martes, 31 de enero de 2012

EL FUTURO ESTÁ LLEGANDO

«Salga lo que salga del próximo congreso federal, será el pasado»

Carme Chacón trael el futuro de la mano (composición sobre una foto original de Robert Capa)
El futuro está llegando

“Estoy absolutamente convencida de que el futuro está llegando de la mano de Carme Chacón”, afirmó la consejera de Presidencia de la Junta, Mar Moreno, el domingo en Lanjarón. Semejante puerilidad suscitaría sólo una sonrisa si no fuera un político quien la dice. ¡Y nuestro destino está en manos de prodigios así! Esta señora, que no deja frase sin trufar de “absoluto”, no sabe que el futuro no hay que traerlo asido de ninguna mano, porque siempre, siempre, llega. También ignora que el futuro no es necesariamente bueno, sino que puede ser horrendo.

¿Cuál es el futuro que nos trae Carmen Chacón? El futuro que vino de la mano de Zapatero fue pavoroso, aunque Mar Moreno no debió de verlo, porque jamás ha vertido la más mínima crítica sobre el peor gobernante de la historia contemporánea española. ¿Es éste el futuro que acarrea Chacón? ¿O es otro esplendoroso, lleno de trompetas y timbales? Si es así, hay que echarse a temblar. Porque los peores futuros vienen siempre con trompetas y timbales, tal vez para ahogar la inanidad del futurible. Carmen Chacón es tan inane como Rubalcaba. Ninguno es el futuro. Los dos son puro pasado. ¿Cómo, si no, pudieron apoyar sumisamente a Zapatero, quien, en pago a sus inestimables servicios, será amamantado en el jardín de infancia del Consejo de Estado?

El futuro de que habla Mar Moreno es el pasado. Pero no el pasado bueno ¡ojalá! sino el malo. Rubalcaba irá hoy a Sevilla a llevar ese futuro de hojalata, ese espejo marchito que adorna cuanto refleja. Por eso tal vez no pueden ver el país que han dejado. España se cae por el precipicio hacia la noche de los tiempos mientras estos políticos alzan sus brazos como Mesalas victoriosos, profieren lapidarias frases inspiradas en los anuncios televisivos y esgrimen sonrisas Profidén.

Llevan atado el pretérito al cuello como una rueda de molino. Por eso, cuando tienen que escribir el futuro, escriben una y otra vez el pasado. Normal que España haya reculado años luz. Los nuevos estatutos de autonomía han fragmentado la igualdad de los españoles. La de género, de la que tanto alardean, no es sino un refuerzo del machismo por la híper protección de la mujer, su lenidad penal y el fair play de las cuotas. Desconocedores de la Economía, han creído que bastaba darle a la máquina de hacer billetes, y así, con sus billones dilapidados, han sembrado la desolación sobre el mérito y el trabajo. Su futuro nos ha dejado este erial.

Salga lo que salga del próximo congreso federal, será el pasado. Podrían haber elegido una tercera vía, pero esto tal vez habría sido el futuro bueno. Ahora, ¿cómo van a verlo si creen que ese futuro es el que trae Carmen Chacón? Y sin duda que ella o Rubalcaba lo traen. Pero viene añejo. Se trata del futuro que es pasado. “Absoluto” pasado.
 
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 31 de enero, 2012

martes, 24 de enero de 2012

IN VINO VERITAS

«Este vino afortunado absorbe la vida de quien lo bebe y la muestra en toda su belleza»

