martes, 6 de abril de 2010

PUERTA REAL 6 - IV - 2010


HAY VIDA SIN INTERNET

Granada está a la cola de Europa en hogares conectados a Internet, ¿pero esto es malo? ¿Quién ha dicho que estar conectado es positivo? ¡Vamos! Lo positivo es vivir sin Internet. O sin televisión. O sin móvil. Eso significa simplemente que las personas viven de otra forma, que potencian las relaciones personales, que no buscan fuera lo que tienen dentro.

Cuando la mayor parte de los jóvenes y no tan jóvenes dilapidan horas rendidos a Facebook, es una maravilla que no haya siquiera quienes estén conectados. ¡Cuánto me gustaría ser uno de ellos! Cierto, podría desconectarme ahora mismo, pero ¡son tantas las cosas que hago por Internet! Gestiones bancarias, envío de artículos, lecturas de periódicos, consulta de datos, compras varias, intercambio de correspondencia... ¿Cómo prescindir de ello? Tendría que aprender de nuevo.

Me admiran las personas que no tienen esta dependencia. Las que, cuando quieren hacer una transferencia, van al banco. O cuando quieren leer un libro, se encaminan a una biblioteca. O si necesitan hablar con alguien, descuelgan el teléfono. O si quieren saber qué ha pasado, compran el periódico.

El progreso es tan mentecato que descalifica a quienes no se uncen a él. Claro que lo de progreso es un decir. ¿Somos hoy más sabios que en el siglo I? Entonces no existía la imprenta. Los libros se copiaban a mano. No había una velocidad superior a la del caballo. Y, sin embargo, cuando leemos lo que se escribía entonces, nos percatamos de que eran tan listos como nosotros. No, no somos especiales Por el contrario, no hay nada que el “progreso” dé que no quite después. Con el teléfono, dejamos de ir de visitas. La televisión nos arrebató el diálogo familiar. Internet ha quebrado las relaciones personales.

Yo antes salía y hacía una gestión detrás de otra y volvía a casa reconfortado. Ahora las hago por Internet en un abrir y cerrar de ojos, ¿y dónde están las personas a las que antes veía? ¿Dónde su sonrisa, o sus consejos, o sus palabras?

Internet produce seres cerrados e insatisfechos. No hay nada peor que pensar que tienes el mundo a un clic de tu ratón. La realidad virtual no satisface. Buscas y buscas para encontrarte con algo genuino, pero nunca lo consigues. Y al cabo de las horas, te levantas como un imbécil, vacío, embotado, con las sensación de que has perdido miserablemente el tiempo. Y estás tan harto que ya ni siquiera tienes ganas de salir ni de hablar con nadie.

¡Hay vida sin Internet! La red es un buen invento, pero no necesariamente un índice de excelencia ni de calidad. La excelencia y la calidad está en vivir a secas. Y, para ello, Internet sobra. ¡Luego Granada está a la cabeza de Europa, no a la cola!

Diario IDEAL, 6 de abril de 2010

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