miércoles, 1 de mayo de 2013

SU MISMA MEDICINA

«Bastaría con dar libertad a las provincias para evitar la amenaza de descomposición del Estado»

Artículo 22 de la Constitución española de 1931
 Su misma medicina

Sorprende la desidia del gobierno central para acometer la reforma de las administraciones públicas, este cáncer que se zampa los elevadísimos impuestos de los españoles y que, no contento con ello, está deglutiendo también los de la quinta generación. Como han demostrado políticos de uno y otro signo protestando ante las tímidas propuestas esgrimidas, esta desbocada metástasis no se hará el haraquiri por sí misma, pues una célula cancerosa es egoísta hasta la consunción. ¡Si hasta un prócer local dijo que la reforma haría perder puestos de trabajo! Pues claro que sí, hombre: se trata de que haya menos políticos. Tristemente significativo esto de identificar representación política con “puesto de trabajo”.
            Las autonomías son un pesado fardo, pero no podrán ser neutralizadas mientras no se les traslade el mismo problema que le están creando al país, concediéndole libertad a las provincias para salirse de ellas, lo que era factible en la muy alabada pero no leída Constitución republicana de 1931. Bastaría con restaurar este artículo para que las regiones padecieran el mismo problema con el que quebrantan al país.
            Si hubiese la posibilidad de salirse de una Autonomía, gran parte de estas saltarían hechas pedazos, dado que, quitando las capitales regionales, el resto ha sufrido el desdén y hasta el saqueo del centralismo autonómico. Sin ir más lejos, en change.org* se acaba de lanzar una propuesta de reorganización de España para que las provincias recuperen su importancia. Y no, no se trata de nostalgia “franquista”, como pueden tildarlo fácilmente interesados políticos que vegetan del pesebre público, sino de una meditada y democrática reflexión sobre el desastre al que nos está conduciendo nuestra organización política, desastre que ahora intenta reduplicar el PSOE mediante la federalización, es decir, haciendo del problema el problema del problema.
            La propuesta de change.org está firmada por movimientos como la Asociación Rayya de Málaga, la Plataforma Pro Autonomía de la Región de Málaga, la
Unión del Pueblo Salmantino, la Agrupación de Electores Independientes Zamoranos, Ciudadanos de Burgos por Castilla La Vieja, el Partido Regionalista de Guadalajara,
la Agrupación y Unión para el Progreso de Almería, Ciudadanos por Granada, el Partido Regionalista por Andalucía Oriental y la Plataforma por Andalucía Oriental, lo que demuestra que es una tendencia que crece. Hasta el momento, la han firmado a título particular más de un centenar de personas, a pesar del miedo que aún producen iniciativas así, las descalificaciones desesperadas del establishment y la poca publicidad que se les presta. Pero las grandes riadas comienzan con gotas de agua.
            Bastaría por tanto con dar libertad a las provincias para evitar la amenaza de descomposición del Estado y poner coto a la ciega y egoísta clase política que lastra el desarrollo del país. Que tomen su propia medicina y empleen en la curación la misma energía que ahora emplean en crear déficit, abogar por la desigualdad de los españoles y poner en solfa al Estado.


GREGORIO MORALES
Diario IDEAL, martes, 30 de abril, 2013 

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