Bodegas "Señorío de Nevada" (foto web de la empresa)
In vino veritas

Me acercan la copa, aspiro su contenido y me anega un océano de fragancias, como si encrespadas olas danzaran para mí, como si el amor se hubiera hecho jugo y abrazase cada una de mis células. Ni siquiera bebo. Me basta con el aroma. Los olores me llenan como un universo en expansión.
    Subyugante este caldo de las bodegas Señorío de Nevada que bebo en compañía de su promotor, Luis Roldán, y de mi amigo y contertulio Nicolás Palma. Nunca he paladeado un vino semejante. ¡Y estaba aquí, a 20 kilómetros de Granada! A veces la magia también sucede en nuestras vidas. El Señorío de Nevada, conjunto de bodega, hotel y restaurante, es como un sueño encarnado, como un deseo pedido al genio de la lámpara mágica y milagrosamente hecho realidad. En 2006, en estos páramos al pie del Caballo, junto a Dúrcal, no había nada, pero ahora hay una heredad que fabrica el mejor vino del mundo. Lo degusto en éxtasis, arrobado, mientras la conversación fluye entre nosotros.
    Fue el viernes y estuvimos hablando ocho horas seguidas con esa camaradería que sólo se da entre hombres y que revive la caza ancestral. Los hombres necesitan estar entre hombres. Es un momento sagrado, un remanso en la actividad, un paréntesis en el camino de la vida. Los guerreros se sientan y comparten una pipa. O mascan tabaco. O beben este elixir portentoso que destilan los miles de viñas que nos rodean. Frente a la sierra nevada, que progresivamente se va moteando de jirones magentas, Luis Roldán, Nicolás Palma y yo miramos nuestras existencias, las tasamos, formulamos opiniones, referimos anécdotas, esbozamos hipótesis, planteamos incógnitas.
    Estamos tan absortos, que no nos damos cuenta de que el tiempo transcurre. Con perplejidad, vemos que los camareros desaparecen, y que luego vuelven a aparecer, y que de nuevo desaparecen… ¿Cómo es posible si nosotros acabamos de encontrarnos? Pero hace tiempo que es noche cerrada. Llamadas telefónicas que inquieren nuestro paradero, nos sacan del ensueño.
    No estamos ebrios ni lo hemos estado en ningún momento. ¡Esto es lo hermoso! Hemos permanecido lúcidos, mirándonos como si sólo hubiera tres hombres sobre la Tierra. Por eso se han dicho cosas importantes que quedan prendidas para siempre a la memoria y al corazón.
    Ha sido una de esas tardes que ama todo novelista, cuando en unas pocas horas emergen pasado, presente y futuro. Regresamos a la ciudad embargados por algo inefable. Somos más nosotros mismos. Y, a la par, menos, pues nos hemos extendido en los otros. Parece que hubiéramos asistido a una sesión de la Academia platónica. Como aqueos, hemos libado de las rojas cráteras. La naturaleza de fuera y la de dentro se han fundido. Este vino afortunado absorbe la vida de quien lo bebe y la muestra en toda su belleza. ¡In vino veritas!

GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 24 de enero, 2012

martes, 17 de enero de 2012

PERIPOETISTA

«Morón es periodista y poeta a la vez. ¡Un peripoetista!»

Invitación a la presentación de "Romances del crepúsculo" (Port-Royal), de Enrique Morón, el miércoles 18 de enero de 2012 (click en la foto para ampliar). 
Peripoetista

