos; vuestros dioses, las casas y los electrodomésticos; vuestras catedrales, los hipermercados. ¿Os asombráis de su actitud? Ellas anhelaban alma, pero como la desconocían, han creído encontrarla en un estercolero.

Lo vuestro es basura también. De basura a basura. ¿Qué habría ocurrido si no les hubierais dado detritus? Estarían con vosotros. Sois pues tan responsables como el santón. Y ahora buscáis su culpabilidad, sin daros cuenta de que, en ese caso, vosotros también sois culpables. Vuestro analfabetismo espiritual ha criado hijas inermes y manipulables.

Inteligencia espiritual. ¿Sabéis en qué consiste? La inteligencia espiritual no tiene nada que ver con la religión. De hecho, cuanto más meapilas, menos inteligencia espiritual. Hay sacerdotes cretinos espirituales. La subnormalidad del catolicismo de nuestros días es también responsable del agujero negro del espíritu. La inteligencia espiritual tiene que ver con la creatividad, con la búsqueda, con la imaginación, con el amor.

La inteligencia espiritual ansía alma. Y vosotros les habéis dado cosas. La inteligencia espiritual exige ver en lo invisible. Y vosotros les habéis enseñado que todo se agota en lo palpable. La inteligencia espiritual te alinea con el universo. Vosotros les habéis enseñado a alinearse con sus deseos. La inteligencia espiritual demanda trascendencia. Vosotros les habéis dado trivialidad.

¿De qué os extrañáis? Ahora mismo buscáis que las leyes hagan lo que no ha podido hacer vuestro corazón. Estáis ciegos. Vais contra el pope creyendo que así recuperareis a vuestras hijas. ¡Pero éstas ya estaban perdidas antes de conocerlo! Si vuestro espíritu destellara por unos segundos, tendríais un poder tan formidable que la espuria bondad del santón saltaría hecha añicos. Y vuestras hijas volverían a vosotros.

Creéis en el mundo y vuestras hijas creen en el espíritu. ¡Trabajad con el espíritu! Y su sometimiento al santón se disipará como la nieve ante el sol. Sed un ejemplo en esta vacua sociedad. Vuestras hijas constituyen la pértiga para que dejéis de creer en ella. Y ellas dejarán de creer en él.

Diario IDEAL, martes, 15 de junio, 2010

jueves, 10 de junio de 2010

"ARCHIVO DE INDIAS", DE ENRIQUE MARTÍN PARDO


"Archivo de Indias", de Enrique Martín Pardo


¡ABRAN LOS ARCHIVOS!

El poder, el renombre, la posición, el respeto social… ¿para qué? Enrique Martín Pardo nos lo responde en su comedia “Archivo de Indias” (Dauro, Granada, 2010). Y lo que nos responde es esto: para nada. Pues el sacrificio que se hace por una parte para lograr lo mundano, hay que cobrárselo por otra. He aquí la gran desgracia de la sociedad moderna, su hipostasia: el rigor en las apariencias produce pendularmente una perentoria necesidad de disipación.

Así que nos dejamos el pellejo luchando por el poder, el renombre, la posición, el respeto social… para después usarlos en la consecución de lo que ya tendríamos de todas formas. Esto significar viajar para llegar al mismo sitio. Enrique Martín Pardo pone ante nuestros ojos el comportamiento de un provinciano grupo de intelectuales y profesionales, constreñidos por el sistema en el que desean ser sancionados, y conducidos por su estrecho moralismo a una soterrada revancha.

No es sino la tragedia de Occidente, la tragedia de nuestros días, que cada vez se cierne más sobre nosotros. Martín Pardo ha elegido la religión y el beaterío como muestra de la purga social, tal vez porque es lo más gráfico, lo que más se entiende; pero podía haber elegido igual la capacidad aniquiladora de lo políticamente correcto, plaga de España. O podía haber elegido la presión de un gobierno totalitario, como los ha tenido Europa a lo largo de su historia. Siempre hay algo que pide la negación de lo que somos, el sacrificio de nuestra identidad, de nuestra plenitud, como les ocurre a los personajes de “Archivo de Indias”. El resultado es la hipocresía, como muestra magníficamente el autor.

La obra nos prende desde el primer momento por la veracidad de sus diálogos y la maligna ingenuidad de sus protagonistas, magistralmente plasmada. Cuando cae el telón, no podemos evitar una larga reflexión: la única forma de vivir es no plegarse al sistema, ser nosotros mismos, poner nuestra integridad por encima de exigencias sociales. Justo lo que no hacen los personajes de la obra. O los del mundo que nos rodea.

