martes, 28 de febrero de 2012

LA NADA

«Pienso en un país ancho, sin fronteras»

Políticos de Andalucía, sobre la nada
La nada

Pienso en un país ancho, sin fronteras, sin pintorescas exaltaciones, sin calcomanías de presidentes y ministros. Un país donde todos los ciudadanos son idénticos ante la ley y no pagan aquí unos impuestos, allá otros, en una parte observan las leyes A y B, en otra, las C y D…
No me gustan las esencias patrias. Atufan a apolillado romanticismo. Yo quiero un mundo abierto y penetrado por doquier. Amo con pasión lo singular. Y sé que, si se lo institucionaliza, se adocena, se hace mostrenco, se aja…
Yo amo un país inmenso en su extensión y breve en sus políticos. ¡Cuántas cosas que dicen hacer no podrían hacerlas los ciudadanos de a pie! He aquí la verdadera democracia. Allá donde hay inflación de políticos hay desgobierno, corrupción y sufrimiento. Y siempre son los más débiles los que pagan sus genialidades, sus egolatrías, su prepotencia, su servilismo. Hoy sería un día hermoso para esta tierra si no hubiera tanto superfluo jerarca en ella, tanta institución baladí, tanta vetusta coerción mental, tanta apropiación de lo que no pertenece a nadie.
Me causa hilaridad el especialismo. “¡Somos especiales porque hemos nacido en esta tierra especial!”. Es un comodín. Lo dicen en todas partes del mundo. Sobreabundan quienes se creen ungidos por razón de su nacimiento. Y escuchas las más rancias loas, los más tópicos ditirambos, las más ciegas ensoñaciones, los más irracionales glorias. El espíritu de campanario es igual de cañí en todo el mundo.
A mí que me quiten etiquetas. Me ha costado una vida ser yo mismo. A duras penas he podido despojarme de lo que me aprisionaba: los apellidos, la profesión, el estado civil, el sexo, la edad… ¡Nada de eso soy yo! ¿Y voy a ser el terruño? Mi único país soy yo mismo. Mi familia son quienes han llegado a sí mismos.
Los nacionalismos valen para quienes son incapaces de penetrar en el interior de las personas y necesitan carteles publicitarios. Ser catalán o gallego o extremeño, son carteles publicitarios. Ser hombre o mujer son carteles publicitarios. Ser joven o viejo son carteles publicitarios. Desde que naces, el mundo te atiborra de carteles. Eres como un hombre anuncio, esgrimiendo lo que la inercia mental de tus predecesores ha escrito para ti. ¡Por eso tu deber es deshacerte de los carteles, tirarlos por la borda!
Que no me llamen con el nombre de la tierra donde vivo. No soy de aquí. Tampoco de allá. La tierra no me añade nada. Podría vivir en cualquier otra parte del mundo y sería el mismo. La nacionalidad es una proyección mental, una forma de locura. Allá donde vayas en la Tierra, hay  los mismos campos, las mismas montañas, las mismas personas y el mismo amor. Pero el nacionalismo se erige sobre la negación de los otros. Se erige sobre la nada. Es la nada.

GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 28 de febrero, 2012 

6 comentarios:

  1. Bien dicho!!!
    La politica segun mi humilde opiniòn, se tiene que vivir sin fanatismo y sin nacionalismos.
    No somos de un terruño,es hora de pensar que somos Universales.
    Un abrazo
    Comparto en mi muro de facebook

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  2. En efecto, Marian, somos universales. Cada frontera que se quiebra es un límite menos, un poco menos de miedo al otro, más universalidad... y menos políticos, es decir, menos cancerberos de las costumbres y del pensamiento. Sin ellos, curiosamente, lo intemporal permanece mejor. Ellos dividen para ser más. Nosotros debemos unir para que sean menos.

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  3. Gregorio, cuanta verdad eso de: "lo Real es invisible".
    Para alguno de nosotros lo Real, ya se va volviendo visible, es evidenciable.
    Algoo que no se puede perder de vista tampoco es la compasiòn, para quien la merezca, bien entendido.

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  4. He leído varias de las páginas del blog -no todas, pero sí bastantes- y me ha gustado porque veo imparcialidad, cosa francamente rara en estos tiempos de fanatismo de uno y otro lado.
    En conclusión: me ha gustado lo que aquí he leído.

    Felicitaciones y saludos.

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    1. Idella, eres de los pocos en darte cuenta de esa imparcialidad, lo cual me proporciona una gran alegría. Según la columna, me achacan ser de un partido u otro. Pero veo que la inteligencia existe y que la verdad siempre acaba abriéndose paso. Gracias por ser esa inteligencia y proclamar una verdad palmaria.

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  5. Aqui en Andalucia no tenemos ese problema. Te vas con esos rollos a cataluña o a dónde tengan esos problemas...aquí todo el mundo se siente tan andaluz como español y no hay ningún problema. Ser andaluz no es ningún cartel publicitario. Es un sentimiento. En todo lo demás estoy de acuerdo contigo.
    Sin embargo, si que hay gente aquí en Granada del estilo nacionalista. Del estilo de nuestras verdaderas costumbres, nuestra verdadera historia, del estilo que malos son los del occidente, que nos roban, que queremos estar aparte,.... del estilo oriental. Seguro que sabes de qué hablo.
    saludos

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