martes, 31 de agosto de 2010

CON FLORES A PACO

Teresa Jiménez y Paco Cuenca

Con flores a Paco

El próximo 12 de septiembre beatifican a fray Leopoldo, pero hay un hombre que lo supera en santidad: Paco Cuenca. Lo ha dicho Teresa Jiménez, la abadesa del PSOE de Granada: “Paco Cuenca aporta ilusión, cercanía, diálogo, sensatez, dedicación, compromiso, entrega incondicional, capacidad y sabiduría”. ¡Por los cielos, fray Leopoldo palidece a su lado! Nosotros fijándonos en un beato de los años 50, ¡y tenemos aquí un beato vivo, un beato del siglo XXI!

Los hay que peregrinan al Tíbet para ser ungidos por el Dalai Lama. Otros se plantan en San Pedro. Otros van a La Meca. ¡Pero en ningún lugar tienen a un santo de la magnitud de Paco Cuenca! La celebración del día 12 debería ser en su honor.

Teresa Jiménez no exagera. ¿Cómo va a mentir una madre superiora? Teresa Jiménez dice la verdad y, por cuanto dice la verdad, tenemos entre nosotros al mayor portento que han visto los siglos. Un hombre que es a la vez “ilusionado, cercano, dialogante, sensato, dedicado, comprometido, entregado, incondicional, capaz y sabio”. ¡Casi na!

Llevo buscando a un hombre así toda mi vida. He buceado en la filosofía, en la poesía, en la historia, en las religiones, con la secreta nostalgia de no haber conocido a alguno de aquellos grandes hombres y mujeres que descollaron por su espíritu, ¡y ahora se pone uno ante mí! ¡Que me lo presenten!

Impregnado de híper santidad, Cuenca es sin duda mucho más humilde que fray Leopoldo, de lo que colijo que, si se presenta a alcalde, lo hace resignadamente, a la fuerza, como un sacrificio. ¡Los grandes hombres siempre se inmolan a la comunidad! Qué inmarcesible regalo nos ha hecho Teresa Jiménez.

¡Dos santos en Granada! No tendremos AVE ni carreteras ni espacio escénico ni centro Lorca ¡pero tenemos dos benditos! Los peregrinos que vengan a ensalzar a Fray Leopoldo, deberían rendirle también pleitesía a Paco Cuenca.

Estoy deseando que comience la campaña electoral porque ya no tendré que bucear en los viejos libros para encontrar un poco de verdad. Me bastará con asistir a los mítines de Paco Cuenca. Lo que debe de salir de la boca de alguien con tamañas virtudes tiene que ser gloria bendita. El epítome de la sensibilidad, vamos. Me apuesto que incluso Teresa Jiménez se ha quedado corta por pudor y no ha querido decirlo todo de su novicio. Yo he visto un aura celestial orbitando sobre la cabeza de Cuenca en las fotos que ha publicado la prensa. En ellas, la abadesa lo contempla arrobada, con los transidos ojos de la Santa Teresa de Bernini.

¡Qué cerca está Granada de los altares! Somos la reserva espiritual de España. El mundo será destruido, ¡pero Granada, no, porque tiene un justo vivo! Recémosle a Fray Leopoldo, pero, sobre todo, vayamos con flores a Paco Cuenca.

GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 31 de agosto, 2010

5 comentarios:

  1. Bueno, Gregorio,no creo que el Centro Lorca nos haga falta para nada. No se puede tener de todo. Ya disfrutamos de una renta per cápita muy humilde y, también, de una de las banderas de España con más tela. Otros tienen menos.

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  2. Exacto, ¿acaso nos podemos quejar de algo? Somos lo máximo de lo ínfimo. Así que les ganamos a los demás por goleada. ¡Viva Graná!

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  3. Joder Gregorio ¡es que no eres para bromas! Mira que ponerte así porque se ha obrado el milagro del nombramiento de un candidato a puritito dedo. ¡Con la de cargos, profesores, adjuntos, subsecretarios y... que se nombran a golpe de índice! No es pa tanto, hombre. Además, según parece se trata de un acto de extrema generosidad con Pepe Torres: ¡le regalan la reelección! Ni don Quijote practicó tan fielmente el arte del quijotismo.

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  4. ¿La señora de la foto de qué se ríe? Hay alternativas menos agresivas: acariciar a un niño, bailar un pasodoble en la verbena de su pueblo, ayudar a cruzar la calle a un octogenario claudicante... Pero,¿reírse ahora? No sé quién dijo que en tiempo de tribulaciones mejor no hacer chanzas. Y tenía toda la razón.

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  5. ¡Gart, que razón llevas! Gracias por recordarme la cruda y abrumadora realidad. ¡Es que uno se cree a veces que está en Europa!
    Pablo, ¿que por qué se ríe la señora? El capitán tiene que sonreír cuando el barco se está hundiendo. Cuanto más de oreja a oreja es la sonrisa, más inminente es la zozobra. Juzga por tanto cómo debe de estar el patio.

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