Más que una época concreta, Martín Pardo retrata una inveterada forma de ser. El tiempo se concentra en su obra, como si el autor hubiera deseado aunar diversas épocas de la España contemporánea. Un país no cambia de la noche a la mañana porque cambie su sistema político, por lo que autor, no sé si intencionadamente o no, neutraliza todos los tiempos en uno que huele secretamente a franquismo, pero que sucede en nuestros días, ya que hay referencias a los programas de famoseo y al euro. En un punto, se han concentrado muchos otros puntos; en un tiempo, muchos otros tiempos. Este tiempo ubicuo, donde todo cabe, es una de las características más señaladas de la obra y el símbolo perfecto de que, cualesquiera que sean las apariencias, la sociedad siempre nos exigirá inmolarnos en aras de su estulticia.

Martín Pardo hace gala de un ácido, implacable, corrosivo humor. Conoce bien el mundo en que vive. Sabe que, tras las etiquetas y las inquebrantables adhesiones de fe, todos acaban en el “Archivo de Indias”, o lo que es lo mismo, buscando secretamente el placer en el único sitio donde les dejan encontrarlo: en un prostíbulo.

Por una parte, señores dignos, formales y adustos, y mujeres rijosas, insensibles, egoístas, que odian a sus maridos. Por otra parte, esos mismos señores despojados de las pétreas armaduras, buscando el placer mercenario, y mujeres que, aunque venales, son más tiernas y cariñosas que las propias consortes. Una inversión en toda regla. Nuestra época, ni más ni menos.

El tema central de la obra, por consiguiente, no es tanto la hipocresía en sí, la doble moral, como la esquizofrenia del mundo de nuestros días, que nos exige una probidad castradora. Este mundo que nos lleva a negarnos a nosotros mismos para buscar cuanto anhelamos de forma intestina.

Martín Pardo pinta el oprobio en el que viven el hombre y la mujer del siglo XXI. Hubo un intento de liberación en los años 60 del pasado siglo, pero ésta fue tragada, deglutida por el sistema, y estamos volviendo, por los caminos de lo políticamente correcto, a la mojigatería y pudibundez de los tiempos más oscuros.

Tiempos oscuros son los que nos muestra esta excelente comedia. Y, como fondo, la luz, la esperanza de las bellas mujeres del “Archivo de Indias”. Terrible que lo que es hermoso y es natural tenga que encerrarse en un prostíbulo, en un “archivo”, cegando así cualquier atisbo de una vida sin ambages, con sus contradicciones, sin vergüenza ni palinodias. El archivo debería abrirse para que inundara con sus documentos el mundo en que vivimos. Pero todos sabemos que los archivos son celosamente custodiados. La verdad tiene que ser encerrada y manipulada para que seamos obedientes corderos.

Martín Pardo, con su obra, nos abre el archivo de Indias. ¡Qué bocanada de oxígeno! Espero que no pague cara su osadía.

martes, 8 de junio de 2010

PUERTA REAL 8 - VI - 2010

Confesiones

MIS MANDAMIENTOS, MI CRUZADA

Granadino, granadina, te habla José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno de España. Me he inmiscuido en la columna de Gregorio Morales porque reboso felicidad. ¡Al fin se han apercibido de que no soy ateo! ¡Soy creyente! Hasta tengo mis diez mandamientos. Helos aquí:

1º) Amarás a Zapatero por encima de todas las cosas. 2º) No tomarás el nombre de Zapatero en vano. 3º) Santificarás las fiestas de San Político Correcto. 4º) Honrarás a tu padre y a tu madre, es decir, a mí y a Mª Teresa Fernández de la Vega. 5º) No matarás a quien me adore. 6º) No pronunciarás jamás la impura palabra “sexo”, que sustituirás por “género”. 7º) Usarás a placer el dinero público, pues no roba quien usa el dinero de todos/as. 8º) No mentirás cuando afirmes que soy el salvador de España. 9º) No consentirás pensamientos ni deseos políticamente incorrectos. 10º) No codiciarás mis bienes ni los de Bono.

Estos diez mandamientos se resumen en dos: me amarás a mí sobre todas las cosas y a mí como a ti mismo/a.

¿Te das cuen? Por eso voy a ver al Papa el jueves. ¡Pero si hasta observo los cinco mandamientos de la Santa Madre! De la santa madre Fernández de la Vega, claro. Son éstos:

1º) Acompañarás a todo masculino de su correspondiente femenino. 2º) Confesarás las ofensas inferidas a san Correcto al menos una vez al año, en campaña electoral y si deseas trepar en el Partido. 3º) Inhibirás permanentemente tu apetito carnal y sexista. 4º) Rendirás culto a san Correcto al menos el Día de la Constitución. 5º) Sostendrás con tus impuestos las necesidades de la gloriosa cruzada a cuya cabeza estamos Mª Teresa y yo.