Enrique Morón ha querido meternos la contemporaneidad en romances. ¡Pero mira que es osado este hombre! Porque el romance es una cosa típicamente medieval. Son los momentos intensos, emotivos, poéticos, de la épica. ¡No hay nada que se repugne más que el romance y la modernidad! Cierto, lo empleó Rubén Darío, pero fue para cantar la juventud añorada o perderse en lejanos reinos mitológicos. Lo empleó García Lorca, pero para hablar de una raza milenaria y más antigua que los romances. Lo empleó Alberti, pero como gesta contra los sublevados; o para rescatar las formas populares. Por el contrario, Morón lo emplea como papel de periódico: para envolver cuanto nos rodea, lo más palmario, lo más inmediato.
            Enrique Morón hace crónica de la sociedad en su libro “Romances del crepúsculo”, que se presenta mañana en el Palacio de los Condes de Gabia. Como él mismo dice: “Todo se transforma sin dejar de ser idéntico”. ¡Y tanto que se transforma! ¡Y tanto que es idéntico! En los romances tradicionales, cuando el hombre rapta a su amada, lo hace a caballo. Morón lo cambia por la moto. ¡Nada ya de damas desvalidas, engañadas o malogradas en la espera! La heroína es ahora la traficante Curra, gloriosa sobre su moto sideral. ¡Fuera faldas! Las nuevas musas van enfundadas en vaqueros, cuanto más ceñidos mejor. ¡Cómo subleva a los hombres Martirio la Zaidinera! Y los calaveras andaluces, al estilo de don Guido, ahora son yupis sevillanos, adoradores de la Macarena y cofrades del Rocío. El cante flamenco, que le sentaba a los romances como un guante, cede su lugar al rock, y, por eso, Consuelo la Rockera, que es hija de un gitano, “lleva tatuado en el hombro/ a John Lennon, que es su dios”. Con Amparo la Marbellí, irrumpe el falso mundo del glamour y de la jet. Elizabeth es la alta modelo, rendida al look y a la insustancialidad. A través de un infatigable paseo por la urbe, desfilan ante nosotros el yonqui, el suicida, los desenamorados, los viejos solitarios llenos de tedio, los desarraigados…
            Morón pone en todos ellos su varita mágica: hasta lo más putrefacto y hediondo, lo más trágico y sangriento, puede ser visto con luces irrepetibles; puede ser visto de una forma estética. Por eso Morón, aunque apresa la realidad circundante y es por ello un cronista, escribe con los instrumentos del poeta. Ante su palabra, la realidad cotidiana se desintegra como el papel de los diarios y se hace intemporal. Como los escritores genuinos, Morón es periodista y poeta a la vez. ¡Un peripoetista!
            Desde estos romances, vemos el presente y, a su través, el pasado y el futuro: da igual a donde vaya el hombre, pero no da igual que falte una mirada compasiva y diáfana como la de Morón. Si estuviéramos rodeados de muchos poetas así, el amanecer emergería siempre tras el crepúsculo.
         
GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 17 de enero, 2012

martes, 10 de enero de 2012

CONTRA EL TALENTO

«La Universidad de Granada está en contra del talento»

Hospital Real, sede central de la Universidad de Granada (foto arteHISTORIA)

Contra el talento

La Universidad española, con la de Granada a la cabeza, está en contra del talento. Ya sé que resulta inaudito que una Universidad no ame la inteligencia. Sin embargo, en la vida suceden cosas así. Los más ateos suelen ser obispos. Quienes más odian a los adolescentes, maestros. Quienes menos leen, editores.
La Universidad de Granada no ama la inteligencia, sino la jerarquía y la adhesión. Si se hiciera un estudio de quiénes son contratados en los departamentos universitarios, muy probablemente se vería que casi en el cien por cien son becarios de ese mismo departamento o han hecho la tesis en él.
¿Cómo es posible? ¿No hay nunca nadie de otra universidad, de otro país, un postulante libre, que gane la plaza? En universidades como las de Estados Unidos, está mal visto que una persona que realiza la tesis en un departamento, compita luego por ser contratado en ese mismo departamento. Cuando esto ocurre, se interpreta como una señal de insuficiencia o falta de preparación.
Todo conspira en la Universidad de Granada para que se produzca la endogamia. Aparentemente las plazas universitarias están abiertas a todos, y la Universidad hace públicos sus baremos por Internet. ¡Ah amigo, pero hay un filtro oculto! Los departamentos realizan luego una “concreción” de baremo, ¡y aquí es donde puede trazarse arteramente el perfil del candidato doméstico! Baremos hechos a la medida del aspirante nepótico. Imposible sustraerse. ¿Cómo calcar sus pasos? Encima, este segundo baremo no suele colgarse en Internet, sino en un tablón de anuncios, al modo vetusto, y a veces aparece el mismo día en que se cierra el concurso de méritos. Jugada maestra. ¿Cómo puede enterarse alguien de fuera? ¿Tendrá que desplazarse a la ciudad? ¿Y cómo contará con tiempo para presentar méritos afines?
A veces ocurren cosas más negras aún. Puede suceder que al segundo baremo siga un tercero, éste oculto, en la sombra, donde el perfil se ajusta aún más al solicitante oficioso, como una segunda piel. En una plaza de la Universidad de Granada que se encuentra impugnada, el Doctorado Europeo de uno de los candidatos se calificó ¡con cero puntos! simplemente porque el otro aspirante no lo tenía.
Todo esto sucede en medio de un silencio que se antoja omertá. Y esto es lo que permite la casta universitaria: padres, hijos, nietos, todos trabajando en el mismo departamento o en áreas afines, como si se tratase de una herencia, de un legado, de una propiedad. ¡Que nadie ajeno ponga los pies aquí!
Como ocurre en tantas dinastías, al final la Universidad degenera por consanguineidad. Frente a unos pocos y grandes talentos, que los hay ¡menos mal! rampa por doquier la simpleza, la mímesis, el tópico, la ineptitud, el error, la palabrería y la pseudociencia. Nunca una Universidad fue tan tórpida y nunca el talento fue tan gran rémora para llamar a sus puertas.

GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 10 de enero, 2012 

martes, 3 de enero de 2012

UN CUENTO DE NAVIDAD

«Rosa Mª Nadal ha logrado que el espíritu de la navidad resplandezca tras el vidrio verde de una botella de JB»

Rosa Mª Nadal y Miguel Ruiz del Castillo

Un cuento de navidad


Rosa Mª Nadal ha logrado que el espíritu de la navidad pasada, presente y futura resplandezca ante mí tras el vidrio verde de una botella de JB.
A finales de los años 70, yo era un aspirante a escritor. Había acabado una novela y no sabía qué hacer con ella. No tenía contactos en el mundo literario ni en el editorial. Una amiga me concertó una cita con un poeta que conocía.
Era una fría tarde de invierno previa a nochebuena, y yo aguardaba en el Suizo entreteniéndome con mi figura nerviosa e impaciente multiplicada en los espejos. Por fin las puertas giratorias vomitaron a un hombre alto, fuerte y franco. Era Miguel Ruiz del Castillo, que traía bajo el brazo su poemario “Vivir”, la señal para que yo lo reconociera. Con el corazón latiéndome aceleradamente, lo invité a sentarse. Venía acompañado de un amigo, José Mª Garrido Lopera. Se pidieron sendos JBs con Cocacola y comenzamos a hablar de literatura, centrándonos en los poemas de “Vivir”. Garrido Lopera me comentó lo bien que iba su “Federico García Lorca y los niños”. De mi novela no se habló casi nada. No conocían a ningún editor. Tal vez se enfrentaban a los mismos problemas que yo. En cuanto acabaron el whisky, se levantaron, se despidieron y, deseándome feliz navidad, se marcharon. Aboné sus consumiciones con la sensación de que sólo habían venido para satisfacer a su amiga y tomarse un whisky a mi costa.
            Poco después, me marché a Madrid, donde me esperaba la Movida, a la que me entregué desbordadamente. Publiqué mi novela, escribí en “La Luna de Madrid”, edité otros muchos libros… Trascurridos casi tres lustros, nuevamente en Granada, llegó a la Tertulia del Salón, entonces en sus inicios, Rosa Mª Nadal, el amor apasionado de Miguel Ruiz del Castillo. Le conté lo que me había ocurrido aquella noche, y la anécdota se quedó en ella como una pequeña y dolorosa espina. “¿Es posible que Miguelón hiciera eso? ¡No me lo puedo creer!”. La astillita la siguió lacerando año tras año.
            Ayer llamaron a casa. ¡Rosa Mª Nadal en persona! “Por la invitación de Miguel”. Me traía una botella de JB y otra de Cocacola. No pude hablar. La emoción me embargó. ¡El tiempo no existe! Treinta años después de aquel encuentro literario, el primero de mi vida, éste se cerraba circularmente, y la musa de Ruiz del Castillo, la mujer tan amada, tan cantada, tan deseada, me devolvía con creces las copas que yo les había pagado a Miguelón y a Lopera.
La vida es mágica. No es extraño que surjan historias que, como la de Dickens, concentren todas las nochebuenas en una. El espíritu de la navidad pasada, presente y futura me ha dicho a través de las fantásticas manos de Rosa Mª Nadal que un amante puede morir, pero el amor no muere nunca.

GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 3 de enero, 2012