¿Quién dice pues que no soy religioso? Todas las noches le rezo a san Devoto. Todas las mañanas me confieso con Fernández de la Vega.

-Maite, ayer estuve en Granada, y cuando dije “andaluces”, se me olvidó añadir “andaluzas”.

-¡Qué horror, hijo! Como penitencia, saca un decreto para que los hombres se den quinientos latigazos.

¡Qué bueno soy! El Papa va a flipar. Nos entenderemos. Él también reza y se confiesa diariamente. Él tiene iglesias. Yo, sedes de Partido. Él tiene evangelios. Yo, estatutos de autonomía. Él habla de Dios. Yo hablo del Estado (que para mí es Dios). Él anhela que la Tierra sea católica. Yo, correcta.

Nos vamos a llevar como hermanos el Papa y yo. ¡Y tú, granadino/a, no seas tibio/a! La Inquisición fue abolida, pero yo, con la inestimable ayuda de De la Vega, he erigido otra. ¡Cuida de no darte de bruces con ella! Reza a San Correcto y a mí, su representante en la Tierra. Sé que lo comprendes. Mi misión es allanar los caminos de la Fe. ¡Hay que poner el mundo a los pies de san Ortodoxo!


Diario IDEAL, 8 de junio, 2010

martes, 1 de junio de 2010

PUERTA REAL 1 - V - 2010


EL AYUNTAMIENTO PIRATA

Ha hecho una industria de las multas. El alcalde. Un saqueo organizado en toda regla. Granada, con 230.000 habitantes, triplica las multas de Sevilla, con 700.000. Este hombre ha erigido con las multas una Hacienda paralela. No se imponen multas en Granada para defender la movilidad o la seguridad, sino para llenar unas arcas sospechosamente vacías. El alcalde no es el benefactor de los granadinos, sino su succionador. Quiere aparecer como un probo papaíto, pero, en realidad, es Barbarroja.

Sin hitos, sin guardias, el alcalde invita a los granadinos a entrar en las zonas prohibidas y, emboscado en cámaras, los multa con delectación. Ha llenado la ciudad de trampas. Los servicios que nos ofrece funcionan deficientemente, ¡pero hay que ver cómo funcionan las multas!

Frente a ello, está Baza. ¡Sólo seis multas en un año! No es que los ciudadanos de Baza sean más cívicos que los de Granada. De hecho, me apuesto a que a muchos de ellos han sido multados en la capital. Es que simplemente el alcalde de Baza respeta a los bastetanos. Es que simplemente pone multas para mantener el orden, no para financiarse.

El alcalde de Granada pasará a la historia por algunas cosas. Entre ellas, la de sentirse decepcionado al descubrir que lo que creía cajas de mantecados eran en realidad cajas de libros de la colección “Granada Literaria”. Pero pasará sobre todo a la historia por haber esquilmado sin compasión alguna el bolsillo de los granadinos.

La oposición debería organizar una manifestación de multados y no cabría un alfiler en la plaza del Carmen. La muchedumbre llegaría hasta la Fuente de las Batallas, hasta la plaza Bib-Rambla, hasta Plaza Nueva. En plena crisis, el alcalde ha hurtado a las familias granadinas cantidades necesarias para subsistir. Ha sido implacable, inmisericorde, insolidario. Es Barbarroja vestido de paisano. Y su ayuntamiento, un barco pirata al acecho de incautos navíos.

El alcalde tiene un chófer que puede dejarlo donde desee e irse a aparcar a otro sitio, incluida la plaza del Carmen, donde el coche oficial ha sido visto con frecuencia. Pero los granadinos no pueden hacerlo. Se ven obligados a estacionar en doble fila. A veces, incluso, en lugares no aptos. No hay otra opción. Y es necesario transigir. Pero el alcalde tiene un ejército de pone-multas con los ojos acechantes. El alcalde tiene cámaras chivatas y coches chivatos. Ha hecho una industria de las multas, y no para bienestar de los granadinos, sino a loor y honra de su alcaldía. Quiere pasta, se consiga como se consiga y venga de donde venga.

Torres Hurtado, el lobo de los granadinos. Aprovecha sus desatenciones para robarles las gallinas. La historia lo pintará con garfio y pata de palo, y a su ayuntamiento, como un barco donde los granadinos son pasados por el tablón.

Diario IDEAL, martes, 1 de junio, 2010